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Columbarios parroquiales para la veneración y el recuerdo

Las cenizas de los católicos no se pueden esparcir ni dividir. La tradición cristina señala el enterramiento de los cadáveres en un lugar sagrado, Iglesias o cementerios, y así se expresa en la Liturgia de la Iglesia: «La vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma: y, al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo» (Misal Romano, Prefacio de difuntos, I).

La Instrucción Ad resurgendum cum Christo acerca de la sepultura de los difuntos y la conservación de las cenizas en caso de cremación señala que cuando razones de tipo higiénicas, económicas o sociales lleven a optar por la cremación, ésta no debe ser contraria a la voluntad expresa o razonablemente presunta del fiel difunto ni su elección debe estar guiada por “por razones contrarias a la doctrina cristiana”. Así, “la Iglesia no ve razones doctrinales para evitar esta práctica, ya que la cremación del cadáver no toca el alma y no impide a la omnipotencia divina resucitar el cuerpo y por lo tanto no contiene la negación objetiva de la doctrina cristiana sobre la inmortalidad del alma y la resurrección del cuerpo”, recoge la Instrucción Piam et constantem (5 de julio de 1963) de la Suprema Sagrada Congregación del Santo Oficio.

Esta instrucción establece que ante la opción de la cremación del difunto, sus cenizas deben mantenerse en un lugar sagrado: cementerio, iglesia o en un área especialmente dedicada a tal fin por la autoridad eclesiástica competente. Con la conservación de las cenizas en un lugar sagrado, la Iglesia persigue favorecer la oración y el recuerdo de los familiares y de toda la comunidad cristiana, como ratifico el Papa Francisco al aprobar la Instrucción del 2 de marzo de 2016.

Del cumplimiento de la normativa deriva la decisión de una docena de parroquias de la diócesis de Córdoba de dotar con columbarios sus dependencias, un servicio ofrecido para poder depositar las cenizas de los fieles difuntos en un lugar sagrado, cercano al altar en la mayoría de los casos e investido de respeto y seguridad ante nuestra fe en la resurrección. Los Columbarios parroquiales cumplen el objetivo de poder mantener viva la memoria de nuestros difuntos de manera cristiana y protegiendo sus reliquias para su veneración.

Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Priego de Córdoba

cuenta con columbario desde 2013 y está situado en la Cripta central de la primera planta del templo diocesano con acceso desde la sacristía principal. En la actualidad tiene capacidad para 130 cenizarios o lóculos, con capacidad para un máximo de ocho urnas cada uno. Su ocupación se eleva a un 30%, mientras un 20% de este espacio funerario está reservado.

Parroquia de Cristo Rey y Nuestra Señora del Valle de Córdoba

ofrece este servicio desde 2017. Este columbario se sitúa en el sótano del templo y, atendiendo a las necesidades crecientes de esta zona populosa de la capital de expansión de Córdoba, es uno de los más grandes de la diócesis con 300 lóculos disponibles donde pueden depositarse hasta cuatro urnas en un buen porcentaje de ellos.

Parroquia de Santa Rafael María del Sagrado Corazón

el columbario está a la derecha de la entrada principal, fue bendecido en 2.012, solo tres años después de la consagración de la Parroquia. En mayo de aquel mismo año se depositó la primera urna. Consta de 84 lóculos con espacio para cuatro o cinco urnas cada uno. En la actualidad hay depositadas 27 urnas, lo que representa un 30% de ocupación y se registra ya la reserva de algunas familias de la parroquia. Cada segundo viernes de mes se celebra un responso por los difuntos en el columbario parroquial.

Parroquia de San Vicente Ferrer

Ferrer es el columbario más reciente de toda la Diócesis. Situado en la sala más próxima al altar mayor de la Iglesia, fue bendecido por el Obispo de Córdoba en junio pasado y desde entonces se han hecho quince reservas. Todavía no hay depositada ninguna urna en sus 50 lóculos. La parroquia dispone de información en su página web, donde se explica las modalidades de solicitud que pueden realizarse. El depósito tiene una duración de 40 años y pueden hacerse urnas de cualquier fiel, aunque no sea feligrés del templo de Cañero.

Parroquia de San Nicolás de la Villa

está establecido el columbario parroquial para custodia y veneración de los restos de los difuntos de su feligresía. Este columbario ofrece lóculos familiar o compartido y a ellos se puede acceder con o sin reserva. En la actualidad, el columbario parroquial tiene una ocupación del 44,16% y una permanencia por cincuenta años.

Parroquia de la Inmaculada Concepción de la Carlota

construyó su columbario en 2015. Situado bajo el altar mayor, cuenta con 50 lóculos, la mitad con capacidad de hasta tres urnas. En la actualidad están ocupado cuatro lóculos. El tiempo de permanencia de los restos es de treinta años.

Parroquia de Nuestra Señora de la Paz

del Barrio de San Basilio en Córdoba cuenta con columbario desde enero de 2018. Está dotado con 118 lóculos con capacidad para cuatro urnas cada uno. Diez de ellos pueden albergar hasta seis urnas. Ubicado en la trasera del retablo principal está al 35% de su capacidad. Los restos de los fieles pueden permanecer hasta 50 años.

Parroquia de El Salvador y Santo Domingo de Silos (La Compañía)

fue construido en 2007 y entró en uso al año siguiente. Situado bajo el presbiterio de la Iglesia, tiene acceso desde la antigua sacristía y a través del presbiterio. Cuenta con 392 lóculos, en su mayoría con  capacidad pada dos urnas, otros 32 permiten la ocupación de tres cofres y hay 15 individuales. La permanencia es de 30 años, prorrogable otros 25.

Parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza de Córdoba

data de 2016 y su bendición por parte del obispo de Córdoba fue el 24 de septiembre de aquel año. Está situado en la primera planta del templo diocesano. Dotado con 102 lóculos, cuenta con una capacidad de dos urnas por nicho. En la actualidad está ocupado en un 45% de su capacidad. Hay tres modalidades de permanencia de 20, 25 y 30 años.

Parroquia de la Purísima Concepción (Fuente Palmera)

cuenta con un columbario desde el año 2018. Dotado con 36  lóculos familiares con capacidad para 4 urnas individuales, dispuestos en seis filas y seis columnas. También consta de un depósito común con capacidad para unas 50 urnas individuales. El tiempo de permanencia en los lóculos individuales es de 30 años y sin límite de tiempo en el comunitario. Está situado en un lugar privilegiado cerca del altar, en la capilla del Santo Sepulcro y pegado a la sacristía.

Parroquia de Ntra. Sra. de la Asunción (Luque)

consta de 20 lóculos con capacidad para 3 ó 4 urnas cada uno. De los que se ha ocupado tres desde su creación en 2012 y bendecido por el Obispo de Córdoba en junio de ese año. Situado en una pequeña cripta al acceder al templo, permite una permanencia de hasta 50 años.

Parroquia de San Juan y Todos los Santos (Trinidad)

aloja desde el año 2007 en su cripta el columbario parroquial con 162 lóculos de dos urnas cada una de los que quedan 49 individuales sin ocupar. El Columbario se ubica en la entrada del templo, ocupando el espacio de una antigua cripta aparecida durante la reforma de la Iglesia.