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NÚMERO 813 • 11 DE DICIEMBRE DE 2022

JUAN YERSIN
MÉNDEZ OZUNA

Nuevo diácono
para la Diócesis

CÁRITAS DIOCESANA DE CÓRDOBA: HACIA UNA FRATERNIDAD ABIERTA Y UNIVERSAL

APUNTES

Bendición del Belén municipal

El obispo de Córdoba bendijo el Belén municipal de la ciudad ubicado este año en el Oratorio de San Felipe Neri.

XVIII peregrinación de jóvenes rocieros

El grupo joven de la Hermandad del Rocío de Cabra ha participado en la XVIII peregrinación de jóvenes rocieros de Almonte a las plantas de la Virgen del Rocío en su ermita.

Peregrinación a Fátima

La Hermandad de la Virgen de Fátima de Córdoba peregrinó a Fátima el pasado fin de semana.

Mercadillo navideño en el Beato Álvaro

Los domingos de Adviento, el grupo de Cáritas Parroquial de Beato Álvaro, está  poniendo el tradicional mercadillo de adornos navideños y de manualidades, elaborados por los talleres de la propia Cáritas Parroquial.

AGENDA

SÁBADO, 10 DE DICIEMBRE • Representación de la obra de teatro “San Francisco de Asís” en el Teatro Avanti, a las 18:00 horas. • El Obispo realiza su Visita pastoral a Carcabuey durante la tarde.

DOMINGO, 11 DE DICIEMBRE • Misa dominical emitida por Canal Sur TV desde la parroquia de Ntra. Sra. de Belén de Córdoba, a las 10:00 horas.
• Almuerzo de las familias de los seminaristas menores en el Seminario Menor San Pelagio con el Obispo, a las 14:00 horas.

LUNES, 12 DE DICIEMBRE • El Obispo bendice la Biblioteca Breña, a las 13:00 horas.

MIÉRCOLES, 14 DE DICIEMBRE • El Obispo bendice la nueva lavandería de Solemccor, a las 13:30 horas. • I Jornada de Pastoral de la Fundación diocesana de Enseñanza “Santos Mártires de Córdoba” en el Palacio Episcopal, a las 18:00 horas.

VOZ DEL PASTOR

Alegraos siempre en el Señor

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

Con estas palabras comienza el tercer domingo de adviento: “Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos”. Nos encontramos en el domingo de la alegría cristiana, una alegría que no viene de fuera adentro, sino de dentro afuera. Es la alegría de tener a Dios con nosotros, y concretamente en estos días de tener cerca al Hijo de Dios que va a nacer del vientre virginal de María. “El Señor está cerca”.

A veces se nos presenta la religión como un código de preceptos, y de preceptos negativos que impiden la felicidad humana. Es célebre el dicho de F. Nietzche: “El cristianismo ha dado al eros un veneno, que, aunque no lo llevó a la muerte, lo convirtió en vicio”. Lo cita Benedicto XVI en Deus caritas 3, para responder que el cristianismo no ha envenenado el placer de la vida para hacerlo vicio, sino que el cristianismo ha dignificado el amor humano haciéndolo virtud.

Dios no es el aguafiestas del hombre, Dios no interviene para fastidiar o para rebajar la felicidad humana. Todo lo contrario. Dios ha venido a redimir al hombre de sus esclavitudes, de sus pecados, de sus vicios y a darle una vida nueva, que lo renueva todo, para llevarnos a la plenitud de la santidad.

Ahí está nuestra felicidad, en parecernos a Dios participando de su misma vida divina, en ser santos.

El tiempo de adviento nos hace caer en la cuenta a la luz de Dios del desastre introducido en la humanidad por el pecado, por el pecado original que todos heredamos y por los pecados personales de los que somos culpables. Abandonado a su suerte, el hombro no tiene remedio, no tiene salida. Ha de ser sacado de esa situación por un amor más grande, y este es el amor misericordioso de Dios manifestado en su Hijo Jesucristo, y que hemos de acoger con humildad y gratitud.

El anuncio de que viene el Señor a salvarnos lleva consigo toda esa historia de amor por parte de Dios y de rechazo en el pecado por parte del hombre. En esta lucha, el vencedor es Dios porque su amor es más grande que nuestro pecado. El anuncio de esta salvación que ya ha comenzado a realizarse en la historia es motivo de inmensa alegría, esto es, de una alegría sin medida. Esa es la alegría que este domingo III de adviento proclama.

El hombre tiene remedio, se ha encontrado remedio y sanación de sus males. Nuestro remedio y salvación se llama Jesucristo. El hombre encuentra solución a sus problemas más hondos si se acerca a Jesucristo, si participa en su vida, si se deja amar por él.

La alegría cristiana no viene, por tanto, de fuera. No es fruto de lo que uno come, por muy exquisitos que sean esos manjares, ni de lo que uno bebe por muy elixir que sea esa bebida. En nuestros días, esa alegría no viene del “chute” que uno se inyecta con la droga de último diseño. Estas alegrías que vienen de fuera no llenan el alma y dejan un vacío más grande, dejan resaca. Estas alegrías hay que comprarlas y son caras, porque no se tiene de la otra, de la verdadera alegría, que es gratuita.

El anuncio de la Navidad es motivo de gran alegría, pero no nos dejemos arrastrar por el consumismo, por el placer, por cualquier tipo de pecado. No aprovechemos la Navidad para alejarnos de Dios. Viene el Señor y busca corazones capaces de acogerle en la sencillez, en el silencio, en la oración y en la caridad fraterna. Esta alegría recibida es para compartirla, y así se multiplica y se agranda en nuestros corazones.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

Juan Yersin Méndez, nuevo diácono para la diócesis de Córdoba

Monseñor Demetrio Fernández presidió la ordenación diaconal de este seminarista del Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater “San Juan de Ávila” en la solemnidad de la Inmaculada Concepción de María

Seguir leyendo
LIBRERÍA DIOCESANA

Lo envolvió en pañales

EL BELÉN: ORIGEN Y DESARROLLO

Antonio Basanta Reyes
Editorial Monte Carmelo

Un suceso, un acontecimiento como es la Natividad de Jesús, que el Arte convertirá en motivo de inspiración permanente y que en el Belén, probablemente por encima de cualquier otra manifestación, encuentra su expresión más ajustada y genuina. Porque, como el propio Nacimiento al que alude, él es también sencillez y ternura. Porque todo belén es, por encima de cualquier otra consideración, un homenaje continuo al Amor. A esa fuerza primigenia e imparable, capaz de unir, de aproximar. Tal vez por ello, cada vez que traemos a nuestra mente, y a nuestro corazón, la evocación al Belén, pesebre o nacimiento, ante nosotros surge la presencia de planos contrapuestos: el frío y el calor, la noche y el día, la riqueza y la pobreza, la risa y el llanto, el dormir y el despertar, lo divino y lo humano. Todo hermanado a la energía primordial del Amor, como relata este libro de Antonio Basanta Reyes.

El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.

AL TRASLUZ

ANTONIO GIL. Sacerdote

Jesús, la sonrisa de Dios

El Adviento nos prepara para celebrar la Navidad, mientras la liturgia de la Palabra nos va ofreciendo los personajes bíblicos que la anuncian. El profeta Isaías proclama con fuerza y con ternura: “Dios viene en persona y os salvará” (Isaías 35, 1-10). El profeta al anunciar que Dios viene en persona a salvar, se fija en la transformación de la naturaleza y la curación de las discapacidades humanas. Juan el Bautista, la voz que grita en el desierto, la vida coherente y la misión realizada con fidelidad y audacia, ensalzado por el propio Jesús: “En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más grande que Juan el Bautista”. María y José, camino de Belén.

En vísperas ya de la Navidad, el papa Francisco nos desvela su verdadero sentido, su argumento central, con estas bellísimas palabras: “Jesús es la sonrisa de Dios. Vino al mundo para revelarnos el amor del Padre, su bondad, y la primera manera en que lo hizo fue sonriendo a sus padres, como cualquier recién nacido. Y gracias a su extraordinaria fe, la Virgen María y san José supieron recibir el mensaje, reconocieron en la sonrisa de Jesús la misericordia que Dios les mostraba, a ellos y a todos los que aguardaban su llegada, la del Mesías, el Hijo de Dios, el rey de Israel”.

La Navidad es la Gran Noticia y la fiesta del Amor por excelencia. En Jesucristo está nuestra salvación, el por qué y el para qué de nuestra vida.