Palma del Río se prepara para vivir las fiestas patronales en honor a María Santísima de Belén Coronada. El pregón, el encuentro de Simpecados, la peregrinación al Santuario, el rezo del Santo Rosario y la misa de romeros marcan la agenda prevista por la hermandad para los próximos días.
APUNTES
La parroquia de Aguilar de la Frontera acoge del 30 de agosto al 7 de septiembre, una Solemne Novena en honor a la Patrona. Se iniciará a las 19:15 horas con la exposición del Santísimo y el rezo del Santo Rosario, para celebrar posteriormente la Santa Misa.
VOZ DEL PASTOR
Con aires de fiesta en torno a la Virgen santa
QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:
El comienzo de septiembre señala el comienzo de curso, comienzo de una nueva etapa en muchos ámbitos, también en el ámbito pastoral, en la actividad de nuestras parroquias, en la vida de la Iglesia. Y estos días son días de novena que nos preparan a la fiesta de la natividad de María, el 8 de septiembre. En muchos lugares de nuestra diócesis y de la Iglesia universal es la fiesta principal de la Virgen. En Córdoba, se llama Fuensanta. En otros muchos lugares de nuestra diócesis tiene otros nombres, que saben a gloria a quien se acerca a ella.
Vemos estos días a los más pequeños ir al colegio de la mano de su madre. Con esta imagen, que se repite tanto, os invito a agarrarnos de nuevo a la mano de nuestra Madre del cielo en el comienzo del curso pastoral. Probablemente sintamos cierta pereza, al dejar las vacaciones. Ella tira de nosotros, por nuestro bien. O quizá nos ilusione encontrarnos con nuevos amigos, vivir nuevas experiencias. Ella está discretamente presente para propiciar nuestro crecimiento en todos los sectores de nuestra vida.
Nos abrimos al nuevo curso con esperanza, porque ella va siempre a nuestro lado. No nos soltemos de su mano. Ella no nos infantiliza ni nos impide crecer, al contrario ejerce su maternidad con nosotros sin acapararnos, impulsándonos en nuestro crecimiento.
Ella está discretamente a nuestro lado y potencia todo lo bueno, librándonos de todo peligro.
Tener madre, acudir a ella, sentirse protegido por ella es un dato esencial en la vida cristiana. María no es un objeto de lujo o un añadido superfluo. María ocupa un lugar central en nuestra fe y en nuestra vida cristiana, porque es la Madre de Dios y nuestra Madre. Ahí la ha situado su Hijo y nos la ha dado en el momento supremo. Acudamos continuamente a su intercesión, como un niño pequeño que necesita siempre a su madre.
Tenemos en el horizonte próximo la beatificación de 127 mártires cordobeses en la persecución religiosa del siglo pasado. Lo celebraremos en la Catedral de Córdoba el próximo 16 de octubre, sábado. María ha ocupado un lugar central en las vidas de cada uno de ellos. María ha estado a su lado en todo momento, y especialmente en el momento supremo de las torturas y de la entrega final. Preparemos con María este evento especial para nuestra diócesis y para la Iglesia universal, que se alegra en la glorificación de sus mejores hijos.
Cultivemos la devoción a nuestra Madre desde el comienzo de curso. Con la oración del rosario, completo o por partes, que viene a ser como la oración del corazón: “¿Me quieres? –Te quiero. Dímelo de nuevo”.
Esa repetición continua de avemarías alegra a nuestra Madre, porque le recuerda a ella el momento culminante del anuncio del ángel. Esa repetición de avemarías serena nuestra alma y la dispone en actitud contemplativa para vivir la propia vida en esa actitud contemplativa que lo va recibiendo todo de Dios. Esa repetición de avemarías permite pasar por nuestro corazón tantas personas, tantas necesidades, tantas intercesiones. El rezo del rosario es una conexión sencilla e intensa con el corazón de María a lo largo de nuestras jornadas.
Comencemos el curso pastoral con aire de fiesta en torno a nuestra Madre la Virgen María. Cogidos de su mano, iniciamos una nueva etapa, pedimos por nuestras necesidades, encomendamos a todos los que se acogen a nuestra intercesión. La presencia de María llena el alma de alegría, incluso en los momentos de prueba.
A tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desoigas la oración de tus hijos necesitados, líbranos de todo peligro, oh siempre Virgen, gloriosa y bendita. Amén.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
UNA NUEVA ETAPA LLENA DE ESPERANZA
AÑO DE SAN JOSÉ
AÑO «FAMILIA LAETITIA»
CARTA PASTORAL AL INICIO DEL CURSO PASTORAL 2021-2022
VIVIR LA LITURGIA
¿Qué es participar en la liturgia?
JAVIER SÁNCHEZ MARTÍNEZ
Miembro de la Delegación diocesana de Liturgia
Siempre es bueno intensificar en la medida de nuestras posibilidades, la participación verdadera en la liturgia, el cultivo de la liturgia, de su solemnidad y sacralidad al celebrarla, renovando la participación plena, consciente, activa, interior, fructuosa, ya que la fe se nutre y se expresa en la liturgia. En esto cada cual, según su ministerio y vocación, como sacerdote, religioso o seglar, habrá de ver qué puede hacer (o en algunos casos, dejar de hacer porque se hace mal) y mejorar.
La participación consciente, plena, activa e interior en la liturgia, es algo más que “intervenir”, o desarrollar algún servicio en la liturgia. ¡Son necesarios y buenos los distintos ministerios: lectores, acólitos, salmistas, coro!, mientras que “participar” es algo de todos y cada uno los fieles.
Hay que cuidar la participación del pueblo cristiano entero (: que recen bien, que vivan con devoción la liturgia, que se ofrezcan con Cristo, que escuchen, que canten, que comulguen en estado de gracia).
La catequesis en sus diferentes grados y edades, especialmente la catequesis de adultos o la formación permanente, deberá tener entre sus objetivos educar en vistas a la participación litúrgica; al menos así lo señala del Directorio General de Catequesis de 1997:
“La Iglesia desea ardientemente que se lleve a todos los fieles cristianos a aquella participación plena, consciente y activa que exige la naturaleza de la liturgia misma y la dignidad de su sacerdocio bautismal. Para ello, la catequesis, además de propiciar el conocimiento del significado de la liturgia y de los sacramentos, ha de educar a los discípulos de Jesucristo para la oración, la acción de gracias, la penitencia, la plegaria confiada, el sentido comunitario, la captación recta del significado de los símbolos…; ya que todo ello es necesario para que existe una verdadera vida litúrgica” (DGC 85).
Con espíritu de servicio y humildad, con preparación, algunas personas realizan distintos ministerios en la liturgia pensando en el bien de todos, para que todos participen mejor, y están disponibles para cuando se les pida algún servicio: sea leer la Palabra de Dios o leer las preces de la Oración universal, o acolitar (monaguillos y acólitos), o cantar el salmo responsorial, o acercar al altar la ofrenda del pan y del vino. No es que participen más, es que desempeñan un servicio en la liturgia, que se agradece, para que todo se realice bien y con solemnidad.
¿Sabías que...
para escuchar el Evangelio hay que girarse hacia el ambón?
La Ordenación General del Misal Romano prescribe para todos, en el número 133, el siguiente gesto ante la proclamación del Evangelio: «Los presentes se vuelven hacia el ambón manifestando así una especial reverencia al Evangelio de Cristo”.
Colección completa de Manglanitos
José Pedro Manglano
Ediciones Logos
La colección completa de Manglanitos está escrita por José Pedro Manglano, sacerdote, escritor e impulsor de la asociación Hakuna. Está compuesta de quince libros, uno correspondiente a cada mes del año y los otros tres dedicados a la Cuaresma, el Espíritu Santo y el Corpus Christi.
Cada mes profundiza en un tema, las bienaventuranzas, los mandamientos, la vida, su final y la otra vida, o la Navidad son algunas de las materias tratadas en estos libros editados por Ediciones Logos, que ya puede encontrar en la librería diocesana.
El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.
AL TRASLUZ
ANTONIO GIL. Sacerdote
“¡Effetá, Ábrete!”
Inauguramos el nuevo curso pastoral 2021-2022, en plena encrucijada mundial, con terribles paisajes de violencia y con grandes incógnitas para el futuro. De nuevo, nuestra revista diocesana IGLESIA EN CÓRDOBA, -puente informativo, mano abierta para acoger no sólo noticias sino latidos, manantial de actividades pastorales-, sale a nuestro encuentro, en este domingo XXIII del Tiempo Ordinario, con esa palabra de Jesús, pronunciada con fuerza al sordomudo que le han presentado para que le imponga las manos: “¡Effetá, Ábrete!”.
Algunas veces, tenemos la impresión de que, a pesar de vivir en la época de la comunicación, corremos el riesgo de vivir en profunda incomunicación, cuando la tecnología de las comunicaciones se ha desarrollado de forma vertiginosa. Y en muchas ocasiones, observamos a la gente, cada uno con su móvil, atentos sobre todo a él, y despreocupados de quien tienen a su lado. Parece que estamos sordos y, además, apenas nos hablamos, como el sordomudo del evangelio. Corremos el riesgo de vivir ensimismados en nuestro pequeño mundo.
La voz de Jesús, “Effetá, Ábrete”, resuena en nuestros oídos como un revulsivo que nos puede despertar de este adormecimiento. “Ábrete” a la realidad, al prójimo, a Dios. “Ábrete” y escucha el grito de tantos hermanos, atenazados por el dolor y el sufrimiento. “Ábrete” al amor que “integra y reúne”, como dice el papa Francisco, en un intercambio de ofrendas a favor del bien común”. Si no escuchamos bien las palabras de Jesús, no pondremos palabras de esperanza en la vida de los que sufren.