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Proceso Sinodal con la luz del Espíritu

By 29 de abril de 2022Tema de la semana

Tras la fase Diocesana del Sínodo de los Obispos la diócesis de Córdoba se dispone a seguir reflexionando sobre lo aprendido en el diálogo y la convivencia de los fieles cristianos que se sienten llamados a avanzar en el conocimiento mutuo, la corresponsabilidad y la oportunidad de mostrar la belleza de la Iglesia a través de un testimonio renovado en el lenguaje. Los pasos serán acompañados por los pastores y guiados por la experiencia de amor eclesial vivido.

Desde que el pasado 6 de octubre se realizara el envío a toda la Diócesis de la “Guía de Trabajo del Documento Preparatorio del Sínodo”, la reflexión y el diálogo ha generado respuestas a cuestionarios y temas de reflexión desde 80  fuentes distintas. Los Consejos parroquiales han sido los más dinámicos en sus procesos de reflexión con el envío de 21 respuestas, seguidos de movimientos, grupos, asociaciones y nuevas realidades eclesiales representados en 18 respuestas. Estos dos grupos, junto a los propios del Encuentro Sinodal son los más numerosos seguidos de 9 Delegaciones y Secretariados Diocesanos, 7 de los Consejos diocesanos y otras tantas comunidades religiosas, además de las respuestas aportadas por sacerdotes, Hermandades, Seminarios y un particular. La marcha misionera, que congregó a doscientos participantes, ha sumado a la fase diocesana del Sínodo representación juvenil

El camino de la Sinodalidad

La fase diocesana del Sínodo de los Obispos en la Diócesis de Córdoba ha permitido a los fieles católicos valorar y reconocer la función de algunas estructuras como consejos que prescribe el Código de Derecho Canónico y otros que se han creado para favorecer aún más la sinodalidad. Así, muchas parroquias cuentan con Consejos parroquiales de Pastoral y Consejos de Asuntos Económicos que facilitan el y desarrollo de proyectos y la toma de decisiones para favorecer la participación en el camino sinodal de la Iglesia, aunque la consulta realizada a través de la Guía de Trabajo reclama para estos consejos mayor transparencia y diálogo.

Los católicos cordobeses se han manifestado a favor de experiencias de sinodalidad ya vividas en nuestra Diócesis como el Encuentro Diocesano de Laicos de Octubre de 2017 o el Sínodo de Jóvenes que se desarrolla en Córdoba desde el año 2019 y culminará en las JMJ de Lisboa en 2023. Ambos acontecimientos representan las luces de un camino sinodal ya recorrido para el que se reclama un mayor compromiso: los eventos deben convertirse en procesos.

La pandemia ha debilitado el impulso misionero y algunos cristianos se han alejado de la Iglesia, otros es posible que no vuelvan. Ante esta evidencia, las manifestaciones de los consultados reflejan una gran preocupación por la transmisión de la fe a los jóvenes, también a causa del individualismo que deriva en falta de comunión y de trabajo en equipo, sustituido en ocasiones por el elitismo que representa que unos pocos fieles acaparen todas las funciones.

El clericalismo y autoritarismo por parte de algunos pastores se sitúa ente las preocupaciones de esta gran consulta diocesana a la que invita el Papa Francisco, una circunstancia favorecedora para la falta de corresponsabilidad por parte de la mayoría de los laicos que genera una creciente ignorancia religiosa. Una pastoral misionera que sustituya la “pastoral de mantenimiento” vendría a acercar a la Iglesia a los alejados, para eso es preciso el testimonio evangélico y una pastoral coordinada que aterrice en acciones concretas.

CONCLUSIONES

Primer anuncio

  • Falta anunciar a Jesucristo (no a nosotros mismos) desde una actitud humilde, testimonial, alegre y desinteresada.
  • Falta anunciar a Jesucristo como una propuesta de liberación y humanización personal y comunitaria.
  • Nuestro lenguaje y formas de anuncio muchas veces no son las adecuadas.
  • Nuestro estilo de vida poco evangélico hace que el anuncio no sea creíble.
  • Necesidad de reforzar la Pastoral Familiar para la transmisión de la fe en la familia.
  • Necesidad de aprovechar el tiempo libre para el anuncio de Cristo a los jóvenes.
  • Potenciar el primer anuncio en las formas de religiosidad popular tan presentes en nuestra diócesis, evitando una vivencia de la fe exterior y superficial.

Acompañamiento

  • Se percibe una necesidad cada vez mayor de un acompañamiento personal, frente a una pastoral “de masas”.
  • Falta formación en los acompañantes. No debe darse por supuesto que han tenido una experiencia de encuentro con Cristo.
  • El acompañamiento es esencial para los que se acercan a la Iglesia después de un proceso de conversión personal.
  • Preocupación por el acompañamiento a los jóvenes. Varias generaciones se han perdido ya.
  • El acompañamiento también exige la comunión de vida, de bienes y de acción.
  • Es urgente el acompañamiento de los matrimonios jóvenes por parte de las familias cristianas.
  • Reto de acompañar las situaciones de sufrimiento, soledad, precariedad y vulnerabilidad.
  • Reto de acompañar a los divorciados vueltos a casar y a las personas con tendencia homosexual.

Procesos formativos

  • La necesidad de una mayor formación es general, especialmente en DSI.
  • Necesidad de que las homilías sean más amenas y encarnadas en la realidad.
  • La catequesis, a todos los niveles, debe ser más testimonial y vivencial.
  • Necesidad de un plan de formación para toda la vida más allá de la catequesis pre-sacramental, y con incidencia en la DSI.
  • Necesidad de reforzar las instituciones educativas de la diócesis, apostando por una educación integral, en la que el mensaje cristiano no se diluya.
  • Necesidad de reforzar la alianza educativa familia-parroquia-escuela.
  • Se valora la labor de los educadores católicos que trabajan en la enseñanza pública, por las dificultades que conlleva.

Presencia en la Vida Pública

  • Dificultad para vivir la fe en un ambiente a menudo indiferente y hostil.
  • La secularización ha separado la cultura de la Iglesia. Es necesario evangelizar la cultura, no culturizar la fe.
  • Un cristiano debería distinguirse de un pagano en la vida pública.
  • La promoción de una ecología integral no se comprende aún como una exigencia cristiana.
  • La Iglesia se está haciendo presente, de manera tímida, en los MCS. La mayoría son hostiles con la Iglesia. Falta formación y motivación en este campo.
  • Falta reflexión sobre la transformación de la sociedad, la política, el mundo del trabajo y la economía desde la perspectiva cristiana.
  • Se reconoce la enorme labor de Caritas y Manos Unidas en el ámbito caritativo y social. Cuidar que no pierdan su especificidad cristiana.
  • Las actitudes y los gestos del Papa Francisco están ofreciendo una imagen de la Iglesia más abierta y cercana.

PROPUESTAS CONCRETAS

¿Qué hacer a partir de ahora?

  • Que en todas las parroquias exista CPP y CPAE, además de convocar Asambleas parroquiales cada cierto tiempo.

  • Que los Consejos diocesanos sean más eficaces haciendo que la participación sea de ida y vuelta.

  • Dar un nuevo impulso al anuncio explícito de Jesucristo, si es necesario casa por casa.

  • Recuperar el sentido del domingo como día del Señor y encuentro de la comunidad cristiana.

  • Que nuestras parroquias sean verdaderos espacios de acogida.

  • Crear una escuela de líderes cristianos.

  • Dar mayor protagonismo a la mujer en la Iglesia.

  • Que haya más transparencia en la gestión económica de nuestras instituciones, para fomentar así la aportación de todos.

  • Anticiparnos a la futura despoblación de muchos de nuestros pueblos y barrios.

  • Que las actividades de la Delegación de Familia y Vida lleguen a todas las parroquias y rincones de la diócesis.

  • Elaborar un “Plan diocesano de formación del laicado”, con especial incidencia en la DSI.

  • Fomentar encuentros, por zonas, entre el profesorado cristiano y las parroquias.

  • Apostar por la formación telemática junto con la formación presencial.

  • Crear escuelas de oración y espacios para la adoración eucarística para que las acciones pastorales tengan “alma espiritual”.

  • Crear un Secretariado diocesano del artista y otros espacios de diálogo con la cultura.

  • Llegar más a los jóvenes a través de los modernos medios de comunicación social.

  • Mejorar la comunicación hacia dentro y hacia fuera de la Iglesia, sobre todo en relación con cuestiones que dañan nuestra reputación.

  • Fomentar la vocación cristiana al compromiso político.

  • Crear cauces de coordinación de las instituciones que se dedican a la acción caritativo-social dentro y fuera de la Iglesia.

  • Fomentar el camino sinodal con los no católicos y los no cristianos.

  • Convocar más encuentros sinodales para fomentar el mutuo conocimiento y la corresponsabilidad.