La Virgen de Fátima procesionó en el día de su festividad, el 13 de mayo, por las calles de Ciudad Jardín, por primera vez con los Santos pastorcitos.
APUNTES
Cerradas las oficinas del Obispado
El próximo viernes, 27 de mayo, las oficinas del Obispado permanecerán cerradas coincidiendo con la feria de Ntra. Sra. de la Salud.
VOZ DEL PASTOR
A la espera del Espíritu Santo en Pentecostés en una Iglesia sinodal
QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:
El tiempo de Pascua es tiempo de vida en el Resucitado, de cuyo costado fluye el Espíritu Santo como agua viva para todos los que acuden a él. “«El que tenga sed, que venga a mí y beba el que cree en mí; como dice la Escritura: “de sus entrañas manarán ríos de agua viva”». Dijo esto refiriéndose al Espíritu, que habían de recibir los que creyeran en él. Todavía no se había dado el Espíritu, porque Jesús no había sido glorificado” (Jn 7,37-39). El Espíritu Santo brota del corazón de Cristo glorificado. El tiempo de Pascua es tiempo de recibir a raudales ese torrente de agua viva que es el Espíritu santo que brota del costado de Cristo.
El Espíritu Santo es el alma de nuestra alma, es el alma de la Iglesia, es la persona divina que lo renueva todo, que todo lo hace nuevo. Por eso, es tiempo de clamar con profunda sed: “Ven Espíritu santo”, llénanos con tu gracia, ilumínanos con tu luz, fortalécenos con tu fuerza. De ello nos habla Jesús en este domingo, de una persona divina que enviará desde el seno del Padre y que vendrá a morar en nuestros corazones. El será el Paráclito, el abogado defensor que está a nuestro lado, de nuestra parte, para defendernos a lo largo de nuestra vida. Un abogado gratuito, que nos defiende en los peligros, que rebate a nuestros enemigos, que nos da y nos refuerza en la conciencia de hijos de Dios, para que disfrutemos como hijos.
La vida cristiana consiste en dejarse mover por el Espíritu Santo. “Los que se dejan mover por el Espíritu Santo, esos son hijos de Dios” (Rm 8,14). En muchas ocasiones nos mueven nuestros intereses, nuestro egoísmo, otras veces nos mueven finalidades buenas, pero puramente humanas. Sólo cuando nos mueve el Espíritu Santo, nuestra vida adquiere sentido cristiano y valor redentor. En resumen, nuestro camino en la vida consiste en ir apartando otras motivaciones, y dejarnos mover cada vez más por el Espíritu Santo.
El Espíritu Santo es el alma de la Iglesia, y por tanto, hemos de estar a la escucha de lo que el Espíritu dice en cada momento a su Iglesia. Nos habla la Palabra de Dios de aquella primera Iglesia, que era conducida por el Espíritu, y vivía en sintonía con el Espíritu. Hoy, nos invita el Papa Francisco a ponernos a la escucha de este mismo Espíritu santo para entender lo que el Espíritu dice a la Iglesia de nuestro tiempo. Es lo que llamamos sinodalidad. Ya desde el comienzo, la Iglesia se reunía en Sinodo, en Concilio para salir al paso de los retos que planteaba la evangelización: “Hemos decidido el Espíritu Santo y nosotros no imponeros más cargas que las indispensables” (Hech 15,28).
Hoy nos encontramos con nuevos retos para llevar a cabo la misión evangelizadora de la Iglesia, la misión que Cristo nos ha confiado. Y se nos llama a vivir la sinodalidad, es decir, la escucha del Espíritu que nos habla en la oración, en la Palabra de Dios, en los sacramentos, en los acontecimientos y a través de los hermanos. La Iglesia está viva y se interroga cómo podemos evangelizar en un mundo pagano, en un mundo en el que muchos se han apartado de la Iglesia en esa apostasía silenciosa, que padece sobre todo nuestro continente europeo. La escucha de unos a otros en la apertura al Espíritu Santo nos dará la clave para responder a estos nuevos retos.
El Espíritu santo es más potente que todas las dificultades que nos rodean. Abrimos nuestros corazones a esa acción potente del Espíritu y nos disponemos para cambiar el mundo, como lugar donde Dios quiere habitar y renovar todas las cosas. Ven Espíritu santo, y renuévanos.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
Feria de nuestra Señora de la Salud:
La historia de una tradición
En los últimos días de mayo, Córdoba vive la Feria de Nuestra Señora de la Salud como epílogo de las fiestas que se suceden al llegar el tiempo de Pascua. Este año se cumplen 357 años de la milagrosa aparición de la virgencita en mayo de 1665, una advocación conocida al principio como Nuestra Señora de la Fuente y de la Salud. Desde entonces, esta pequeña imagen ha despertado la devoción del pueblo cordobés, ha sido puerto de plegarias y destino de la gratitud y amor a María.
«Consejos evangélicos» o «Directorio» de Carlos de Foucauld
José Luis Vázquez Borau
BAC Editorial • Colección Estudios y ensayos
Los “Consejos evangélicos o Directorio” es el texto más meditado y orado de Carlos de Foucauld, el gran testigo del evangelio que, a comienzos del siglo XX, se consagró por entero a los tuaregs, estudiando su lengua y sus costumbres, y procurando su bien material y espiritual. Después de haber constatado que su deseo en vida de fundar una congregación religiosa era difícil de materializar, quiso lanzar con estos Consejos evangélicos o Directorio un movimiento misionero «profético» para los nuevos tiempos que nos toca vivir, que englobara tanto a obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas como a laicos unidos por el lazo espiritual de la «comunión de los santos».
Para realizar este proyecto que él mismo encabezó en vida, pidió a todos leer, orar y meditar, por lo menos una vez al año, estos Consejos evangélicos, que nos remiten a nuestro Señor Jesús de Nazaret.
El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.
AL TRASLUZ
ANTONIO GIL. Sacerdote
El periodista San Tito Brandsma
El jueves, monseñor Demetrio Fernández, obispo de la Diócesis, celebró un encuentro con los periodistas e informadores cordobeses, con motivo de la celebración de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que tiene lugar el próximo domingo, fiesta de la Ascensión del Señor. El prelado departió afablemente con todos y les habló de la importancia de los Medios de Comunicación Social en la sociedad de nuestro tiempo, subrayando la labor, que agradeció efusivamente, de los periodistas, a la par que su gran responsabilidad.
Este año, acabamos de estrenar un nuevo santo periodista, san Tito Brandsma, recién canonizado por el papa Francisco. Tito Brandsma, profundamente enraizado en la espiritualidad carmelita, enamorado de la tradición y del carisma del Carmelo, supo abrirse al mundo con afecto fraterno, por una parte, y con su denuncia profética contra la barbarie nazi. Dos días antes de ser arrestado, había escrito: “Nosotros no renunciaremos nunca al amor, por más que una ideología se empeñe en repudiarlo como debilidad”.
La enfermera que le administró la inyección letal, en el campo de concentración de Dachau, nunca pudo olvidar el rostro de aquel sacerdote al que había asesinado. Más tarde diría: “Él tenía compasión de mi”. San Tito Brandsma, ruega por nosotros, tus compañeros periodistas.
SÍNODO DE LOS JÓVENES
MARÍA PLAZA
«En el Sínodo conocemos y compartimos nuestra fe»
¿Qué te animó a participar en el Sínodo de los Jóvenes de Córdoba?
Lo que me animó a formar parte de esta comunidad, fue la forma que tiene el Sínodo de acercar, aún más, a los jóvenes a Cristo, ya que nos invita a reunirnos y llevar a cabo un gran número de actividades adaptadas a nuestra edad y gustos. A través de los grupos GPS analizamos las inquietudes que tenemos los jóvenes en nuestro camino de la fe, y además encontramos a muchos otros como nosotros con los que poder compartir nuestra religiosidad.
¿Cómo trabaja tu GPS habitualmente?
Actualmente, aunque no siempre es posible, intentamos reunirnos todas las semanas. En nuestras reuniones estamos leyendo y comentando la Lección Divina, así como realizando las diferentes fichas presentadas por el Sínodo.
¿Qué te parece esta iniciativa de la Diócesis para los jóvenes?
Me parece estupenda, cómo he comentado antes, es una forma amena de conocer y compartir nuestra fe con nuestros iguales.
¿Qué puede aportar este Sínodo a tu vida de fe?
El Sínodo, me da esperanza, esperanza de que los jóvenes, cada vez más, vivamos nuestra religiosidad en comunidad. Me da también esperanza en que poco a poco esta honda se vaya expandiendo a más jóvenes.
¿Sientes que la Iglesia diocesana cuenta contigo?
Si, por supuesto, ya que me demuestra cada día, que soy importante. Le importan mis inquietudes, dudas, pensamientos… El Sínodo demuestra que siente a los jóvenes como su más preciado legado.