La Delegación y Mesa diocesana de Migraciones de Córdoba retomó nuevamente los Círculos de Silencio en el Bulevar del Gran Capitán, el jueves, 23 de septiembre. Se trata del primer Círculo que celebran en el presente curso pastoral, un gesto de apoyo a las personas migrantes y refugiadas.
APUNTES
VOZ DEL PASTOR
El aborto, cuestión de vida o muerte
QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:
La lucha cultural contra la vida o a favor de la vida continúa. Es una lucha sin cuartel, pero están en juego la vida de muchas personas, sobre todo de aquellos que están para nacer. Y van implicados las madres y los padres de esas nuevas criaturas, y en definitiva toda la sociedad.
La cuestión del aborto no es una cuestión religiosa. A los favorables al aborto les interesa llevar el tema al campo religioso para decir que, si yo no soy religioso, puedo pensar en este tema de otra manera. Más aún, interesa llevarlo al ámbito religioso para poder atacar así a la Iglesia y a los católicos de intransigentes, de totalitarios, de imponer sus convicciones a los demás, etc. Mientras tanto, en la misma línea, se vende el discurso de derechos para todos, liberación de la mujer, cuestión universal del derecho a decidir (se entiende, el derecho a matar al hijo) en contraposición con la esclavitud de asumir las consecuencias de un embarazo no deseado, etc.
La cuestión del aborto es cuestión de vida o muerte. Hay quienes son partidarios de la vida a toda costa, de la vida cuando está en el vientre materno y de la vida cuando está en su ocaso, débil y limitada, de la vida que es útil y de la vida de los inútiles, que no producen, que no sirven, que sólo generan gastos e incomodidades.
Para una postura u otra influyen ciertamente las creencias religiosas o la ausencia de las mismas.
Todas las religiones actualmente existentes, no sólo la Iglesia católica, consideran la vida como un don de Dios, y ante ese don responden con la acogida de esa vida en cualquiera de las fases de su existencia. El creyente, sea de la religión que sea, respeta la vida, acoge la vida en todas sus fases, considera la vida con un don sagrado. Por el contrario, el no creyente no tiene nada que agradecer, le molesta incluyo el argumento, afronta el tema de la vida con tal carga de autosuficiencia, que le parece imposible la postura contraria. Y por eso, se siente molesto. Teme incluso que el logrado derecho al aborto sufra menoscabo. También hay no creyentes muy favorables a la vida.
La cuestión de vida o muerte tiene por tanto sus amplificaciones. No es una cuestión neutral. En estos días, con motivo de la campaña mundial “40 días por la vida. El principio del fin del aborto” se han movido las aguas en Córdoba. Se trata de una campaña mundial que agrupa un millón de voluntarios por todo el mundo, 250 en Córdoba. Que ha salvado a casi 20.000 bebés de las garras de la muerte. Y cuyas armas son la oración y el ayuno. Una campaña insoportable para los proabortitas, pero que cala hondo en la conciencia social de nuestro pueblo.
Precisamente porque creemos en Dios, podemos pedirle con confianza que libre de estos enredos de muerte a tantas mujeres que son inducidas al aborto, como la solución de su problema. Y resulta que algunas (más de 20.000 en todo el mundo !) han acogido esta llamada y han permitido nacer a su hijo, que iba a ser abortado.
Estas madres y sus hijos están felices de no haber abortado, no hay ni una que se arrepienta de no haber abortado, mientras las hay por miles que se arrepienten de aquel paso mal dado. Si con acciones como esta logramos reducir el número de abortos en España, donde se practican cerca de cien mil cada año, será una bendición de Dios. Más de dos millones de niños han sido eliminados en España en los últimos años por este cauce del aborto provocado, más de dos millones de madres llevan esa marca en su corazón.
La Iglesia –nos recuerda continuamente el Papa Francisco- es como un “hospital de campaña” que acoge a todos, también a las madres que viven este trance, antes o después del aborto provocado. No excluimos a nadie, no rechazamos a nadie, no condenamos a nadie. Simplemente, nos interesa la vida y estamos dispuestos a secundar campañas como ésta, pacíficas y silenciosas, que rescatan a muchos niños de las garras de la muerte y libran a muchas madres del trauma cuasi imborrable del aborto. Mientras los proaboristas gritan, los provida callan y rezan. Un avemaría desde Córdoba se ha hecho viral como testimonio silencioso y valiente de que estamos a favor de la vida. Y la vida triunfará.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
«Los mártires son un ejemplo de cómo se ama hasta la muerte
perdonando»
La Beatificación de 127 mártires de la persecución religiosa en España entre 1936 y 1939 será un momento de fuerte comunión eclesial y un acto directo del Papa Francisco.
Este acontecimiento es una representación de la victoria del amor que reconoce a los mejores hijos de la Iglesia
Mi hermano Pier Giorgio
UNA VIDA QUE NUNCA SE APAGA
Luciana Frassati
Editorial Didaskalos
La vida de Pier Giorgio Frassati nos ha sido dada por Dios para descubrir que también en lo cotidiano se juega la grandeza de la santidad. ¿Qué tuvo este joven para que se ofreciese como ejemplo de santidad ante los jóvenes de nuestra época? ¿Este chico que muere con 24 años puede ser ya modelo de santidad? Una pregunta que muchos nos hicimos cuando San Juan Pablo II proclamaba beato a Pier Giorgio Frassati, y más tarde, patrón de las Jornadas mundiales de la juventud. ¿Qué había visto el gran Papa en este chico? A través de la amistad, el servicio, la vida de piedad, el estudio y la familia, Pier Giorgio hizo de su vida una ofrenda agradable a Dios, sin cosas extraordinarias.
Este joven beato nos acerca la grandeza de la santidad a nuestra vida cotidiana. Por eso la vida de este italiano se vuelve imprescindible a nuestros jóvenes, todos podemos encontrar aquí y ahora nuestra santidad, porque Dios lo quiere y lo ha pensado ya para nosotros; una santidad única.
La lectura de este libro que narra sus últimos días nos acerca a esta santidad ordinaria latente en todos los corazones de los jóvenes, y nos ayuda a buscar las cimas más altas de la santidad a través de la ayuda de Pier Giorgio Frassati.
El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.
AL TRASLUZ
ANTONIO GIL. Sacerdote
Octubre, mes del rosario
El 1 de octubre, la Iglesia inicia la celebración del mes del Santo Rosario, una oración querida por muchos santos a lo largo de la historia y que fue difundida por santo Domingo de Guzmán, por petición de la Santísima Virgen María. En 1208, se cuenta que la misma Virgen María enseñó a santo Domingo, fundador de la Orden de Predicadores (dominicos), el rezo del Rosario. El santo español se encontraba entonces en el sur de Francia luchando contra la herejía albigense. Un día, en la capilla que estaba en Prouille, le suplicó a Nuestra Señora que le ayudara, pues sentía que no estaba logrando casi nada. La Virgen se le apareció sosteniendo un rosario y le enseñó a recitarlo. Luego le pidió que lo predicara por todo el mundo, prometiéndole que muchos pecadores de convertirían y obtendrían abundantes gracias.
Santo Domingo de Guzmán salió de allí lleno de celo, con el rosario en la mano. Efectivamente, lo predicó, y con gran éxito porque muchos albigenses volvieron a la fe católica. En 2016, el papa Francisco compartió en su cuenta de Twitter esta breve reflexión sobre el rezo del rosario y lo que significa en su vida diaria: “El Rosario es la oración que acompaña siempre mi vida; también es la oración de los sencillos y de los santos… Es la oración de mi corazón”.
En numerosas ocasiones, el Papa ha alentado, especialmente a los jóvenes, al rezo del rosario, y a los enfermos, para que sientan la cercanía de María de Nazaret, “en especial, a la hora de la cruz”.