El viernes 28 de abril, el Vicario de la Ciudad administró el sacramento de la Confirmación a un grupo de adultos de la parroquia de La Esperanza y de jóvenes del Colegio Trinidad-Sansueña.
APUNTES
AGENDA
SÁBADO, 6 DE MAYO • El Obispo preside la misa aniversario de la comunidad “Rescatados de María” en la parroquia de Consolación, a las 17:00 horas.
DOMINGO, 7 DE MAYO • El Obispo oficiará la santa misa en honor a la Virgen de Araceli en Lucena, retransmitida por 13 TV, en directo a partir de las 11:00 horas. • Por la tarde, continuará con su Visita pastoral a Los Ángeles.
LUNES, 8 DE MAYO • Reunión de los Obispos de Sur de España en la casa de espiritualidad “San Antonio” hasta el martes, 9 de mayo.
MIÉRCOLES, 10 DE MAYO • Festividad de San Juan de Ávila en Montilla. La celebración eucarística, presidida por el Obispo, comenzará en la Basílica a las 11:00 horas.
VOZ DEL PASTOR
María Madre
QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:
El mes de mayo es el mes de María, es el mes de las flores, que ofrecemos con amor a María Santísima. Con ella compartimos el gozo de la resurrección de Cristo, su Hijo, que nos ha abierto de par en par las puertas del cielo, de la otra vida. Con ella preparamos la venida del Espíritu Santo en Pentecostés, porque ella es Madre de la Iglesia, sobre la que continuamente viene el Espíritu Santo, el Amor del Padre y del Hijo, el que testimonia a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
En Córdoba y en nuestras tierras, además, el mes de mayo es una explosión de vitalidad en la naturaleza, con flores en nuestros patios y por todos lados. Comenzamos el mes de mayo con la fiesta de las Cruces de mayo. Añora se lleva la palma. Todo el pueblo se llena de Cruces. En la ciudad, Cruces por todos lados, concurso de Cruces, fiesta por las Cruces de mayo. Vienen a recordarnos el triunfo de la Cruz de Cristo, convirtiendo el patíbulo de los condenados en trono de victoria y de esperanza.
La Cruz de Cristo ha florecido y continúa floreciendo en nuestras vidas. Allí donde hay dolor y sufrimiento, donde hay humillación y abatimiento, consecuencia del pecado personal o ajeno, la Cruz de Cristo viene a cambiarlo, sembrando esperanza y misericordia, alegría y victoria. El pecado y la muerte no tienen la última palabra, estamos destinados a la vida de gracia y a la santidad, estamos destinados a participar del cielo ya adelantado en la tierra por el triunfo de Cristo vencedor. La Cruz florecida es signo de esta victoria, de esa esperanza, de ese nuevo horizonte abierto por la resurrección de Cristo.
En el mes de mayo se agolpan las celebraciones festivas de la Virgen Santísima en sus múltiples advocaciones. De Linares, de Araceli, del Campo, de la Antigua, de Guía… Siempre la misma y única Madre de Dios y madre nuestra, María Santísima, con apellidos diferentes según los lugares, los momentos de la historia, los acontecimientos. María acompaña al Pueblo de Dios peregrino hasta la meta del cielo. María acompaña a cada persona en sus penas y alegrías, en sus gozos y esperanzas. María es la guardiana fiel de la felicidad de un pueblo.
El pueblo cristiano, nuestro pueblo cristiano vibra ante la imagen de María Santísima. Siente un estremecimiento ante su mirada, se siente seguro y protegido teniendo Madre, con Ella tiene garantizada una intimidad, que le conforta en los momentos de prueba y le estimula en los momentos de dificultad. Qué bonito es tener Madre, no permitamos que nos quiten a la que Jesús nos dio por madre junto a la Cruz, como el mejor de sus tesoros.
Profundicemos en el sentido de la madre, hoy que está tan devaluada esta realidad. Madre es la que acoge, la que cuida, la que ama gratuitamente, la que siempre está a tu lado. Cuántas madres se deshacen del fruto de sus entrañas antes de nacer, porque piensan que su hijo les va a traer más problemas que satisfacciones. Cuántas personas más débiles a lo largo de su vida están privados del cariño maternal cuando más lo necesitan. Cuántos otros en el declinar de la vida se convierten en un estorbo a eliminar cuando se los mira con ojos y corazón distintos a los de una madre.
María Santísima no dé a todos corazón de madre, que cuando la miramos y la rezamos nos dé entrañas de misericordia y capacidad de cuidar de los más débiles y necesitados. Jesús nos ha dado esta Madre para que no nos falte nunca y para que a nadie le falte nunca un corazón de madre que lo atienda.
Pedimos por las necesidades de la Iglesia, que está llamada a ser madre de todos nosotros, y especialmente de los más necesitados. Pedimos para que no falten vocaciones de personas que entregan su vida para prolongar esa maternidad de María y de la Iglesia sobre todos los humanos. Pedimos a la Madre del Buen Pastor, a la Divina Pastora, que envíe sacerdotes a la Iglesia, para que no nos falte nunca el cuidado de Cristo buen Pastor de nuestras almas.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
Bodas de Plata y de Oro sacerdotales,
una vida entregada a Dios y a la Iglesia
La fiesta de San Juan de Ávila, cada 10 de mayo, trae consigo una entrañable celebración. En la diócesis de Córdoba, no sólo se conmemora el día del patrón del clero secular español, sino que es la fecha señalada para homenajear a los sacerdotes que cumplen los 25 y los 50 años de ordenación sacerdotal. Gratitud y fraternidad son las dos palabras que definen este día en el que un total de doce presbíteros de la diócesis de Córdoba cumplen sus Bodas de Plata (cinco en concreto) y sus Bodas de Oro (siete en total). En la Basílica de San Juan de Ávila de Montilla, recibirán un homenaje del Obispo y todos sus hermanos sacerdotes ante los restos del que fue un Maestro de Santos.
Mis años con Juan Pablo II
Joaquín Navarro-Valls
Editorial Espasa
En el cuarenta y cinco aniversario de la elección de Juan Pablo II, esta obra recoge las notas personales que Joaquín Navarro-Valls tomó durante sus años como portavoz del Papa.
El libro ofrece una mirada inédita de la trastienda del trabajo diario de la Santa Sede, desvela algunos de los grandes problemas de la humanidad que tanto preocupaban al Santo Padre y, sobre todo, regala muchos detalles de su vida cotidiana y de situaciones familiares. Particularmente emotivas son las descripciones de los periodos de descanso veraniego, ilustrados con fotografías realizadas por el propio autor, que ven la luz ahora por primera vez.
El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.
AL TRASLUZ
ANTONIO GIL. Sacerdote
Mayo: “Contemplar a María”
A lo largo del año, tres meses nos ofrecen la silueta de María: Mayo, con nuestras ofrendas de flores; Octubre, con el canto del rosario por las calles; Diciembre, con la advocación de la Virgen de Adviento. Paul Claudel dedicó un hermoso poema a María, titulado “La Virgen al mediodía”. Sus primeros versos son toda una plegaria filial y encendida: “Vengo solamente, oh María, / para contemplarte…”.
Contemplemos a María, en este mayo florido, como la contempló el Concilio Vaticano II, como “mujer humilde wue escucha a Dios con confianza y alegría”, subrayando que “María es modelo para la Iglesia”. De Ella podemos aprender a ser más fieles a Jesús y a su Evangelio. Podemos señalar tres rasgos de una “Iglesia más mariana” en nuestros días.
Primero, una Iglesia que fomenta “la ternura maternal” hacia todos sus hijos e hijas, cuidando el calor humano en sus relaciones.
Segundo, una Iglesia que, como María, proclama con alegría la grandeza de Dios y su misericordia también con las generaciones actuales y futuras.
Tercero, una Iglesia que sabe decir “sí” a Dios sin saber muy bien a dónde la llevará su obediencia. Una Iglesia que busca con confianza la verdad y el amor, abierta al diálogo con los que se cierran al bien. Una Iglesia humilde como María, siempre a la escucha de su Señor.