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NÚMERO 751 • 25 DE JULIO DE 2021

CAMPAMENTOS DE VERANO 2021

La alegría vuelve a los campamentos de verano de la Diócesis

CULMINA LA RESTAURACIÓN DEL CRISTO DE LA TABLA DE MONTILLA

APUNTES

El Obispo confirmó a un nutrido grupo de jóvenes en Salesianos

Los miembros del grupo Cristo Vive recibieron el sacramento de la confirmación de manos de monseñor Demetrio Fernández el pasado sábado, 17 de julio, en el patio del colegio. El grupo Vida 2 pone fin a un recorrido en el que han participado durante ocho años.

Trece Televisión retransmitirá la eucaristía desde la Santa Iglesia Catedral

Monseñor Demetrio Fernández, presidirá las dos misas que emitirá Trece TV en directo los días 8 y 15 de agosto, desde el templo principal de la Diócesis, a las 12:00 horas.

Cerrado las oficinas del Obispado

Del 1 al 16 de agosto, permanecerán cerradas las oficinas del Obispado de Córdoba.

volverá el 5 de septiembre

Desde la Delegación de Medios de Comunicación Social les deseamos un feliz verano.

VOZ DEL PASTOR

Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores
“Yo estoy contigo todos los días”

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

Jesús también tuvo abuelos. Los evangelios no nos hablan de ellos, pero los apócrifos y la tradición nos dicen que los padres de María eran Joaquín y Ana, cuya fiesta litúrgica se celebra el 26 de julio. A veces ella sola, Santa Ana. A veces, los dos juntos, San Joaquín y Santa Ana. En todo caso, son los abuelitos de Jesús.

Qué bonito es tener abuelos. Es uno de los recuerdos más bonitos de nuestra infancia. Cuando en las visitas pastorales me dirijo a los niños y resalto el valor de los abuelos, se les iluminan los ojos a esos niños. Prácticamente todos tienen una feliz experiencia de sus abuelos. Experiencia que se prolonga en la juventud y hasta que los abuelos sobreviven. Quizá una de las primeras frustraciones de la vida es vivir la muerte de los abuelos. He visto a nietos inconsolables ante la muerte de uno de los abuelos.

En esa relación intergeneracional, los abuelos ofrecen un ámbito de afecto y de ternura, que compensa la dureza de la vida. La vida no siempre es fácil, los padres tienen la preciosa tarea de encauzar la vida de los hijos, unas veces con aplauso y apoyo y otras veces corrigiendo a tiempo. En los abuelos uno sólo encuentra apoyo y ternura.

Pero en esta temporada reciente se ha intensificado un fenómeno cada vez más frecuente: que los abuelos no tienen sitio en nuestra sociedad, no hay sitio para ellos en nuestras casas, no podemos atenderlos como necesitan, dado el ritmo de vida que llevamos y la prolongación de la vida. Más aún, en los cambios “progresistas” de nuestra sociedad, los abuelos estorban, son como un obstáculo ya no sólo físico, sino un obstáculo en el cambio de mentalidad de una sociedad, que es fácilmente manipulable. Todo nos empuja a prescindir de los abuelos, a dar ese salto generacional precipitando la ruptura con el pasado. En la pandemia, ha sido muy evidente ese empujón que ha llevado a tantos abuelos a la muerte. Y en la ley de eutanasia, una ley para la muerte, la intención es eliminar a los abuelos cuando estorben.

En este contexto, el Papa Francisco instituye a partir de este año la Jornada Mundial de los abuelos y mayores, para llamarnos a todos la atención sobre este hecho social con sus pros y sus contras. El Magisterio reciente de los Papas ha insistido en esta realidad y ha procurado iluminar la vida de los mayores, de manera que no queden descartados o incluso expulsados de la sociedad. Esta Jornada Mundial puede ayudarnos a caer en la cuenta del papel de los abuelos en la familia y en la sociedad.

“Yo estoy contigo todos los días” (Mt 28,20), es la promesa de Jesús a su Iglesia, a sus apóstoles, a cada uno de nosotros. Este lema traído para esta Jornada Mundial nos está subrayando que Jesucristo no abandona a nadie, y que está especialmente presente con las personas que, dadas las circunstancias de la vida, se sienten solas. La pandemia ha acentuado esta experiencia de soledad. Cuántos mayores han partido de este mundo desde la más absoluta soledad, que nunca podían imaginar. Cuántas personas, en sus casas y en residencias de ancianos, han vivido el confinamiento y los contagios de forma absolutamente recluida en la cuarentena. Cuánta soledad en el corazón humano, cuando más se necesita de compañía, porque faltan otros recursos de salud, de personas, de medios, etc.

Que la Jornada Mundial de los abuelos y los mayores nos acerque a tales personas que viven en nuestro entorno. Y que las personas que viven esta etapa de sus vidas, quizá antes llenas de actividad y entrega y ahora más limitadas, puedan acoger esta palabra de Jesús, que se hace vida en sus vidas: Yo estoy contigo, yo estaré siempre contigo, no tengas miedo a la soledad, porque yo te acompañaré siempre. Amén.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

CAMPAMENTOS DE VERANO 2021

La alegría vuelve a los campamentos de verano de la Diócesis

La demanda de estas actividades en época estival para que los niños puedan compartir unos días de convivencia y de oración, se ha visto incrementada de forma notable con respecto a años anteriores. De ahí que la diócesis de Córdoba haya puesto en marcha una amplia oferta de campamentos, escuelas de verano, convivencias familiares y experiencias juveniles para hacer de estos días un verano especial en el que los jóvenes están siendo los protagonistas.

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VIVIR LA LITURGIA

Reliquias de mártires cuando hoy se dedica una nueva iglesia

JAVIER SÁNCHEZ MARTÍNEZ
Miembro de la Delegación diocesana de Liturgia

El actual Ordo de Dedicación de iglesias y altares opta con decisión por el uso clásico de las reliquias bajo el altar.

El oficio de la dedicación de una iglesia “empieza con las primeras Vísperas. Si se van a colocar reliquias debajo del altar, es muy conveniente celebrar una Vigilia junto a las reliquias del mártir o del santo, lo cual se puede hacer muy bien celebrando el Oficio de lectura” (RDIA, rúbrica n. 19; cf. CE, n. 870). Así, si se va a dedicar una nueva parroquia, el oficio realmente comienza con la Vigilia la tarde-noche anterior ante las reliquias.

El rito solemne de dedicación comienza con una procesión de entrada, a poder ser, de una iglesia cercana a aquella que se va a dedicar, incluso con todos los fieles detrás de los ministros y el obispo para el solemne ingreso por vez primera en la nueva iglesia.

Comienza la procesión de entrada con “los diáconos o presbíteros que llevan las reliquias de los santos, rodeados por ministros o fieles con antorchas encendidas” (RDIA, rúbrica n. 31).

Llegados al presbiterio, “las reliquias de los santos se colocan en un sitio adecuado del presbiterio en medio de antorchas” (Id., n. 34), “una mesa pequeña”, donde colocar “el cofre con las reliquias, rodeado de flores y antorchas” (Id.,  n. 24).

Tras la homilía, se entonan las letanías de los santos, y después, “el obispo va al altar. Un diácono o un presbítero lleva las reliquias al obispo, quien las coloca en el sepulcro preparado para recibirlas” (Id., n. 58).

Cuando se colocan las reliquias bajo el altar se canta una antífona alternando con el salmo 14 (Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?). Se proponen dos antífonas: la primera es una deprecación a los santos, “que habéis recibido un lugar bajo el altar”, para que intercedan ante el Señor; la segunda se refiere a la sepultura en paz de los santos y a su fama, perdurable por generaciones. “Mientras tanto, un albañil cierra el sepulcro, y el obispo regresa a la cátedra” (Id., n. 58).

A toda la comunidad que celebra los santos misterios, estas reliquias les prestan un contacto sensible con un testigo fiel de Jesucristo y le indican cómo debe ser su comunión con la ofrenda de Cristo al Padre, renovada en cada Eucaristía.

¿Sabías que...

la sencillez y la limpieza son importantes para el culto sagrado?

Así lo dice el Misal en su número 351, refiriéndose incluso a las cosas menos importantes del culto: “Hágase un serio esfuerzo para que, aun en cosas de menor importancia, se tengan en cuenta las exigencias del arte y queden conjuntadas la noble sencillez con la limpieza”. ¡Todo limpio!, y cambiar con frecuencia el corporal, emplear un purificador por Misa, etc.

LIBRERÍA DIOCESANA

Domingo de Caleruega. Las palabras del santo

José A. Martínez Puche, O.P.
Edibesa • Colección Santos, amigos de Dios

Santo Domingo, que pasó a la historia como Domingo de Guzmán, nació en la población castellana de Caleruega, actualmente perteneciente a la provincia de Burgos. Cuando nació Domingo, en el siglo XII (hacia 1174), Caleruega era de la diócesis de Osma, actualmente es de la de Burgos. Esta obra no es una ¨Vida de Santo Domingo¨. Lo propio del libro son las palabras de Santo Domingo, destacadas a lo largo de su biografía. Los que conocieron más de cerca al Fundador de los Dominicos, como fueron su sucesor, fray Jordán de Sajonia, y la monja dominica más destacada, sor Cecilia Cesarini (o Romana), en sus biografías de Domingo; y los que fueron testigos en el proceso de canonización, en su declaración jurada, nos proporcionan las principales palabras que recordaban de fray Domingo. Al hilo de la vida de Domingo aparecen las palabras que el santo pronunció. Pero ninguna biografía nos ofrece todas las palabras. En esta obra lo más importante son las palabras: es el mismo Domingo quien nos relata, además de episodios de su vida, sus propios sentimientos, criterios, oraciones y consejos.

Esta obra es el homenaje que ofrecemos a Nuestro Padre Domingo, en el VIII Centenario de su Muerte: ¨Hijos, no os turbe mi partida corporal. No dudéis en modo alguno que, aunque muerto, os seré más útil que cuando estaba vivo¨ (Bolonia, 6 de agosto de 1221).

¡Sigue cumpliendo, Padre, lo que dijiste hace ocho siglos! Confiamos plenamente en tus palabras, tan actuales.

El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.

AL TRASLUZ

ANTONIO GIL. Sacerdote

¡Es bello ser anciano!

Este número de Iglesia en Córdoba, con el que se cierra el Año Pastoral 2020-2021, coincide con la celebración de la primera Jornada Mundial de los Abuelos y de las personas mayores, que la Iglesia Católica universal celebrará el 25 de julio, fiesta de Santiago. Recordaremos siempre aquella hermosa frase, pronunciada por el Papa emérito Benedicto XVI, el 12 de noviembre de 2012, durante su visita a la «Casa Familia Vivan los ancianos», de la Comunidad de san Egidio, en Roma:

«¡Es bello ser anciano!

En cada edad es necesario saber descubrir la presencia y bendición del Señor y las riquezas que aquella contiene.

¡Jamás hay que dejarse atrapar por la tristeza!

Hemos recibido el don de una vida larga.

Vivir es bello también a nuestra edad, a pesar de algún achaque y limitación.

Que en nuestro rostro esté siempre la alegría de sentirnos amados por Dios, y no la tristeza».

El Papa emérito finaliza sus palabras sobre la vejez con este hermoso pensamiento: «Cuando la vida se vuelve frágil, en los años de la vejez, jamás pierde su valor y dignidad: Cada uno de nosotros, en cualquier etapa de la existencia, es querido, amado por Dios, cada uno es importante y necesario». Teresa de Calcuta nos dejó también este mensaje: «Siempre ten presente que la piel se arruga, el pelo se vuelve blanco, los días se convierten en años… Pero lo importante no cambia. Tu fuerza y tu convicción no tienen edad».