Más de un centenar de seminaristas del sur se darán cita este sábado, 2 de abril, en Montilla para profundizar en la figura de San Juan de Ávila. Monseñor Demetrio Fernández presidirá la eucaristía en la Basílica avilista.
APUNTES
VOZ DEL PASTOR
“Yo tampoco te condeno Vete y no peques más”
QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:
El quinto domingo de cuaresma, llamado domingo de Pasión, es la antesala de la semana santa. “Se acercan ya los días santos de su pasión salvadora y de su resurrección gloriosa; en ellos celebramos el triunfo sobre el poder de nuestro enemigo y renovamos el misterio de nuestra redención” (Prefacio II de pasión). Los preparativos de la semana santa van poniéndose a punto. Es la gran fiesta del año, preparemos nuestro corazón para recibir tanta gracia.
El evangelio de este domingo nos presenta la escena de la mujer adúltera, perdonada por Jesús. Jesús dignificó a la mujer, en este y en tantos otros momentos del Evangelio, empezando por su misma madre. Le presentan una mujer sorprendida en adulterio y se convierten en acusadores ante Jesús. Actitud muy frecuente en el ser humano, que para disimular los propios defectos, se pone a acusar los defectos del otro. Además, presentándola ante Jesús, le ponían a prueba en asunto delicado, iban a por él.
Impresiona la soberanía de Jesús. Es dueño de la situación desde una perspectiva totalmente distinta a la que presentan los acusadores. El no acusa, él acoge y escucha. Pone ante la verdad a todos los que acuden a él: “El que esté libre de pecado que tire la primera piedra”. La acusación se vuelve contra los acusadores. El demonio es llamado el acusador, “el que los acusaba ante nuestro Dios día y noche” (Ap 12,10), porque nos recuerda nuestro pecado recriminándonos y llevándonos al desánimo y la desesperación.
Nos pasa a nosotros continuamente, vemos los defectos y los pecados de los demás con toda facilidad; nos cuesta, sin embargo, ver los nuestros. Jesús nos pone en la verdad: no acuses a otro, con pretexto de disimular tus pecados, sino contempla a Jesús que perdona, y al empaparte de su misericordia, aflorarán tus pecados con la paz del que se siente perdonado.
Se marcharon todos, y quedó Jesús solo. Jesús es el único que no tiene pecado, el único que puede juzgar nuestra vida, no para acusarnos, sino para perdonarnos. Él es el Santo de Dios, acercarse a él cuando él se va acercando a nosotros, nos va haciendo santos.
La escena concluye con el perdón a la mujer adúltera, que debía ser lapidada, condenada a muerte por su pecado, según la ley judía que los acusadores querían cumplir a rajatabla. “Mujer, ¿ninguno te ha condenado? –Yo tampoco te condeno. Anda y en adelante no peques más”. Jesús ha venido a perdonar a todo el que se deje amar con ese otro amor que procede del corazón de Cristo. El propósito de no pecar más no se basa en una decisión voluntarista del penitente, sino en el recuerdo de un amor más grande, que ha sido tan bueno conmigo. Acerquémonos a la misericordia en estos días especiales, para recibirla en abundancia y no volver a pecar
El próximo domingo, Domingo de Ramos, bendeciré la capilla y consagraré el altar nuevo en la Residencia San Gabriel del Seminario Los Ángeles en Hornachuelos. Es un paso importante en la rehabilitación de este lugar, que se va convirtiendo cada día más en un lugar de misericordia. Allí son acogidos, como acogió Jesús, sin acusar ni echar en cara nada a nadie. Si nos encontramos con alguna debilidad o con algún pecado nos sirve para recordar los nuestros y pedir perdón por los del mundo entero. La fuente de esa misericordia es Jesucristo. Por eso, consagrar el altar y bendecir la capilla restaurada es poner al servicio de los que están y de los que vendrán en adelante la fuente misma de la misericordia, Cristo sacramentado, Cristo perdonador, Cristo que sana nuestras heridas.
Os invito a todos a visitar el lugar, cuando podáis; y a colaborar económicamente en su restauración. “Vete y no peques más” lleva consigo un amor sobreabundante empapado de misericordia. Sólo el amor es capaz de sanar las heridas del corazón humano, y este lugar quiere ser una sucursal de la misericordia cristiana.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
GRAN ENCUENTRO SINODAL DIOCESANO
«Lleváis en el alma la vida de Dios»
La diócesis de Córdoba celebró el sábado, 26 de marzo, el Gran Encuentro Sinodal Diocesano en el que se ha puesto en práctica la Fase Diocesana del Sínodo de los Obispos: “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”
La Pasión de Cristo
José Miguel Ibáñez Langlois
Ediciones Rialp • Colección Patmos (Libros de espiritualidad)
La Pasión de Cristo está llamada a informar la vida cristiana entera, y por eso meditarla y contemplarla es la cumbre de la oración cristiana. Sin embargo, no son muchos los textos disponibles para facilitar ese ejercicio a los lectores actuales. Los cuatro Evangelios son la base primera y absoluta de esa oración. Pero lo apretado y lacónico de su lenguaje suele exigir comentarios que ambienten la Pasión en su medio religioso y cultural, así como también reflexiones que iluminen su inagotable contenido. El presente libro sigue rigurosamente los relatos evangélicos de la Pasión y los explaya en forma narrativa y considerativa. Lo hace en el lenguaje que todos hablamos, y no contiene otras citas que las bíblicas.
El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.
AL TRASLUZ
ANTONIO GIL. Sacerdote
Siete maneras de preparar la Semana Santa
Hay muchas maneras de preparar la Semana Santa, desde las vertientes turísticas programando viajes y visitas buscando descanso y bienestar, hasta las vivencias más hermosas, participando en las solemnes celebraciones litúrgicas y acompañando a Jesús en su pasión y muerte, que culmina con el resplandor de su resurrección. «Temo a Cristo que pasa», decía san Agustín, sin que nosotros nos demos cuenta. En vísperas ya de la Semana Santa, sería bueno prepararla con actos sencillos y maneras concretas.
Primero, leamos la pasión de Cristo, «buscando nuestro sitio y lugar», porque, en palabras del gran escritor Bernanos, «todos tenemos un lugar en la pasión». Segundo, sigamos y cumplamos los tres consejos que nos ha dado el papa Francisco: «No nos cansemos de orar, de extirpar el mal de nuestra vida, de hacer el bien en la caridad activa hacia el prójimo». Tercero, cuidemos las obras, los frutos, porque una vida llena de obras buenas es luminosa y, como dice san Pablo, «lleva el perfume de Cristo» (2 Cor 2,15).Cuarto, «superemos el riesgo de dependencia de los medios de comunicación digitales, que empobrecen las relaciones humanas» (Papa Francisco). Quinto, busquemos y protagonicemos «una comunicación humana más integral, hecha de «encuentros reales», cara a cara (Fratelli tutti, 43). Sexto, «tomémonos tiempo para amar a los más pequeños e indefensos, a los abandonados y despreciados» (Fratelli tutti, 193). Séptimo, pidamos a María que permanezca a nuestro lado con su presencia maternal.