«Una asignatura para
el siglo XXI»
Seiscientos profesores de los 3500 que imparten en Andalucía la asignatura de religión católica se reúnen en Granada en el III Congreso de profesorado de Religión Católica. Casi medio centenar de cordobeses están presentes. Tres ponencias y ocho paneles son la plataforma que propone el encuentro para favorecer un verdadero intercambio de propuestas, compartir proyectos, anhelos y preocupaciones como cristianos y docentes. Profundizar esta preciosa tarea educativa nos descubre una estadística que combate la denostación mediática y revela la esencia de una enseñanza necesaria
Seiscientos profesores de religión se reúnen en Granada en el III Congreso de profesores de Religión Católica.
Esta convocatoria a los docentes andaluces, realizada por la Secretaría técnica y las delegaciones diocesanas de enseñanza de Andalucía, es un encuentro dedicado al diálogo para seguir defendiendo la identidad de profesores elegidos por el 75% de las familias y los alumnos de la región.
En Córdoba, un 70% del alumnado de los centros públicos cursa la asignatura de Religión Católica y el 95% lo hace en colegios privados o concertados. En nuestra Diócesis, 179 maestros imparten la asignatura en las etapas educativas de Infantil y Primaria de los centros públicos y 70 ejercen su labor en los institutos; cuatrocientos profesores dan clases de religión en los centros concertados y privados. Todos ellos están llamados a comprobar como su experiencia docente representa un bien para el crecimiento integral de la persona, por encima de ataques legislativos y mediáticos, que no impiden que en Andalucía la asignatura de religión siga siendo muy demandada por las familias. La visibilidad de la asignatura, su función educativa y su masiva implantación entre el alumnado andaluz se plantean como puntos de partida para el análisis para el III Congreso de Profesores de Religión en un momento cambiante que no puede descuidar la esencia del ser humano y el desarrollo de su dimensión religiosa
La Delegada Diocesana de Enseñanza, Ana María Roldán, aboga por que este Congreso pueda actualizar la misión de los docentes, reunidos en clave sinodal.
¿Cuál es el objetivo del encuentro de Granada?
Este tercer Encuentro de Profesores de Religión Católica que vamos a celebrar en Granada los días 19 y 20 de noviembre, tiene un triple objetivo:
En primer lugar revitalizar la identidad y misión del profesorado de Religión Católica presente en nuestra Comunidad Autónoma. En un mundo de tantos y tan rápidos cambios es especialmente importante tener una identidad clara y actuar en consecuencia. El profesorado de Religión debe estar abierto a estos cambios y saber dialogar con la pluralidad que nos rodea sin renunciar a los fundamentos sobre los que tenemos que asentar nuestra tarea educadora. Por otra parte, es importante refrescar y actualizar también que esta tarea educativa es una misión que la Iglesia encomienda a este profesorado.
En segunda lugar se pretende favorecer y fomentar la comunión entre todos los agentes que hacen posible la Enseñanza Religiosa escolar mediante el encuentro y el trabajo en equipo, en clave sinodal. La comunión es parte esencial de la vida de la Iglesia y debe serlo en la vida de los docentes que imparten la Religión Católica. Sólo así podrán generar comunión en sus centros de trabajo y entre todos los miembros de las comunidades educativas.
En tercer lugar, queremos hacer visible que la Enseñanza Religiosa Escolar es un gran beneficio para el sistema educativo y par la sociedad del s. XXI. La dimensión religiosa es parte constitutiva del ser humano. Si se saca del sistema educativo esta dimensión y no se permite la presencia de la Religión Confesional en los centros escolares, se estará malogrando la educación integral y se abrirá la puerta a muchas deficiencias en el desarrollo del alumnado. La asignatura de Religión tiene mucho que aportar y apuntalar en la educación integral de la persona.
¿Cuál es el perfil del profesor de Religión en la diócesis de Córdoba?
En la Diócesis de Córdoba contamos con un profesorado de Religión muy comprometido con la asignatura y con el sistema educativo. Cada vez creo que son más conscientes de la necesidad de una formación permanente y de aunar esfuerzos en sintonía con las líneas pastorales que se van marcando a nivel Diocesano.
En la Delegación Diocesana de Enseñanza procuramos tener un programa de formación anual que contemple todas las facetas que debe cuidar un profesor de Religión: la espiritual, la pedagógica, la humana. Cada vez organizamos más actividades en unión con otras Delegaciones diocesanas que comparten con nosotros la preocupación por la educación integral y auténtica de niños, adolescentes y jóvenes.
En nuestra Diócesis tenemos 179 profesores de Infantil y Primaria trabajando en los colegios públicos. Algunos de ellos llevan muchos años de su vida entregados a su tarea como docentes de Religión y muchos de ellos se han convertido en una verdadera referencia de autoridad entre las familias y el alumnado.
Por otra parte se van introduciendo nuevas generaciones entre este profesorado que comienzan haciendo sustituciones temporales y que se van formando para ser sabia nueva entre el profesorado de Religión.
En los niveles de Secundaria y Bachillerato contamos con 70 profesores de Religión que trabajan en los Institutos públicos. Se trata de un profesorado que está haciendo grandes esfuerzos por entrar en diálogo con las nuevas generaciones de jóvenes y hacerles así accesible la verdad y la belleza de la fe cristiana.
Todo el profesorado de Religión realiza un ingente esfuerzo para mantenerse en la vanguardia de la innovación didáctica. Gracias a Dios podemos decir que aún muchos alumnos eligen esta asignatura en nuestra Diócesis. Y esto es debido al gran esfuerzo que hacen nuestros profesores.
Tenemos además que añadir el elevado número de profesores que imparten la asignatura en los centros concertados y privados, unos 400. Algunos de ellos también se unen a nuestras actividades formativas. Y con ellos compartimos el envío misionero que hace nuestro Obispo del profesorado de Religión a inicios de cada curso escolar.
¿Por qué se ataca tanto la asignatura de Religión en cada una de las reformas educativas que han efectuado los distintos gobiernos?
La Enseñanza Religiosa Escolar es siempre un blanco fácil de cuestionar. Muchas veces se centra y focaliza la batalla de la educación en cuestionar su presencia en los centros escolares, especialmente en los públicos. Esto puede ser por varias razones.
Una de ellas que se piensa que la Religión debe quedar relegada al ámbito privado y, por ende, el conocimiento de la fe. Detrás de este pensamiento hay una concepción equivocada de la clase de Religión, que se equivoca con la catequesis que se imparte en las parroquias.
La clase de Religión no es catequesis y se fundamenta en un currículo y en unos objetivos que se encuadran perfectamente en el sistema educativo, entre el resto de asignaturas y saberes. La clase de Religión es una realidad apasionante. Los profesores de religión muchas veces son un referente en los centros, por su compromiso educativo y por su rigor profesional, académico y pedagógico.
Otra razón puede ser, que algunos no compartan la antropología que defiende y sustenta la fe cristiana u otros credos religiosos. Quizás piensen que no podemos entrar en diálogo con ellos y que vamos en contra del progreso.
También pienso que hay muchos prejuicios y tópicos sobre la Iglesia Católica. Y esto puede que se deba a la poca formación en el tema religioso o a la influencia mediática que muchas veces genera opiniones equivocadas o no bien fundadas. No han descubierto que la Iglesia es el medio puesto por Dios para salir en busca del hombre, para mostrar en Jesucristo el Rosto amoroso y misericordioso de Dios que nos quiere llevar a vivir la plenitud de la felicidad. La vivencia auténtica de la fe genera personas libres, amantes de la verdad y del bien del ser humano.
Es fácil hacer polémica en torno a las clases de Religión y esconder debajo de la alfombra las deficiencias de un sistema educativo y de leyes inicuas.
EN LA DELEGACIÓN DIOCESANA DE ENSEÑANZA PROCURAMOS TENER UN PROGRAMA DE FORMACIÓN ANUAL QUE CONTEMPLE TODAS LAS FACETAS QUE DEBE CUIDAR UN PROFESOR DE RELIGIÓN: LA ESPIRITUAL, LA PEDAGÓGICA, LA HUMANA
LA PRESENCIA DE LA ASIGNATURA DE RELIGIÓN Y DE LA EDUCACIÓN DE LA TRASCENDENCIA ES FUNDAMENTAL PARA QUE EXISTA UNA AUTÉNTICA EDUCACIÓN
INTEGRAL Y
PARA QUE EL
SER HUMANO NO
ENFERME SOCIAL E
INDIVIDUALMENTE
¿Por qué la Religión sigue siendo tan demandada por las familias andaluzas a pesar de los ataques que recibe?
Más del 75% del alumnado andaluz elige la asignatura de Religión. En Córdoba el 70% en los centros públicos y el 95% en los centros concertados y privados.
La religiosidad popular en Andalucía es muy fuerte, está muy arraigada. Esto, indudablemente influye. También se hace una extraordinaria labor eclesial en cada Diócesis de nuestra Comunidad. Muchas veces nuestro Obispo, Don Demetrio, nos dice que se trata de una Iglesia viva y joven.
El esfuerzo del profesorado de Religión también es considerable y se ganan apulso su lugar en los claustros y entre las familias.
Pero yo pienso que, aunque las estadísticas bajaran, la presencia de la asignatura de religión y de la educación de la trascendencia es fundamental para que exista una auténtica educación integral y para que el ser humano no enferme social e individualmente.
¿Sigue habiendo confusión entre la clase de Religión y la catequesis?
Está suficientemente delimitado el ámbito de cada realidad: mientras el ámbito de la catequesis está dirigido a la formación de la comunidad cristiana en las distintas etapas de la vida, con una metodología propia y unos fines muy bien delimitados para ayudar a la vivencia y celebración de la fe; la Enseñanza Religiosa Escolar, difiere de los objetivos y métodos de la catequesis. Es la aportación de la religión en la formación y educación de la persona del s. XXI, tan sumamente importante para el desarrollo integral de la persona. Con un método científico propio, adaptada a las leyes educativas del momento y con un fuerte compromiso educativo que ayude a la persona al crecimiento intelectual y personal, a la comprensión del mundo, de la cultura y sentido de la vida.
Los profesores de Religión van teniendo cada vez más clara esta distinción. También desde la Conferencia Episcopal española se han ido presentando documentos que van clarificando cada vez más la identidad y misión de las Enseñanza Religiosa Escolar.
La asignatura de Religión es elegida por el alumno, frente a materias. Cuando se plantea debate sobre la asignatura, ¿dónde queda el derecho de los alumnos?
Donde queda el derecho de los alumnos y el de las familias, a elegir la educación moral y ética que deseen…
La asignatura de Religión confesional debe poder elegirse en libertad y en igualdad de oportunidades. Si el sistema educativo pone trabas para esto y genera agravios comparativos, no está cumpliendo. Puedes ofertar la clase de Religión porque no te quede más remedio y no puedas eliminarla del currículo, pero si la ofertas en unas condiciones que obstaculizan y ensombrecen el expediente académico del alumnado no estás haciendo lo correcto. Igualmente si al alumnado que elige Religión le privas de oportunidades educativas o le cargas el horario escolar.
Es lo que se ha hecho en la LOMLOE al eliminar la asignatura espejo, por ejemplo, o al ser la Religión evaluable pero no computable como nota media para algunos aspectos del expediente del alumno.
PILAR OSUNA
PROFESORA DE RELIGIÓN CATÓLICA
Una vocación, un servicio, una llamada
Pilar Osuna lleva diecisiete años impartiendo la asignatura de Religión Católica. Se ha acercado a jóvenes creyentes y no creyentes ofreciendo su conocimiento y dando a manos llenas, con gestos y con palabras, esa parte intangible que hace de la experiencia un modo de estar cerca. Y no siempre ha sido fácil. Como profesora de religión católica en uno de los institutos de Montoro, en la provincia de Córdoba, ha comprobado el rechazo en alguna reunión de claustro, pero también la cercanía de profesores que lejos de la religión han apoyado su labor. Los profesores cristianos que ha tenido cerca la han acompañado en su trabajo y juntos se han identificado como Iglesia. Ella sigue invocando la esperanza.
Trescientos alumnos la eligen como docente cada año. Otras asignaturas no pasan ese filtro porque son obligatorias. Alegría y cercanía definen sus clases, quizás por eso los alumnos no creyentes la paran por el pasillo y le confían parte de sus vidas adolescentes, agitadas y cambiantes.
Trabajar con jóvenes es una vocación para esta profesora formada en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas de Córdoba. Hacerlo en un centro público de enseñanza la convierte en la primera trinchera de la Iglesia: “lo vivo con alegría, profundidad y responsabilidad”. Su vocación docente parte de su juventud, al encontrarse con la guía y orientación de un buen sacerdote, “a él le debo ser Iglesia, sentirme Iglesia; su testimonio de párroco bueno y entregado que me hizo plantearme que yo también quería servir así a la Iglesia”. Aquel testimonio de sacerdote joven, que hoy es el obispo de Guadix, monseñor Francisco Jesús Orozco, despertó una vocación docente, atravesada de servicio a la Iglesia que la llamaba a la misión de mostrar la Religión católica a jóvenes no siempre creyentes. Y desde entonces dedica su vida a expresar su identidad católica en un instituto público.
Un profesor de religión en pleno siglo XXI, sostiene, tiene que tener clara su identidad eclesial y vivir con coherencia esa amistad con Dios a través de los sacramentos; además, debe tener una gran formación académica. “Nadie puede trasmitir lo que no tiene”, asegura cuando le preguntan por métodos pedagógicos, tiene claro que su tesoro mayor es Jesucristo y en ofrecer la Verdad empeña tiempo y recursos. Su trabajo consiste en que los jóvenes conozcan el Evangelio “sin quitar ni un punto ni una coma”, aunque aclara que la clase no es una catequesis. Para esta trasmisión del Evangelio, Pilar se sirve de manuales que plantean unos objetivos curriculares y para eso es precisa la formación del docente. Como diplomada en Ciencias Religiosas contó con formadores religiosos y laicos que le han permitido profundizar en la fe y dar razones a los jóvenes. Ahora lo trasmite con apertura y sentido de la adaptación.
A Pilar le gusta el reto de la cercanía con el alumnado, ella tiene trescientos y algunos no son creyentes, “admiten que no tienen fe pero si quieren estar en las clases”. Ese es el punto de partida a la hora de empezar cualquier sesión y supone para ella un tiempo de acompañamiento a los alumnos, en una etapa vital llena de dudas y vacilaciones. Esta diferencia en la elección entre alumnos creyentes y no creyentes no puede rebajar en nada el contenido de la asignatura, pero llama la atención el sincretismo en una misma aula.
La asignatura de Religión Católica tiene una materia curricular amplia que también te lleva a hablar a otras religiones, de la doctrina social de la Iglesia y ella lo hace “proponiendo; no Imponiendo. Enseñando; no obligando”. Este es para ella el carácter principal del profesor del religión del siglo XXI “porque estamos inmersos en una sociedad secularizada”.
En Montoro, la localidad cordobesa donde trabaja, hay dos parroquias y Pilar tiene contacto con los dos párrocos porque considera que el eje Parroquia-Familia-Escuela vertebra el buen funcionamiento de los centros de secundaria, donde también hay niños matriculados en la asignatura de religión católica con necesidades educativas especiales. Antonio, Mari Ángeles o Manuel son los nombres de los primeros de la clase, por los que adapta métodos y cuando ellos hablan, asistidos por el monitor, “el silencio es total. Respetamos. Fundamentalmente a ellos. Son parte fundamental dentro del aula”. Para esta profesora de Religión Católica lo principal es “nuestro alumno, nuestra alumna”.