La celebración tuvo lugar el 14 de octubre en la parroquia Ntra. Sra. de la Asunción de la localidad y estuvo presidida por Jesús María Moriana, Vicario de la Campiña, y concelebrada por el párroco José Ángel Arévalo.
APUNTES
AGENDA
- SÁBADO, 29 DE OCTUBRE • Consejo de Laicos. • Misa Pontifical en el Aniversario de la Hdad. del Rocío de Lucena, a las 12:00 horas.
- LUNES, 31 DE OCTUBRE – DOMINGO 6 DE NOVIEMBRE • Ejercicios espirituales para seminaristas en la Casa de Espiritualidad San Antonio.
- MARTES, 1 DE NOVIEMBRE • Misa en el cementerio de San Rafael presidida por el Obispo, a las 12:00 horas. • Misa de Réquiem presidida por monseñor Demetrio Fernández en el Santa Iglesia Catedral, a las 19:00 horas.
- MIÉRCOLES, 2 DE NOVIEMBRE • Visita Pastoral a la parroquia Ntra. Sra. de la Asunción de Priego de Córdoba.
- VIERNES 4 – DOMINGO 6 DE NOVIEMBRE • Encuentro Nacional de músicos católicos en Córdoba.
- VIERNES, 4 DE NOVIEMBRE • Visita Pastoral a Priego de Córdoba.
VOZ DEL PASTOR
Santos y difuntos, el más allá
QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:
“Dichoso mes que empieza por todos los Santos y termina con san Andrés”, dice un refrán popular. Es el mes de los Santos, es el mes de los difuntos, es el mes para pensar y relacionarnos con el más allá. Vivimos enfrascados en las tareas cotidianas, con el horizonte recortado de la actividad, o peor aún, del activismo que nos arrastra. Necesitamos de vez en cuando levantar el vuelo, levantar la mirada y otear el horizonte más amplio que da sentido al vivir de cada día.
Los Santos nos hablan de otra vida mejor, de otra vida que continúa más allá del tiempo, de una vida junto a Dios, en su presencia, saciados de su semblante y abrazados por su amor eternamente. Esa es nuestra vocación, ese es nuestro destino: vivir con Dios para siempre y prepararnos durante esta etapa terrestre para esa comunión plena con él. “Nos hiciste Señor para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti”, nos recuerda san Agustín.
El cielo no es algo que puede esperar, porque el cielo es la unión con Dios Padre en su Hijo Jesucristo, hombre como nosotros, ungidos e impulsados por el Espíritu Santo. Ese trato y esa comunión con las tres Personas divinas ya ha comenzado desde el bautismo en cada uno de nosotros, esa es la dirección de todo nuestro caminar en la tierra. Se trata de alimentar esa comunión, esa relación personal con los Tres, y que vayan empapando cada instante de nuestro caminar.
Cuando prescindimos de ese horizonte, nos estrechamos, nos angustiamos, y nuestra existencia se extorsiona. Cuando contamos con esta perspectiva, la que da el tratar con las Personas divinas, nuestro corazón se ensancha, se dilata, se llena de plenitud. Los Santos nos recuerdan esta manera de caminar por la vida. Ellos van delante, ellos han vivido sensatamente la vida, ellos gozan de Dios a plena luz e interceden por nosotros. Son nuestros hermanos mayores, que nos ayudan en el camino de la vida.
Y entre los que ya han partido de este mundo, se encuentran aquellos que todavía están purificándose antes de disfrutar de Dios en plenitud. El Purgatorio no es un invento de los teólogos. El Purgatorio es la expresión última de la misericordia de Dios con nosotros, que nos hace evidente y palpable su amor y genera en nosotros por contraste el dolor precioso de la contrición. El bien que hagas y el mal que sufras te sirva para reparar tus pecados, nos dice el confesor antes de la absolución. Es decir, nuestro pecado es perdonado instantáneamente por Dios en el sacramento, pero el pecado ha dejado secuelas y cicatrices que solo serán sanadas por el crisol del amor. El Purgatorio es una respuesta de amor sin recortes, donde nuestra alma queda limpia y pura para acceder a la presencia de Dios.
La oración de la Iglesia por sus hijos difuntos, que todavía están en el Purgatorio, es constante. Son sus hijos preferidos, porque son los que más sufren en esa llama de amor por parte de Dios y del corazón humano en su presencia. Es un sufrimiento lleno de esperanza, porque goza ya de la salvación. Pero es un sufrimiento que reclama nuestra colaboración y la de todos los Santos en su favor. Cuando rezamos por un difunto, cuando ofrecemos la Santa Misa por él, estamos haciendo no sólo un acto piadoso, sino un acto de comunión y solidaridad con los que necesitan nuestra ayuda y coparticipación.
Mes de noviembre, mes de Santos y de difuntos. Mes para plantearnos de manera más explícita cuál es el sentido de nuestro caminar por esta vida. Esta peregrinación tiene su término, su final, su desembocadura en Dios. Pero esta peregrinación conlleva sus lágrimas, sus sufrimientos y dolores, porque apartados de Dios nos hemos acarreado la ruina. El amor de Dios irá calando en nuestro corazón abierto a ese amor para que sepamos reparar nuestros desvaríos y podamos retomar el camino del cielo.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
XXV Aniversario del Seminario Diocesano Misionero Redemptoris Mater
«San Juan de Ávila»
La Diócesis tiene uno de los 125 seminarios misioneros Redemptoris Mater que hay en el mundo. En Córdoba, el seminario que recibe el nombre desde el año 2013 de “San Juan de Ávila”, se dispone a celebrar 25 años de historia. El camino nunca ha sido fácil, pero las vocaciones siguen floreciendo mientras once presbíteros desarrollan desde su origen su misión por el mundo. Los tres obispos que lo han visto crecer y desarrollarse –Monseñor Javier Martínez, Monseñor Juan José Asenjo y monseñor Demetrio Fernández- se han dado cita en él convocados por el rezo de Vísperas y para seguir pidiendo por las vocaciones. Por delante, queda un año de celebraciones, donde no faltarán encuentros con los seminaristas del Seminario Conciliar “San Pelagio” con los que comparten formación, vocación y el anhelo de verse convertidos un día en presbíteros.
El matrimonio, aventura de santidad
ANTOLOGÍA DE LOS TEXTOS FUNDAMENTALES DEL PADRE HENRI CAFFAREL SOBRE EL AMOR Y EL MATRIMONIO
Henri Caffarel
PPC Editorial
Quien sienta curiosidad por las páginas de este libro y se atreva a ojearlo, hallará un amplio compendio de textos magníficos que le harán reflexionar sobre el amor. Probablemente esta obra será objeto de deseo de muchos matrimonios, pero no únicamente, porque, aunque se centra en el amor conyugal, no dejará a nadie indiferente, ya que habla de un amor que penetra en lo más hondo de nuestro ser. El amor lo mueve todo, una vida sin amor es una vida vacía.
Esta obra es una antología de los textos fundamentales del padre Henri Caffarel, fundador de los Equipos de Nuestra Señora, sobre el amor y el matrimonio. Está concebida para ofrecer las claves del misterio del amor conyugal, según el Evangelio y el magisterio de la Iglesia, a novios, esposos y sacerdotes que les acompañan.
El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.
AL TRASLUZ
ANTONIO GIL. Sacerdote
Noviembre: Los «santos» y los «difuntos»
El próximo mes de noviembre se abre litúrgicamente con la Fiesta de Todos los Santos y la conmemoración de los Fieles difuntos. “Es nuestra fiesta, dice el papa Francisco, no porque seamos buenos, sino porque la santidad de Dios ha tocado nuestra vida”. Y los define con estas hermosas palabras: “Los santos no son modelos perfectos, sino personas iluminadas por Dios. Podemos compararlos con las vidrieras de las iglesias, que filtran la luz en muchas tonalidades de color. Los santos son los hermanos y hermanas que recibieron la luz de Dios en su corazón y la transmitieron al mundo con su propia “tonalidad”. Ciertamente, el día de los Santos es la fiesta de los “santos de la puerta de al lado”, que quizá conocemos o con los que nos hemos cruzado.
Noviembre nos trae también la visita a los cementerios y el recuerdo de nuestros difuntos. Dos mensajes muy hermosos para estas fechas: El primero, de Francisco, y el segundo, de Benedicto XVI. “Yo quisiera hablaros de una bienaventuranza que no se encuentra en el Evangelio, sino al final de la Biblia y trata del fin de la vida: “Dichosos los muertos que mueren en el Señor”, nos dice el Papa. Y Benedicto XVI: “Dios está siempre con nosotros. Incluso en las noches oscuras de nuestra vida, no nos abandona. E incluso en la última noche, en la última soledad en la que nadie puede acompañarnos, en la noche de la muerte, la bondad de Dios siempre está con nosotros”.
