Pedro Jesús del Pino Díaz, Pablo Fernández de la Puebla Lechuga, Jesús Lérida Nieto (H. N.), Abraham Luque García y Manuel Millán Serrano son los nuevos sacerdotes de la diócesis de Córdoba
Cinco nuevos sacerdotes sirven desde el pasado sábado, 18 de junio, a la Iglesia de Córdoba. Pedro Jesús del Pino Díaz, Pablo Fernández de la Puebla Lechuga, Jesús Lérida Nieto (Hogar de Nazaret), Abraham Luque García y Manuel Millán Serrano recibieron el Sacramento del Orden de manos del obispo de Córdoba, en el templo principal de la Diócesis.
En su homilía, monseñor Demetrio Fernández se dirigió a ellos manifestándole la alegría que en este día vive la Iglesia: “Habéis sido elegidos por Dios. Todo el presbiterio se alegra de vuestra vocación y da gracias a Dios”.
El prelado instó a los presbíteros a servir y dar la vida por los demás. “En el ministerio sacerdotal no se busca el poderío, la fama o dinero, el que hace esta tarea y este ministerio se identifica con Jesucristo por un camino de despojamiento, de servicio y de humildad para parecerse más a Jesús porque el hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar la vida y gastarla por los demás”, afirmó.
Asimismo, aconsejó a los futuros presbíteros dejar todo atrás, no perseguir nada más que parecerse al Señor para que sus vidas produzcan frutos abundantes. “Quedaos solo con Jesucristo y Él os hará enormemente felices”, aseguró.
Refiriéndose al sacramento del Orden Sacerdotal, el Obispo subrayó que es “la prolongación para la celebración de la eucaristía y para llevar al pueblo por los caminos de Dios”. Realizando una explicación del rito celebrado, monseñor Demetrio Fernández hizo especial hincapié en la importancia de acercarse al altar “con un corazón limpio y puro porque es ofrecerle al Señor una ofrenda pura a sus ojos”. “Que vuestra enseñanza sea alimento para el pueblo de Dios, que con vuestra palabra y ejemplo se vaya identificando la casa de Él”, indicó invitándoles a tener siempre presente el ejemplo del Buen Pastor, “que no vino para que le sirvieran sino para servir”. “Hoy la ordenación os convertirá en verdaderos sacerdotes en medio del pueblo”, puntualizó.
RITO DE ORDENACIÓN
Durante el rito de ordenación los candidatos se postraron en el altar donde tuvo lugar el canto de las Letanías, les impusieron las manos, se les colocó la estola y la casulla, les ungieron las manos con el Santo Crisma y se les hizo entrega de la patena y del cáliz.