Skip to main content
NÚMERO 793 • 26 DE JUNIO DE 2022

“Seguidle siempre a Él”

SAGRADAS ÓRDENES DE PRESBÍTEROS

APORTACIONES A LA IGLESIA • PRESENTACIÓN DE LAS CUENTAS

APUNTES

Nuevo proyecto del Cabildo en Honduras

Manos Unidas lleva a cabo en la barriada marginal “Nueva Capital de Tegucigalpa” en Honduras, un proyecto de prevención de la salud comunitaria en el que ha decidido participar el Cabildo Catedral aportando la suma de 25.000 euros. Con este proyecto se beneficiarán directamente 3.500 personas y más de 12.000 de forma indirecta.

Fiesta de Santa María Micaela

Las hermanas adoratrices del Santísimo Sacramento celebraron el pasado 15 de junio la fiesta de su fundadora, Santa María Micaela, presidida por el Obispo y coincidiendo con el 165 aniversario de su fundación. La celebración fue en la parroquia de Cristo Rey de Córdoba.

Confirmaciones en Cabra

Dos grupos de confirmandos, uno de la parroquia de Santo Domingo de Guzmán y otro de Ntra. Sra. de los Remedios de Cabra, recibieron el Sacramento de la Confirmación de manos del Vicario de la Campiña y el Vicario de la ciudad la pasada semana.

VOZ DEL PASTOR

Sagrado Corazón de Jesús

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

La fiesta del Sagrado Corazón de Jesús viene a ser como el remate de las fiestas pascuales cada año. Hemos celebrado el misterio pascual, centro de la vida de Jesús y de la vida de la Iglesia, su muerte y resurrección. Terminado el tiempo pascual, van escalonándose otras solemnidades hasta llegar a esta del Sagrado Corazón de Jesús, como broche de oro del misterio pascual, que por lo demás continua celebrándose durante todo el año.

La fiesta del Sagrado Corazón pone en el centro de la vida cristiana el amor de Dios al hombre. Dios tiene corazón, se ha acercado a nuestro corazón, nos ha tocado el corazón y pide que le amemos con todo nuestro corazón. En Jesucristo ha llegado a plenitud la revelación del amor de Dios al hombre: “Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único”. En la cruz, Jesús después de muerto recibió la lanzada en su corazón, y al instante salió sangre y agua. A partir de entonces, ese corazón traspasado ha enamorado a millones de personas.

En el Corazón de Cristo contemplamos un amor apasionado de Jesús por cada uno de nosotros. Es el pastor que busca enamorado a cada una de sus ovejas hasta dar la vida por ellas, con más tesón si está más descarriada, y se alegra inmensamente cuando la encuentra.

Es el buen Samaritano que se abaja de su cabalgadura para sanar nuestras heridas, cargar con nosotros, subirnos hasta él y restaurarnos en la posada (que es la Iglesia, la comunidad cristiana). Es el siervo que no ha venido a ser servido, sino a servir y dar la vida. Es el amigo, que nos ha comunicado los secretos de su corazón. Es Jesús, el que nos pide de beber, porque él tiene sed de nuestro amor. Él es el que nos abre los ojos, a los que somos ciegos de nacimiento; el que cura nuestra parálisis y nos hace caminar; el que limpia nuestra lepra contagiosa y nos hace puros de corazón. Jesús el que expulsa todo tipo de demonios de nuestra alma.

El culto y devoción al Corazón de Cristo nos hace entender que Dios es amor, y que en Dios no hay otro movimiento que el del amor. Ni la ira, ni la justicia vindicativa, ni la cólera. Sólo el amor, y un amor a prueba de bomba. Porque no nos ama partiendo de cero, sino que nos ama cuando todavía éramos enemigos, es decir, pecadores. Nos ama cuando reiteramos nuestro pecado, cuando nos olvidamos de su amor y le damos la espalda. Nos sigue amando cuando, llevados por nuestra debilidad, le traicionamos una y otra vez, como si no lo hubiéramos conocido nunca. Pero él no se arrepiente de amarnos, de perdonarnos, de volver a perdonarnos y de regenerar en nosotros un corazón de carne, sensible a su amor, aunque estemos endurecidos por la feria de nuestros egoísmos.

La fiesta del Corazón de Jesús nos trae al corazón el amor misericordioso de Dios para con nosotros. Vamos descubriendo progresivamente ese amor, precisamente como reacción de Dios a nuestros rechazos. Cuando ya no damos más de nosotros mismos, cuando pensamos que ya no tenemos remedio, cuando nos resignamos a ser como somos, ese Corazón de Cristo nos sorprende con un amor nuevo, que cambia nuestro corazón y nos hace a nosotros generosos con los demás.

Precisamente porque el amor humano es mezquino y calculador, necesitamos acercarnos al Corazón de Cristo para recibir nuevos impulsos y nuevas y renovadas formas de amor. Cuanto más mezquinos somos, más enjuiciadores somos de los demás, más intolerantes, más exigentes. Por el contrario, cuanto más perdonados seamos por ese Corazón que no se cansa de amar y de perdonar, más capaces nos hacemos de reaccionar amando ante todos los desamores que nos rodean.

El Amor no es amado, es ofendido, y busca corazones que le amen más todavía. Esta es la reparación. La fiesta del Corazón de Jesús es la fiesta del amor cristiano. Oh, Sagrado Corazón de Jesús, en ti confío.

 

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

“Quedaos solo con Jesucristo y Él os hará enormemente felices”

SAGRADAS ÓRDENES DE PRESBÍTEROS

Pedro Jesús del Pino Díaz, Pablo Fernández de la Puebla Lechuga, Jesús Lérida Nieto (H. N.), Abraham Luque García y Manuel Millán Serrano son los nuevos sacerdotes de la diócesis de Córdoba

Seguir leyendo
LIBRERÍA DIOCESANA

La adoración en el corazón del mundo

Mons. Dominique Rey

Si hay en la actualidad un signo de los tiempos evidente es la enorme difusión de la adoración eucarística. Relegada en su día como algo superado, asistimos en el siglo XXI a una verdadera eclosión de exposiciones del Santísimo y de nuevas capillas dedicadas a la adoración a lo largo de todo el mundo. La nueva evangelización va de la mano de la adoración a Jesús Sacramentado. ¿Se puede decir algo nuevo y relevante sobre la adoración al Santísimo? Mons. Dominique Rey demuestra con este libro que sí, que hay aún mucho que decir y meditar. Y lo hace analizando con atención la relación de la Eucaristía con la belleza, el silencio, el tiempo y el colapso de nuestro mundo.

Con este libro Mons. Rey nos ofrece unas reflexiones que tocan tanto la mente como el corazón.

El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.

AL TRASLUZ

ANTONIO GIL. Sacerdote

Los nuevos sacerdotes

El obispo de la diócesis, monseñor Demetrio Fernández, ha ordenado nuevos sacerdotes, todo un acontecimiento eclesial que nos llena de júbilo y de esperanza. Sus siluetas relucientes en el altar mayor de la Catedral, sus manos consagradas, el ofrecimiento generoso de sus vidas, nos hace recordar el fascinante pensamiento de san Juan Crisostomo: “Los sacerdotes deben brillar por su vida moral más que el sol. El alma del sacerdote debe ser más pura que los rayos del sol para que el Espíritu Santo no lo abandone jamás y pueda decir: “No soy yo el que vivo, sino que es Cristo quien vive en mi” (San Juan Crisóstomo, El sacerdocio, VI, 1).

Las palabras del obispo dejaban traslucir tres deberes urgentes, para todos los sacerdotes: Primero, ser portadores de Dios, conscientes de que sin oración no se puede hacer misión; segundo, ser contemplativos de la Palabra, que ofrece siempre el verdadero humanismo; tercero, ser fieles servidores del misterio del amor de Dios, recordando que los sacerdotes somos mediadores de Cristo.

Benedicto XVI, hablando a los sacerdotes, ha rescatado una palabra muy importante: “el celo por las almas”. Y se preguntaba: “Nosotros, sacerdotes, ¿tenemos celo por las almas? ¿Nos interesan las almas? ¿Nos interesa el destino eterno de las personas que tenemos delante?». Nuestra felicitación más entrañable a los nuevos sacerdotes, recibiendo su bendición.