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ANTONIO PRIETO, OBISPO ELECTO DE ALCALÁ DE HENARES

By 3 de abril de 2023Tema de la semana

La solidez de un pastor alegre

Las campanas de la Catedral de Córdoba lo han anunciado a las doce de la mañana del día 1 de abril. Es la gran noticia eclesial: don Antonio Prieto ha sido elegido por el Papa Francisco Obispo de la Diócesis de Alcalá de Henares. Se convierte así en el cuarto Obispo de la sede Complutense tras su restauración y también el cuarto de los Obispos españoles procedente de Córdoba en quince años. La Diócesis madrileña recibe a un obispo joven, experto en moral, hasta ahora Vicario General de la Diócesis; párroco in solidum de la Parroquia de San Miguel Arcángel de Córdoba, antiguo rector del Seminario, profesor y autor de numerosas publicaciones en revistas, congresos y simposio. Un nombramiento con el que gana toda Iglesia de hoy. “El Papa se ha fijado en él y eso nos alegra enormemente”, ha escrito con motivo de este nombramiento el Obispo de Córdoba en su carta pastoral como síntesis del sentir de toda la Diócesis, que ha recibido la noticia con alegría, en medio del  clima festivo que siempre depara el inicio de la Semana Santa.

El Obispo electo de Alcalá de Henares es hombre de grandes virtudes equilibradas. Todas se concretan en una personalidad intelectual destacada y cada una se eleva en tal grado, que tiempo atrás permitió al que ha sido su director espiritual en el seminario, Don Gaspar Bustos, decir que se trataba de un joven “de altas virtudes compensadas”. Entonces era vicerrector del Seminario y su celo por la oración, su dedicación al trabajo y una impronta personal llena de vida, cordialidad y empatía, lo han ido configurado como el sacerdote cercano, el canónigo magistral reflexivo, el vicario general eficaz y disponible, el rector del Seminario entregado a la guía de vocaciones; el conferenciante erudito y amable y el incansable estudioso de la Moral a la luz del Evangelio.

Su sólida formación intelectual se inicia en un entorno científico al comenzar estudios de medicina en la Universidad de Córdoba, vocación que ya anunciaba su temprana inquietud por la dignidad del ser humano y su cuidado. Su respuesta a la vocación sacerdotal surge en los dos primeros cursos de Medicina y Cirugía y fue guiada por el párroco de su pueblo, don Juan Correa, al que agradeció en el día de su anuncio episcopal con un recuerdo agradecido “que me ayudó a descubrir el regalo de la vocación sacerdotal”. Un agradecimiento que se extiende a sus formadores en el Seminario, D. Manuel Pérez y D. Gaspar Bustos, “que me enseñaron a ser sacerdote, más con su testimonio de vida que con su palabra”.

A lo largo de 22 años de servicio a la Diócesis de Córdoba, D. Antonio Prieto ha desarrollado un intensa labor formativa en la Pastoral de Familia y Vida, ha tenido un enorme compromiso con la vocación sacerdotal y ha acompañado a muchas personas en dificultad, asistido por una entrega pastoral que en los últimos años ha cristalizado también en su función como sacerdote in solidum  de la Parroquia de San Miguel Arcángel de Córdoba, donde su feligresía ha recibido con emoción el anuncio de su cercana ordenación episcopal, aunque su marcha representa para muchos una separación inesperada.

A las doce en punto del día 1 de abril, en el salón del Trono del Palacio Episcopal de Córdoba, el Obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, tomaba la palabra para anunciar el nombramiento del Papa Francisco. Tras rezar el Ángelus, el obispo de Córdoba ha dado lectura al comunicado de la Santa Sede en la que la Nunciatura Apostólica informaba al Obispo de Córdoba del nombramiento del nuevo obispo. Después, ha desgranado parte de su extenso currículum. Una vez hecha la entrega de la Cruz Pectoral con la reliquia de San Juan de Ávila, momento en que los asistentes han aplaudido con emoción. Don Demetrio ha destacado esta emoción por el anuncio, un motivo de “gozo grande y un poco de dolor “ que “ha servido a la Diócesis de Córdoba durante 23 años y toda la diócesis de Córdoba valora sus muchas cualidades con las que seguirá sirviendo a la Iglesia en otro lugar, estos dones son desproporcionados a la capacidad que uno tiempo, es gracia de Dios”

En este lugar, el Consejo Episcopal, Canónigos de la Catedral, sacerdotes, seminaristas, feligreses y vecinos de La Rambla, localidad natal del nuevo Obispo, se disponían a escuchar al nuevo Obispo que ha pedido a todos oraciones hasta su consagración episcopal, el próximo 10 de junio.

En el día en que se hace público mi nombramiento como Obispo de Alcalá de Henares, quiero agradecer al Papa Francisco la confianza que deposita en mi pobre persona, y manifestarle mi total adhesión y afecto. Os confieso que estoy viviendo este nombramiento con verdadero temor y temblor. Me siento muy pobre e inexperto para asumir una enorme responsabilidad, que me sobrepasa. Sin embargo, tengo toda la confianza puesta en el Señor, que se sirve de “lo débil del mundo” (1Co 1,27) para realizar sus obras.

Desde que recibí la noticia de mi nombramiento, el pasado 12 de marzo, siento como algo propio a todos y cada uno de los fieles de Alcalá de Henares: sacerdotes, diáconos, seminaristas, consagrados y laicos. Tengo un gran deseo de poner toda mi persona a su servicio, para compartir con ellos el don precioso de la vocación cristiana y la llamada a la santidad. Mis diocesanos de Alcalá tendrán que enseñarme a ser Obispo y espero que tengan mucha paciencia conmigo.

En estos días, me estoy encomendando especialmente a los Santos Niños mártires Justo y Pastor, patronos de Alcalá de Henares. Tengo la certeza de que ellos me cuidarán y me acompañarán en todo momento. También siento muy cercano a San Juan de Ávila, que estudió en la Universidad de Alcalá y ejerció su ministerio sacerdotal como clérigo cordobés. En este gran Doctor de la Iglesia veo un vínculo entre la diócesis en la que he nacido y la diócesis complutense, que es ya mi esposa amada, a la que quiero servir con todo mi corazón.

Tengo toda la confianza puesta en el Señor, que se sirve de «lo débil del mundo» para realizar sus obras

Me siento muy feliz de ser enviado a Alcalá de Henares, una diócesis rica en historia y, al mismo tiempo, joven y viva. Recibo el testigo de D. Juan Antonio Reig Pla, al que quiero agradecer su entrega y servicio durante trece años. También quiero agradecer la solicitud pastoral de D. Jesús Vidal Chamorro, Administrador Apostólico durante el periodo de sede vacante. Dios les pague a los dos su dedicación y generosidad.

Doy gracias a Dios por todo lo que he recibido de la Diócesis de Córdoba. En esta Diócesis nací a la fe, que me transmitieron mis padres y mi familia. Quiero expresar mi recuerdo agradecido al párroco de mi pueblo, D. Juan Correa, que en paz descanse, que me ayudó a descubrir el regalo de la vocación sacerdotal. Gracias a mis formadores en el Seminario “San Pelagio”, D. Manuel Pérez y D. Gaspar Bustos, que me enseñaron a ser sacerdote, más con su testimonio de vida que con su palabra. Dios ha tenido la bondad de poner en mi vida muchas personas que me han ayudado, pero creo nadie lo ha hecho tanto como nuestro querido D. Gaspar. Dios se lo pague.

Quiero dar las gracias encarecidamente a los Obispos que el Señor me ha regalado en mi vida sacerdotal. A D. Javier Martínez, que me ordenó sacerdote y me abrió el horizonte de los estudios en Roma. A D. Juan José Asenjo, que me nombró rector del Seminario y depositó en mí tanta confianza; y sobre todo a D. Demetrio Fernández, con el que he podido colaborar estrechamente en los últimos trece años, cinco de ellos como su Vicario General. Muchas gracias D. Demetrio, por ser para mí un padre y un amigo. Muchas gracias por su testimonio de vida interior, de trabajo incansable, de celo por las almas. Gracias por su amor y fidelidad a Jesucristo y a la Iglesia, por su audacia y fortaleza en las dificultades, por su consejo siempre certero y por su confianza amable. Querido D. Demetrio, nunca olvidaré lo que he aprendido de usted, y espero seguir contando con su ayuda y su amistad.

Quiero dar las gracias a mis hermanos sacerdotes y seminaristas de Córdoba, a los que quiero con todo mi corazón. Especialmente, quiero dar las gracias a aquellos sacerdotes con los que he colaborado en el Seminario, en las Parroquias a las que he servido, en el Cabildo Catedral y en la Curia diocesana. Gracias por ser para mí una familia entrañable, con la que compartir la vocación y la misión, penas y alegrías, ilusiones y proyectos.

Doy muchas gracias al Señor por tantos y tan buenos laicos como Dios ha puesto en mi camino durante mi vida sacerdotal, especialmente por los matrimonios de la Delegación de Familia, los trabajadores del Seminario y de la Curia diocesana, y, en los últimos años, por los feligreses de la Parroquia de San Miguel, que me han acogido con tanto cariño.

Quiero dar las gracias a los religiosos contemplativos y a todos los miembros de la vida consagrada, en sus diferentes formas y carismas, que tanto me han sostenido con su oración y amistad. Finalmente, quisiera expresar mi acción de gracias a los enfermos y personas sufrientes, que, con su fe, su oración y su ejemplo, me han enseñado que la fuerza se realiza en la debilidad.

He escogido como lema episcopal: “Para que tengan vida” (Jn 10,10), unas palabras del Evangelio de San Juan, en las que Jesucristo, Buen Pastor, explica el sentido de su misión redentora. Con estas palabras, quiero poner a Jesucristo en el centro de mi vida y de todas mis tareas. Más que una ideología o un sistema ético, el Cristianismo es una plenitud de vida recibida en la amistad con Cristo. Una vida que se comparte en la comunión de la Iglesia y que se convierte en testimonio para el mundo, para que todos tengan vida y la tengan en abundancia.

A todos os ruego que recéis por mí, en este tiempo de preparación hasta mi ordenación episcopal, que tendrá lugar, D. m., el próximo día 10 de junio, en la Catedral Magistral de Alcalá de Henares. Os espero a todos en esta celebración. Me encomiendo a la protección de la Virgen de la Fuensanta y a la custodia de San Rafael, y pido a Dios que siempre tenga misericordia de mí. Muchas gracias de corazón.

Córdoba, 1 de abril de 2023.

+ Antonio Prieto Lucena, Obispo electo de Alcalá de Henares

El Papa Francisco nombra a Don Antonio Prieto Lucena obispo de Alcalá de Henares

  • Será el cuarto obispo de Alcalá de Henares desde la restauración de la Sede Complutense

  • Su consagración episcopal tendrá lugar el 10 de junio en la Catedral Magistral de los Santos Niños Justo y Pastor

  • Con el nombramiento del Vicario General de la Diócesis, son tres los Obispos procedentes de Córdoba, elegidos por el Papa durante el episcopado de Monseñor Demetrio Fernández

El Papa Francisco ha nombrado obispo de Alcalá de Henares a don Antonio Prieto Lucena, Vicario General y Moderador de la Curia de la Diócesis de Córdoba, canónigo Magistral de la Santa Iglesia Catedral y profesor de Teología Moral y Dogmática.

El nuevo obispo electo de Alcalá de Henares, hasta ahora párroco in solidum de la Parroquia de “San Miguel Arcángel” de Córdoba, nació el 13 de enero de 1974 en la Rambla (Córdoba). Durante dos años, cursó estudios de Medicina y Cirugía en la Universidad de Córdoba e ingresó en el Seminario Conciliar “San Pelagio” en septiembre de 1996. Ha servido a la Iglesia de Córdoba durante 23 años, desde el 2 de julio del año 2000, cuando fue ordenado sacerdote por monseñor Javier Martínez, en la Catedral de Córdoba.

En la Diócesis de Córdoba, ha desempeñado diversos cargos pastorales, primero como vicerrector y rector del Seminario Conciliar “San Pelagio” (2004-2018), y posteriormente como Vicario General y moderador de la Curia (2018-2023), cargo que ocupa en el momento de su nombramiento episcopal. También ha sido sacerdote adscrito a las Parroquias de San Isidro Labrador, en El Higuerón (2004-2005) y a la Parroquia-Basílica de San Pedro, en Córdoba (2005-2007). En 2016 fue nombrado canónigo de la Santa Iglesia Catedral de Córdoba y dos años más tarde asumió la dignidad de Canónigo Magistral. Dentro del Cabildo Catedral, participó en la creación del Foro Osio, dedicado a la promoción de la cultura, en diálogo con la fe y el humanismo cristiano.

Don Antonio Prieto Lucena ha desempeñado una intensa actividad en la pastoral familiar, como consiliario de la Delegación diocesana de Familia y Vida (2004-2015), ha estado al frente de la pastoral vocacional (2007-2018) y ha formado parte del Equipo de la Delegación para el clero (2015-2018). También ha formado parte del Consejo del Presbiterio (2004-2023) y del Colegio de Consultores (2012-2023) de la Diócesis de Córdoba.

Estudios y formación teológica

Don Antonio Prieto Lucena es doctor en Teología Moral por la Universidad Eclesiástica “San Dámaso” de Madrid. En 2002, obtuvo la Licenciatura en Teología del Matrimonio y la Familia en el Pontificio Instituto “Juan Pablo II”, de la Universidad Lateranense. En Córdoba, ha sido profesor de diversos cursos relacionados con la Teología Moral y Dogmática, en el Seminario Conciliar “San Pelagio” y en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas “Beata Victoria Díez”, del que fue Director entre los años 2005 y 2007. También ha impartido clases en el Máster de Pastoral Familiar del Pontificio Instituto “Juan Pablo II”, en la Universidad Eclesiástica “San Dámaso” de Madrid y en el Instituto para la Consulta y Especialización Bioética de Córdoba.

Entre los años 2012 y 2015 dirigió el Servicio de Publicaciones de la Diócesis de Córdoba, y, en el año 2012, fue nombrado Miembro de la Comisión Teológica Asesora de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la fe, de la Conferencia Episcopal Española.

Una tesis doctoral y numerosas publicaciones

Por lo que respecta a sus publicaciones, además de su tesis doctoral: De la experiencia de la amistad al misterio de la caridad. Estudio sobre la evolución histórica de la amistad como analogía teológica desde Elredo de Rieval hasta Santo Tomás de Aquino (Madrid, Facultad de Teología “San Dámaso”, 2007), ha publicado diversos artículos en revistas especializadas y en las actas de distintos Congresos y Simposios organizados por el Pontificio Instituto Juan Pablo II o por la Universidad Eclesiástica “San Dámaso”.

Otros Obispos procedentes de la diócesis de Córdoba

Con la consagración, el próximo 10 de junio, de Antonio Prieto Lucena como obispo de Alcalá de Henares, son cuatro los sacerdotes procedentes de la diócesis de Córdoba que han recibido el encargo episcopal de la Santa Sede en los últimos quince años.

En 2010, fue ordenado obispo de Burgos monseñor Mario Iceta Gavicagogeascoa, que, en 2008, fue llamado desde la diócesis de Córdoba para ser obispo auxiliar y después titular de la diócesis vasca de Bilbao. El actual obispo de Huelva, monseñor Santiago Gómez Sierra, prestó servicio pastoral en la diócesis de Córdoba hasta que fue nombrado, en 2011, obispo auxiliar de la Archidiócesis de Sevilla; y monseñor Francisco Jesús Orozco, natural de Villafranca de Córdoba, fue nombrado por el Papa Francisco obispo de Guadix el 30 de octubre de 2018, después de haber prestado su servicio sacerdotal a la diócesis cordobesa durante 23 años y ser Vicario General durante siete años.

Notas históricas sobre la Diócesis Complutense

I Etapa

Origen de la Iglesia particular de Complutum

La Iglesia de Alcalá de Henares tiene tras de sí una larga y fecunda historia cuyos orígenes se remontan al siglo V, cuando Asturio, Obispo de Toledo, encuentra en el «Campo Laudable» las reliquias de los Santos Niños Justo y Pastor, martirizados un siglo antes. Asturio ordena edificar allí un templo y establece en Complutum su sede episcopal.

Así comienza la Diócesis de Complutum en la época romano-visigótica, que permaneció como tal hasta finales del siglo IX.

II Etapa

Supresión de la Diócesis de Complutum y adscripción de sus territorios a la Archidiócesis de Toledo

Por bula del Papa Urbano II de 4 de mayo de 1099, la Diócesis Complutense fue agregada a la de Toledo.

A comienzos del siglo XII, los Arzobispos de Toledo realizan en Alcalá diversas e importantes obras arquitectónicas, culturales y religiosas, entre las que destaca el Palacio Arzobispal, ampliado, entre otros por el Arzobispo Pedro Tenorio a fines del siglo XIV.

La Iglesia de los Santos Justo y Pastor, construida en 1136 por el arzobispo Raimundo, fue elevada al rango de Colegiata por bula del Papa Sixto IV, el 21 de agosto de 1479. Reedificada por el Cardenal Cisneros a fines del siglo XV, el Papa León X le concedió el título de «Magistral» el 10 de marzo de 1519.

A Don Alonso Carrillo de Acuña se debe la fundación del convento franciscano de Santa María de Jesús, convento del que fue hortelano y portero San Diego de Alcalá en la segunda mitad del siglo XV. Su cuerpo incorrupto descansa en la Iglesia Magistral, hoy Catedral, en donde yacen también los restos mortales de D. Alonso Carrillo y del Cardenal Cisneros.

A finales del siglo XV, el Cardenal Cisneros funda la Universidad de Alcalá, con bula del Papa Alejandro VI, donde se llevará a cabo la edición de la Biblia Políglota Complutense y en 1508 funda el monasterio de San Juan de la Penitencia.

A fines del siglo XVIII, y con la desamortización de Mendizábal, comienza la decadencia de Alcalá, que se agudiza con el traslado de la universidad Complutense a Madrid en 1836.

Los cardenales de Toledo que sucedieron a Cisneros dejaron también su impronta en la ciudad de Alcalá. Obra de Fonseca es, por ejemplo, la fachada principal del Palacio Arzobispal, todavía hoy en pie.

III Etapa

Erección de la Diócesis de Madrid-Alcalá

En 1885, el Papa León XIII, por la bula Romani Pontifices Praedecessores crea la Diócesis de Madrid-Alcalá, como sufragánea de la Archidiócesis de Toledo.

La presencia del término «Alcalá» en el nombre compuesto de la Diócesis asumía la memoria de la antigua diócesis de Complutum. La diócesis de Madrid-Alcalá honró a la Ciudad del Henares nombrando copatronos de la nueva Diócesis a los Santos Niños Justo y Pastor.

Por la bula Romanorum Pontificum semper de Pablo VI (25-3-1964), la sede episcopal de Madrid fue elevada a arzobispal, sin sufragáneas, dependiente directamente de la Santa Sede, dejando de ser sufragánea de Toledo.

IV Etapa

Restauración de la antigua Diócesis Complutense

Tras un largo y laborioso trabajo, el Cardenal-Arzobispo de Madrid, D. Ángel Suquía Goicoechea, estimó oportuno pedir a la Santa Sede la desmembración de la extensa Archidiócesis de Madrid-Alcalá.

Con la bula In hac beati Petri cathedra de S.S. el Papa Juan Pablo II, de 23 de julio de 1991, se restaura la antigua diócesis de Complutum, poniendo la Sede en la Insigne Iglesia Magistral de los Santos Niños Justo y Pastor, que queda elevada al rango de Catedral.

El primer obispo de la restaurada Sede Complutense fue S.E.R. Mons. Manuel Ureña Pastor, quien la gobernó hasta el 1 de julio de 1998, en que fue nombrado obispo de Cartagena, permaneciendo como Administrador Apostólico hasta la llegada del nuevo Obispo.

El día 27 de abril de 1999 fue nombrado Obispo de Alcalá de Henares el Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D. Jesús E. Catalá Ibáñez, hasta entonces Obispo Auxiliar de la Archidiócesis de Valencia, quien rigió la sede complutense hasta el 10 de octubre de 2008, cuando fue nombrado Obispo de Málaga.

Durante el período de Sede Vacante, desde el 15 de diciembre de 2008 hasta la toma de posesión del nuevo Obispo, administró la Diócesis Mons. Florentino Rueda Recuero, por elección del Colegio de Consultores.

El día 7 de marzo de 2009, Año Paulino, en la festividad de las Santas Perpetua y Felicidad, mártires, el Santo Padre Benedicto XVI eligió Obispo de Alcalá de Henares a S.E.R. Juan Antonio Reig Pla, hasta entonces Obispo de Cartagena. Tomó posesión de la Sede Complutense el 25 de abril de 2009.

El día 1 de Abril, en el sábado de pasión del año 2023, el Papa Francisco, nombró Obispo de Alcalá de Henares a Antonio Prieto Lucena, hasta entonces Vicario General de la Diócesis de Córdoba y Canónigo Magistral de su Santa Iglesia Catedral.

PEDRO CABELLO MORALES

PÁRROCO “IN SOLIDUM” DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL DE CÓRDOBA

«Llevamos treinta años juntos. Tendré que aprender a caminar sin él»

“Nos alegramos mucho por Alcalá y por la Iglesia Universal, pero también formo parte de los “dolientes” de esta noticia, porque para mí Antonio Prieto es mi hermano, llevamos treinta años juntos, somos del mismo curso, veinte años trabajando juntos, es mi mejor amigo, mi hermano, mi consejero, mi confesor, mi compañero de trabajo y ahora tendré que aprender a caminar sin él, junto a los fieles de San Miguel con quienes se ha volcado. Ellos se quedan un poco huérfanos porque Don Antonio ha sido muy especial, ha sido un buen hermano y un buen pastor junto a todo los matrimonios, los niños, los jóvenes, los pobres y los enfermos”.

JOAQUÍN ALBERTO NIEVA GARCÍA

DEÁN PRESIDENTE DEL CABILDO CATEDRAL DE CÓRDOBA

«Para el Cabildo Catedral de Córdoba es motivo de gozo esta designación»

“Para el Cabildo Catedral de Córdoba es una buena noticia esta designación que ha hecho el Santo Padre de un compañero, Antonio Prieto, canónigo magistral. Para nosotros es un gran honor que se une a la designación anterior de tres canónigos, Mons. Mario Iceta, Mons. Santiago Gómez y Mons. Francisco J. Orozco, que han sido nombrados anteriormente; por lo tanto, es motivo de gozo, de alegría, de acción de gracias a Dios y también, en este momento, una obligación de corresponder al don que le hace él rezando más y encomendándole al Señor para que le ayude en esta nueva tarea”.

CARLOS GALLARDO PANADERO

RECTOR DEL SEMINARIO CONCILIAR “SAN PELAGIO”

«Antonio Prieto ha sabido ordenar de forma ecuánime el Seminario»

“Yo dividiría el legado de Don Antonio Prieto en el Seminario de Córdoba en tres puntos fundamentales. El primero, es que ha creado comunidad, en la que se ama a la Iglesia, se es fiel al magisterio del Santo Padre y ha fomentado mucho la amistad sacerdotal. En segundo lugar, ha fortalecido mucho la formación humana y ha sabido acercarnos a toda la Doctrina Social de la Iglesia y de otros medios para poder formarnos humanamente como sacerdotes, hombres que se entregan a Dios. Y en tercer lugar, ha sabido ordenar de forma ecuánime el Seminario, en su sentido formativo, educativo, las clases y los trabajadores, además de cuidar el espíritu de cada seminarista y al mismo tiempo ayudarle a descubrir se verdadera vocación y saberla orientar”.

JORGE JIMÉNEZ AGUILAR

ALCALDE DE LA RAMBLA

«Las campañas de todas las iglesias de La Rambla han repicado en señal de júbilo»

“Los fieles de La Rambla hemos recibido con muchísimo gozo y alegría el nombramiento de nuestro vecino Antonio Prieto. Aunque ha sido algo que pudiera ser esperado por muchísimas personas en la localidad, cuando se confirmó la noticia sentimos una explosión de gozo y júbilo entre todos los rambleños. Tanto así, que han sonado todas las campanas de las iglesias de La Rambla en la mañana del sábado, 1 de abril, en señal de júbilo y agradecimiento al Señor por este nombramiento”.

Saludo de Mons. Antonio Prieto Lucena, a la diócesis de Alcalá de Henares

Queridos diocesanos de Alcalá de Henares:

En el día en que se hace público mi nombramiento como vuestro Obispo, quiero enviaros un saludo muy cordial desde Córdoba. Espero conoceros y saludaros muy pronto. Desde que recibí la noticia de mi nombramiento, el pasado 12 de marzo, os siento a todos como algo propio y como un enorme regalo que Dios me hace. Tengo un gran deseo de poner toda mi persona a vuestro servicio, para compartir con vosotros el don precioso de la vocación cristiana y la llamada a la santidad.

Agradezco al Papa Francisco la confianza que deposita en mi pobre persona, y le manifiesto mi total adhesión y afecto, pero os confieso que recibo mi nombramiento con verdadero temor y temblor. Me siento muy pobre e inexperto para asumir una enorme responsabilidad, que me sobrepasa. Sin embargo, tengo toda la confianza puesta en el Señor, que se sirve de “lo débil del mundo” (1Co 1,27) para realizar sus obras. Vosotros tendréis que enseñarme a ser Obispo, al estilo de Jesucristo, Buen Pastor, que da la vida por sus ovejas (cfr. Jn 10,11).

Desde hace días, me estoy encomendando mucho a los Santos Niños mártires Justo y Pastor, nuestros patronos. Tengo la certeza de que ellos cuidan de nuestra diócesis y velan por cada uno de nosotros. Siento también muy cercano a San Juan de Ávila, que estudió en la Universidad de Alcalá y ejerció su ministerio sacerdotal como clérigo cordobés. En este gran Doctor de la Iglesia veo un vínculo entre la diócesis de la que provengo y la diócesis complutense, que es ya mi esposa amada, a la que quiero servir con todo mi corazón.

Me siento muy feliz de ser enviado a una diócesis joven y viva, recibiendo el testigo de D. Juan Antonio Reig Pla, al que quiero agradecer su entrega y servicio durante trece años. También quiero agradecer la solicitud pastoral de D. Jesús Vidal Chamorro, Administrador Apostólico durante el periodo de sede vacante. Dios les pague a los dos su dedicación y generosidad.

Quiero saludar, de manera especial, a los sacerdotes, a los diáconos y a los seminaristas. Cuento con vosotros, para que me ayudéis a llevar a cabo la misión que el Señor me encomienda. Saludo también a todos los miembros de la vida consagrada, en sus diferentes formas y carismas, y a todos los fieles laicos de la diócesis. El Espíritu Santo nos impulsa a caminar juntos, en sinodalidad, renovando cada día nuestro compromiso evangelizador y misionero.

Manifiesto mi respeto y mi cercanía a las autoridades civiles, militares, judiciales y académicas, presentes en la diócesis de Alcalá de Henares. A ellas también deseo ofrecerme para buscar juntos el bien común y construir una sociedad cada día más fraterna.

Finalmente, quisiera enviar un gran abrazo, lleno de afecto, a todos y cada uno de los que ya sois mi familia: niños, jóvenes, matrimonios, personas mayores y ancianos de Alcalá de Henares, especialmente a los que, por diversas circunstancias, pasáis momentos de sufrimiento, enfermedad, pobreza o soledad. A vosotros quisiera dedicar los mejores esfuerzos de mi ministerio.

A todos os pongo bajo la protección de la Virgen María, en las diversas advocaciones con las que es venerada en nuestra diócesis. No os olvidéis de rezar por mí. Recibid un cordial saludo en el Señor ¡Hasta pronto!

En Córdoba, a 1 de abril de 2023.

+ Antonio Prieto Lucena

Obispo electo de Alcalá de Henares

Otros nombramientos del 1 de Abril

Junto al nombramiento de la Diócesis de Córdoba, la Santa Sede ha hecho público el día 1 de abril, el nombramiento del Papa Francisco de otros tres Obispos españoles. Ha nombrado arzobispo de Santiago de Compostela a Mons. Francisco José Prieto Fernández, obispo auxiliar de Santiago de Compostela desde 2021 y en la Archidiócesis de Sevilla ha nombrado dos obispos auxiliares, Teodoro León Muñoz, vicario general de Sevilla desde 2010 y Ramón Darío Valdivia Jiménez, vicario episcopal zona Sevilla I desde 2022

MONS. FRANCISCO JOSÉ PRIETO FERNÁNDEZ
TEODORO LEÓN
MUÑOZ
RAMÓN DARÍO VALDIVIA JIMÉNEZ