En la parroquia de Santo Domingo de Guzmán de Lucena, Ntra. Sra. de los Remedios y Santo Domingo de Guzmán de Cabra, así como la de Santa María de las Flores de Posadas, se administró el Sacramento de la Confirmación a numerosos fieles el pasado fin de semana.
APUNTES
AGENDA
DOMINGO, 9 DE JULIO • El Obispo preside la misa de envío de jóvenes a la Jornada Mundial de la Juventud Lisboa 2023, a las 12:00 horas, en la Santa Iglesia Catedral.
MARTES, 11 DE JULIO • El Obispo celebra la eucaristía en la parroquia de San Francisco de Cabra, a las 21:00 horas.
MIÉRCOLES, 12 DE JULIO • Bendición del nuevo yermo camaldulense en el término entre Villaralto e Hinojosa del Duque por el Obispo, a las 11:00 horas.
VIERNES, 14 DE JULIO • El Obispo preside la misa en honor a San Francisco Solano, a las 12:00 horas, en Montilla.
VOZ DEL PASTOR
“Venid a mí”, nos dice Jesús
QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:
El evangelio de este domingo es una de esas páginas bellas del Evangelio, una página que no se cansa uno de meditarla y volver a meditarla.
Aparece Jesús con mirada misericordiosa, comprensivo con cada uno de nosotros, consciente de nuestras fatigas y dolores. Él conoce nuestro corazón y sabe de nuestras preocupaciones y esperanzas. En esta página evangélica nos abre de par en par su corazón y nos invita a entrar en su descanso. Pero sólo pueden entrar en este secreto los sencillos y los humildes, no los soberbios y los sabios de este mundo. Para conocer a Jesús, para entrar en su más profunda intimidad, hay que hacerse pequeño, porque sólo accederemos a ello por el camino de la humildad.
Jesús se encuentra en oración, abriéndonos su intimidad con el Padre en actitud de acción de gracias. Jesús se sabe hijo de Dios. Jesús es Dios y sabe que lo es y nos comunica a nosotros su más profunda identidad divina en un diálogo con el Padre que nos llena de gozo. Todo me lo ha dado mi Padre, y el conocimiento del Padre nos viene por medio del Hijo. He ahí la dimensión más profunda del corazón de Cristo. Él se sabe hijo, disfruta siéndolo y quiere comunicarnos a nosotros ese gozo profundo en el que él vive continuamente. En otro lugar nos dirá: “Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo” (Jn 17,3).
“Venid a mí”, nos dice. Se trata de una invitación suave, pero nítida. El centro de la fe cristiana no es una idea, ni una moral. El centro de la vida cristiana es una persona, el centro de la vida cristiana es Jesucristo, que nos hace cambiar de vida y nos transforma nuestra mente. No se llega a ser cristiano por una decisión ética, sino por el atractivo y la fascinación de una persona que entra en nuestra vida y nos invita a seguirle. Hasta que no se produce ese encuentro personal con Jesucristo no tenemos un cristiano propiamente. Y la vida en la tierra está hecha para crecer en esa relación, que culmina en el abrazo eterno cara a cara. Por eso, la invitación de Jesús no es un imperativo externo, sino un atractivo interior.
Jesús no ha venido para cargarnos, sino para aliviarnos. El peso y la dureza de la vida no provienen de nuestra relación con Dios. Todo lo contrario, sólo acercándonos encontraremos alivio y descanso. Lo que nos agobia y nos fatiga es el tirón de un corazón que está disperso y desgarrado. Nuestro corazón está prendido en tantos enredos materiales, afectivos, incluso espirituales. Solo Jesús puede desenredarnos, si nos centramos en él, si vamos a él.
Nos invita a tomar su yugo, a ser sus “cón-yuges”. Entrar en su yugo es entrar en su humildad, en el misterio de su redención, es compartir su misma vida hasta la cruz. Cuando en una yunta de bueyes o de caballos tiran los dos del carro, el trabajo se reparte, es más llevadero.
En el caso de Jesús, él lleva la iniciativa y el mayor empuje. Entrar en su yugo es compartir en actitud subordinada ese impulso, para llevar adelante el peso de nuestra vida. Qué sería de nosotros sin ese impulso vital de Cristo, que es el Espíritu Santo.
“Manso y humilde”. Qué autorretrato. La mansedumbre es la moderación de las energías, que en relación con nosotros se traduce en ternura. Jesús no nos empuja a la fuerza, nos invita con suavidad, con mansedumbre, con ternura. No impone su ritmo, no violenta nunca. Porque a esa mansedumbre se une la humildad, por eso su yugo es llevadero y su carga ligera.
Que el verano y las vacaciones nos ayuden a entrar en esta invitación de Cristo, a disfrutar de los secretos de su corazón, a crecer en mansedumbre y humildad. Nuestra vida será más feliz si nos acercamos a él, si entramos en esa intimidad en la que nos revela que él es el hijo y ha venido para hacernos sus hermanos.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
MISIÓN PICOTA
ENTREVISTA CON LEOPOLDO RIVERO
«Encuentro comunidades con más jóvenes, con más grupos y con más ganas»
Los primeros misioneros ya están en Picota. Una decena de misioneros cordobeses trabajan allí desde hace algunos días. Partían de las parroquias de la Esperanza y San Miguel de Córdoba, de Jauja, Fuente Palmera, Pozoblanco o enviados por la Delegación Diocesana de Misiones para conocer la labor que llevan a cabo los sacerdotes cordobeses Nicolás Rivero y Antonio Reyes, y colaborar con ellos en la tarea incansable de cuidar, acompañar y mostrar la belleza de la fe a través de una pastoral que tiene como centro la parroquia Virgen del Perpetuo Socorro de Picota.
Para Teófilo
LUCAS, EL HOMBRE QUE BUSCABA AL HIJO DE DIOS
Francisco José Ruiz Sánchez
Ediciones Palabra • Colección Arcaduz
En el año 45 d.C. el magistrado Teófilo es enviado a la región de Judea para investigar las extrañas circunstancias que rodearon la muerte del rey Herodes Agripa. Allí conoce la existencia de los seguidores de Jesús, hecho que resultará decisivo en su vida. Tiempo después, siendo procónsul, se reencuentra con Lukano -a quien tuvo bajo su tutela y protección cuando quedó huérfano de padre-, y le hace partícipe de su hallazgo. El joven médico, llevado por su inquietud, comenzará una trepidante aventura para recabar información sobre ese Jesús, a quien Marcos llama en su libro «el hijo de Dios».
El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.
AL TRASLUZ
ANTONIO GIL. Sacerdote
La Carta a las Hermandades
Las Hermandades y Cofradías del Sur de España cuentan ya con una autorizada reflexión teológica y pastoral sobre su identidad y misión. Espléndida Carta pastoral colectiva de nuestros obispos de Andalucía, que siguen con atención la evolución social y cultural de la sociedad y su incidencia en la vida religiosa de los católicos.
Dejemos caer la mirada en sus documentos sobre temas de “religiosidad popular”, a lo largo de los años: “El catolicismo popular en sl Sur de España” (1975), “Las Iglesias diocesanas en Andalucía” (1980), “El catolicismo popular. Nuevas orientaciones pastorales”. (1985) y “Algunas exigencias sociales de nuestra fe cristiana” (1986). Y ahora, esta Carta colectiva: “María, Estrella de la evangelización. La fuerza evangelizadora de la piedad popular”, dirigida a los laicos católicos integrados en las Hermandades y Cofradías. El texto episcopal discurre en torno al bautismo, la Iglesia y la Evangelización.
Los obispos ofrecen una via de discernimiento cristiano que ayude a las Hermandades y Cofradías a su fidelidad en su ser, en su obrar y en su servicio a los hombres. Trazan hermosos caminos, metas y objetivos, entre los que me gustaría subrayar: “Que sean caudal para alimentar la vida espiritual y apostólica; que practiquen la caridad, en la fraternidad, en la solidaridad y en la animación cristiana de la sociedad; que vivan la devocion y el culto a María como camino que conduce a Cristo y a los hombres».