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NÚMERO 761 • 7 DE NOVIEMBRE DE 2021

Somos lo que tú nos ayudas a ser

Somos una gran familia contigo

DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA

«SIGUE TRAS SU ESTELA» PEREGRINACIÓN DIOCESANA DE JÓVENES A GUADALUPE

APUNTES

Acción de gracias por los beatos mártires

El Monasterio de la Encarnación se suma a las celebraciones de acción de gracias por la Beatificación de los mártires celebrando una misa con la imagen de los nuevos beatos presidiendo el altar.

Proyecto Amor Conyugal en Baena

Proyecto Amor Conyugal se dará a conocer en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe de Baena el sábado 13 de noviembre, a las 20:00 horas. El objetivo del
proyecto es acompañar a parejas en sus matrimonios con un itinerario de fe y formación.

Círculo de Silencio

La Delegación y Mesa diocesana de Migraciones de Córdoba convocó a los fieles a un nuevo Círculo de Silencio el jueves, 28 de octubre, en el Bulevar del Gran Capitán.

13º Torneo de fútbol San Pelagio

El Seminario Menor acogerá el próximo día 13 de noviembre una nueva edición del Torneo de fútbol, en el que podrán participar chicos de 3º de Primaria a 4º de la ESO. Los interesados deberán inscribirse en el email vocacionalessanpelagio@gmail.com.

Brácana recupera la eucaristía en la ermita de la Virgen de Lourdes en el arroyo Graná.

VOZ DEL PASTOR

Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo

Día de la Iglesia diocesana

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

La Iglesia fundada por Jesucristo es la Iglesia universal, apoyada en los apóstoles y sus sucesores los obispos, e integrada por todos los discípulos del Señor, al frente de la cual está el Sucesor de Pedro, el Papa Francisco. Esta Iglesia universal se constituye en cada Iglesia particular o diócesis, que preside un obispo en comunión con los demás obispos y con el Sucesor de Pedro, en un territorio geográfico concreto y una porción del Pueblo de Dios, que peregrina hacia el cielo, transformando el mundo en el que vive.

Este domingo 7 de noviembre celebramos el Día de la Iglesia diocesana. Ocasión propicia para reflexionar sobre nuestra pertenencia a la Iglesia católica en esta diócesis de Córdoba, que remonta sus orígenes casi hasta los tiempos apostólicos. Sobresale en esta diócesis la figura del obispo Osio de Córdoba (257-359), que condujo al emperador Constantino al bautismo, que presidió el concilio de Nicea (325) y que luchó hasta la muerte por la defensa de la fe verdadera. Una larga historia de santidad se ha acumulado sobre esta diócesis a lo largo de los siglos, sobre todo en los mártires de la época romana, de la posterior época islámica e incluso de los recientes mártires del siglo XX, hace poco beatificados.

La misión de la Iglesia hoy se lleva a cabo con la corresponsabilidad de todos. El proceso sinodal en el que estamos inmersos nos recuerda que todos y cada uno tenemos nuestro papel y nuestra misión en la Iglesia diocesana, abierta a la Iglesia universal.

El obispo y su presbiterio, que prolongan la sucesión apostólica en el ministerio sacerdotal al servicio del Pueblo de Dios, para que no le falte nunca a este Pueblo la presencia de Cristo el Señor en la Eucaristía, en el perdón sacramental, en la predicación de la Palabra, en la atención a los pobres, en la guía de la comunidad. Los consagrados, religiosos y religiosas, que hacen presente entre nosotros la llamada universal a la santidad y representan para todo el Pueblo de Dios esa profecía del Reino, anticipado en sus vidas y en su testimonio, tanto en la vida apostólica como en la vida contemplativa. Y los fieles laicos, una muchedumbre inmensa, que hacen presente a la Iglesia en la familia, mediante el matrimonio cristiano; en el trabajo, en el taller, en la fábrica, en la oficina, en el campo; en el mundo de la cultura con todas sus expresiones artísticas y culturales; en la vida pública, donde se teje el entramado de la vida social.

La Iglesia es en el mundo como el alma en el cuerpo, como el fermento en la masa. Está llamada a dar vida y fermentar todo lo bueno, para llevarlo a plenitud.

Todos somos necesarios en la Iglesia. Y toda persona debe encontrar en la Iglesia su lugar apropiado, porque toda persona humana tiene un lugar en el corazón de Dios. La Iglesia es inclusiva de todo tipo de personas, porque todos estamos llamados a la santidad según el plan de Dios.

Para todo ello necesitamos recursos humanos, iniciativas creativas y recursos económicos. La Iglesia crece en la medida que cada uno de sus hijos crece en santidad de vida, en dinamismo apostólico, en testimonio evangélico. Caminamos hacia la autofinanciación, porque la Iglesia debe ser sostenida por sus fieles, a través de los distintos cauces. Y los fieles laicos deben participar en la gestión de los bienes temporales de la Iglesia para crecer en transparencia y agilidad, concretamente en los Consejos de asuntos económicos, preceptuados para toda institución eclesiástica: parroquias, asociaciones, hermandades, grupos apostólicos, etc. He aquí una expresión muy concreta de sinodalidad, a la que hoy se nos convoca.

El Día de la Iglesia diocesana sea para todos una jornada para dar gracias a Dios por nuestra pertenencia a la Iglesia católica en nuestra diócesis de Córdoba y para asumir cada vez más el compromiso de sostener esta comunidad eclesial llena de vitalidad cristiana.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA

Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una familia contigo

La Iglesia Diocesana tiene su día. Este año, el 7 de noviembre nos convoca a celebrar que juntos somos parroquia viva, comprometida y entregada a las necesidades de nuestros hermanos. Juntos llegamos a ser, impulsados por el amor a Jesucristo, una gran familia que en cada parroquia prolonga el hogar de nuestra Iglesia doméstica.

Seguir leyendo
LIBRERÍA DIOCESANA

Vivir de veras con Cristo vivo

Luis Mª Mendizábal, S.J.

Editorial Voz de Papel

Cristo no sólo está vivo sino que sale a nuestro encuentro. Esta es la realidad que el Padre Mendizábal anuncia constantemente a través de sus meditaciones, ejercicios espirituales, conferencias, escritos, etc. ¡Cristo está vivo! ¡Nos ha amado infinitamente con un corazón humano! ¡Venid a mí todos los que estáis cansados y os aliviaré! (Mt 11,28- 30).

Él no sólo es consciente de nuestra contemporaneidad con Cristo sino sabe que «el corazón» es el núcleo de este misterio de Amor, el centro hacia donde deben confluir todos los anhelos humanos: corazón amoroso, corazón sensible, herido por nuestros pecados e infidelidades. Su luz potente anima a los esposos a vivir en el don de sus personas en el lenguaje del cuerpo. Esta misma lógica del don de sí despierta almas enamoradas que consagran su vida para reparar, consolar e interceder por todos, enamoradas del corazón de Cristo.

El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.

AL TRASLUZ

ANTONIO GIL. Sacerdote

El Dia de la Iglesia diocesana

El Dia de la Iglesia diocesana, que celebramos el 7 de noviembre, viene a ser como la onomástica de la Diócesis. Al reclamo «Somos lo que tú nos ayudas a ser», se nos recuerda que juntos, como familia, somos Iglesia diocesana, poniendo todo lo que somos al servicio de los otros y colaborando juntos llevamos a cabo la labor de la Iglesia. Y es que juntos logramos también una parroquia viva, comprometida, apasionada por Jesucristo y entregada a los demás. El lema de este año pone de relieve que «en la parroquia nacemos a la fe y en ella descubrimos que somos una gran familia dentro de otra gran familia, la de los hijos de Dios».

La pregunta surge espontánea: «¿Y qué podemos hacer por la Iglesia diocesana, por nuestras parroquias?».

Primero, dedicarles parte de nuestro tiempo en sus tareas celebrativas, pastorales, evangelizadoras, educativas, culturales y caritativas-sociales. Segundo, contribuir con nuestra ofrenda generosa para mejorar la utilización de los recursos y planificar acciones eficaces. Tercero, unirnos a esta campaña a través de las redes sociales, -«somos Iglesia24Siete»-, compartiendo una foto impactante o un video que nos adentre en los afanes apostólicos. Tenemos mucho que dar a los demás: «Una sonrisa cercana, una mano que apoya un hombro desconsolado, acompañar en silencio al que sufre».

«Las Descalzas» de Aguilar (IV):
Rodrigo de Varo, su fundador

Antes de finalizar con el proceso fundacional del Monasterio, convendría poner en situación al lector del perfil biográfico del fundador de esta noble empresa monástica; para ello, recurriremos una vez más a Alonso de Torres (OFM) y a la «Crónica de la Provincia Franciscana de Granada» (1683).

Don Rodrigo de Varo y Antequera nació en Aguilar de la Frontera, el día 15 de noviembre de 1632, fruto de la unión conyugal entre Rodrigo de Varo Carmona y de María de Antequera. Fue Alguacil Mayor del Santo Oficio y Alcaide del castillo de Montalbán, entre otros cargos. A los doce años de edad queda huérfano, por lo que su tutoría se le encomienda a su abuela paterna, María de Carmona Carrillo, quien también muere cuando nuestro el joven don Rodrigo de Varo tiene veinte años. Después de una relación amorosa bastante liberal con una mujer hermosa de la villa -la cual redujo a tomar hábito de religiosa en Córdoba-, éste decide reconducir su vida dignamente al desposarse, en 23 de junio de 1657, con doña María Josefa Fernández de Toro y Castroviejo. Como fruto del feliz matrimonio nacieron cuatro hijos: Andrés (1660), Teresa, Ana y Josefa (religiosas carmelitas).

Pese al contexto familiar, don Rodrigo de Varo sigue disfrutando de una vida algo disoluta como antaño. Sin embargo, una tarde, mientras se divertía con la caza de perdices en el partido de Zamacón, de improviso, se siente herido de un disparo de arcabuz, cuyas postas le pasan por la guedeja, impactando alguna de ellas en la cabeza; con todo, sale ileso. Aquel suceso cala tan hondo en su espíritu que decide consagrarse en vida devotamente y toma el hábito y cordón de la Orden Tercera Franciscana, además de guardar, preceptivamente, las reglas de ayuno, silicio, disciplina, socorro y cuidado de los pobres. Dadivoso y desprendido sin medida desde siempre, esta conducta religiosa se acrecienta aún más si cabe al morir su mujer. Fue, entonces, cuando se despoja de todo rango, se viste con túnica sencilla y, rapado de cabello, se entrega por completo a los más desfavorecidos hasta su óbito en 1679.

Además de la asistencia a menesterosos e indigentes, se centra en dos ambiciosos proyectos que le hacen dedicar todo su caudal hacendístico: de un lado, la fundación de nuestro convento carmelita; y de otro, aprovechando el entorno de la ermita de la Caridad, se plantea la creación del hospital y colegio.

Continuará…

Cristo atado a la columna

Se trata de un óleo sobre lienzo en forma de medio punto, realizado en la segunda mitad del siglo XVII y de factura tenebrista. Refleja uno de los momentos de la Pasión de Cristo que Santa Teresa de Jesús evocó tanto en su «Camino de perfección» –“Miradle atado a la columna, lleno de dolores, todas sus carnes hechas pedazos por los mucho que nos ama”–, así como en su «Libro de la Vida».

SÍNODO DE LOS JÓVENES

MELANI RUÍZ GARCÍA

«Para muchos jóvenes la Iglesia es una parte importante de su vida»

Melani Ruiz García pertenece a la Juventud Obrera Cristiana (JOC)

¿Qué te animó a participar en el Sínodo de los Jóvenes de Córdoba?

Por un lado, me animó el hecho de pensar que era un espacio donde reflexionar desde la fe acerca de distintos temas o aspectos que forman parte de mi vida. Me parecía una buena oportunidad para reflexionar sobre mi fe y ahondar en cómo la siento, cómo configura los distintos espacios de mi vida, y, además, hacerme más consciente de ella.

También lo vi como una oportunidad de hacerme escuchar por la iglesia, no solo por la gente de la iglesia con la que comparto vida, sino por la institución o el resto de la Diócesis. También el hecho de trabajar estos temas con un grupo de compañeras, mi grupo GPS, me resultaba también motivante.

¿Cómo trabaja tu GPS habitualmente?

Nos reunimos una vez al mes, para trabajar uno o dos capítulos. Leemos la historia y vamos debatiendo sobre las preguntas que van surgiendo.

Durante el trabajo de los capítulos, ahondamos en los temas desde nuestro sentir y experiencia y luego resumimos una serie de conclusiones en un documento, que es el que mandamos.

¿Qué te parece esta iniciativa de la Diócesis para los jóvenes?

Me parece una iniciativa interesante. Las personas jóvenes formamos parte de la iglesia, y para muchas de nosotras, la iglesia es una parte importante de nuestra vida, por lo que sentirnos escuchadas por nuestra diócesis es crucial.

¿Qué puede aportar este Sínodo a tu vida de fe?

Una experiencia de mayor acercamiento a la iglesia, además de momentos de reflexión y oración.

¿Sientes que la Iglesia diocesana cuenta contigo?

Si me preguntas más allá del Sínodo, puedo decir que muchos espacios me he sentido acompañada por mi iglesia, por la iglesia que está presente en los barrios.

Aunque es verdad que, en otros espacios he sentido que no era tenida en cuenta por la Iglesia, el Sínodo me parece un buen paso para sentirme más escuchada, aunque me gustaría que no se quede ahí, sino que fuera uno de otros muchos pasos.