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NÚMERO 790 • 5 DE JUNIO DE 2022

Pidamos la capacidad de

dar la vida

SEMANA DEL DONANTE

OBISPOS DEL SUR • ANTE LAS PRÓXIMAS ELECCIONES AL PARLAMENTO ANDALUZ

APUNTES

Confirmaciones en Aldea Quintana

Un grupo de fieles recibieron el sacramento de la Confirmación en la Aldea Quintana de manos del Vicario del Valle del Guadalquivir, José Ángel Moraño.

Presidencia de Honor del Congreso San Ignacio de Loyola

El Palacio Episcopal acogerá del 22 al 25 de junio el I Congreso Internacional sobre San Ignacio de Loyola. Éste cuenta con la Presidencia en el Comité de Honor de SM La Reina Doña Sofía.

Vigilia de Pentecostés

La Santa Iglesia Catedral acogerá la Solemne Vigilia de Pentecostés el sábado, 4 de junio, a las 19:30 horas, presidida por el Obispo. Seguidamente, en el Patio San Eulogio habrá una convivencia organizada por ACG.

VOZ DEL PASTOR

Ven, Espíritu Santo

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

La fiesta de Pentecostés, a los cincuenta días de la resurrección del Señor, supone siempre una lluvia abundante de gracias de Dios sobre su Iglesia, sobre cada uno de nosotros, sobre la entera humanidad. Estamos necesitados continuamente de esa gracia para poder sobrevivir y para crecer en la vida de Dios en nosotros. Por eso, llegada esta fiesta, gritamos con toda la humanidad: Ven, Espíritu Santo.

El Espíritu Santo es la tercera persona del Dios único, que nos ha revelado Jesús. Brota del amor del Padre y del Hijo, es vínculo de amor, es el Amor personal de Dios. Cuando Dios ha llevado a cabo la obra de la creación y de la redención, el Espíritu que se cernía sobre las aguas originales, ha ido componiendo todo, haciendo del caos un cosmos. Haciendo del desorden una armonía sinfónica.

Cuando Dios –Padre, Hijo y Espíritu Santo- ha querido introducir a esa humanidad en el círculo de su intimidad, ha creado al hombre a su imagen y semejanza, dándole de su mismo Espíritu. El pecado es la mayor catástrofe de la humanidad, en la que Dios no nos ha abandonado a nuestra mala suerte, sino que ha salido a nuestro encuentro para redimirnos. Para eso, ha sido enviado el Hijo, que se hace carne en María virgen, se hace hermano nuestro y lleva a cabo la obra de la redención, por la muerte y la resurrección de Jesucristo.

Y como prolongación de esa misión del Hijo, es enviado el Espíritu Santo, que interioriza la acción de Jesucristo y la lleva a cumplimiento.

Dios Padre lleva a cabo su obra con la misión del Hijo Jesucristo y con la misión del Espíritu Santo, que es el alma de la Iglesia. Precisamente, en la Iglesia Dios nos ha reunido formando una familia a semejanza de la familia trinitaria, en la que Cristo continua presente como cabeza y nosotros formamos parte de su Cuerpo como hermanos. Pentecostés es también la fiesta de la Iglesia, que nace con la colaboración de María en el cenáculo de Jerusalén, recibiendo del Espíritu ese impulso misionero de llevar a todos el mensaje y la gracia redentora de Cristo.

El Espíritu Santo derramado en nuestros corazones es la prenda de la vida futura. Es decir, trabaja en nuestro corazón hasta formar en nosotros a Cristo, hombre nuevo. Hasta llevarnos a la plena santidad e identificación con el Hijo. Llegada esta fiesta de Pentecostés se renueva la esperanza de nuestra santidad plena, como respuesta a la promesa y a los dones precedentes. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego.

Por eso, en este día de Pentecostés celebramos el Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar. Este año con el lema: “Sigamos construyendo juntos.

El Espíritu Santo nos necesita”. Alude a la sinodalidad, construir juntos, en la que todos tenemos que aportar nuestro grano de arena, y no ir cada uno por su cuenta. La unión hace la fuerza y potencia nuestras pobres aportaciones. Y señala que el Espíritu Santo nos necesita, necesita nuestra aportación. Más bien, somos nosotros los que necesitamos de él, pero él quiere necesitar de nosotros para rejuvenecer continuamente a su Iglesia con su dinamismo divino.

Nuestra época conoce una abundante floración de carismas, todos provenientes de la fecundidad del Espíritu Santo. En medio de este renovado Pentecostés, los pastores de la Iglesia nos invitan a potenciar la Acción Católica General, como lugar de los laicos de parroquia, y las demás especializaciones de la Acción Católica para evangelizar distintos sectores. Demos gracias a Dios por tantos carismas que embellecen la Iglesia, la rejuvenecen, la renuevan en su impulso misionero.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

Pidamos la capacidad de dar la vida

Semana del Donante

Un centenar de trasplantes gracias a 17 familias que han dicho “sí” a la donación durante el pasado año en el Hospital Reina Sofía de Córdoba ha sido objeto de agradecimiento y motivo de la celebración de la eucaristía de acción de gracias que cada año tiene lugar en la Catedral, en esta ocasión presidida por el Vicario General de la Diócesis, Antonio Prieto Lucena. A la celebración acudieron médicos, enfermeros, personal sanitario y representantes de las asociaciones de trasplantados ante los que pidió el Vicario General que crezca la conciencia social hacia la donación. Haciendo uso del lema de la Semana del Donante que cada año celebra el centro hospitalario, “Regala Vida, Dona órganos”, abogó por la necesidad que tiene la sociedad de este “gesto supremo” de generosidad.

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LIBRERÍA DIOCESANA

Los cinco minutos del Espíritu Santo

Mons. Víctor Manuel Fernández
Publicaciones Claretianas

“Los cinco minutos del Espíritu Santo” vuelve en una nueva edición con índices temáticos preparada solamente para España. Cinco minutos diarios dedicados al Espíritu Santo pueden ser un verdadero bálsamo que vaya restaurando profundamente nuestra vida.

En estas meditaciones y oraciones el autor, Víctor Manuel Fernández, recoge muchos años de trayectoria en la comunicación espiritual y le ofrece al lector la posibilidad de recorrer a lo largo del año un sublime camino interior que llene su vida del gozo, la luz y la libertad del Espíritu Santo.

El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.

AL TRASLUZ

ANTONIO GIL. Sacerdote

Pentecostés o la sorpresa de Dios

La fiesta de Pentecostés conmemora la efusión del Espíritu Santo sobre los apóstoles reunidos en el cenáculo. Contemplemos despacio las dos hermosas descripciones de Pentecostés: La del libro de los Hechos de los apóstoles, ofreciendo las señales y los frutos de esa extraordinaria efusión: “El viento recio y las lenguas de fuego; el miedo que desaparece y deja espacio a la valentía; las lenguas que se desatan y todos comprenden el anuncio” (Hechos 2, 1-13). Donde llega el Espíritu de Dios, todo renace y se transfigura.

Y la visión del papa Francisco, describiéndonos Pentecostés: “Un elemento fundamental es la sorpresa. Nuestro Dios es el Dios de las sorpresas, lo sabemos. Nadie se esperaba nada de los discípulos; después de la muerte de Jesús, huérfanos de su Maestro, formaban un grupo insignificante de derrotados. Sucede, en cambio, un hecho inesperado que suscita asombro: La gente está desconcertada porque los discípulos cuentan las grandes obras de Dios en todas las lenguas. La Iglesia que nace en Pentecostés es una comunidad que causa asombro”.

Hoy, cumpleaños de nuestra madre la Iglesia, contemplémosla así: Capaz de sorprender anunciando a todos que Jesucristo ha vencido a la muerte, que los brazos de Dios siempre están abiertos para sanarnos y perdonarnos.