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NÚMERO 743 • 30 DE MAYO DE 2021

CENTRO DE MAGISTERIO "SAGRADO CORAZÓN"

La formación
personalizada del
maestro del futuro

VOZ DEL PASTOR | SANTÍSIMA TRINIDAD, JORNADA PRO-ORANTIBUS

APUNTES

Aplazadas las Colonias Vocacionales

El Seminario Menor ha anunciado que las Colonias Vocacionales previstas del 27
de junio al 2 de julio, han sido aplazadas. Serán del 30 de agosto al 4 de septiembre.

Pentecostés en La Carlota

El pasado sábado en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de la Carlota se
celebró la Vigilia de pentecostés organizada por el grupo de jóvenes san Juan de Ávila y las hermanas Stella Matutina.

Alumnos de 3º y 4º de ESO recibieron el sacramento de la Confirmación el día 20 de mayo, en la Catedral, de manos del Obispo
La Asociación Familiar Club Alcorce veneró a la Santísima Virgen con el rezo del santo rosario.

VOZ DEL PASTOR

Santísima Trinidad, Jornada Pro-Orantibus

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

Concluida la cincuentena pascual, de Pascua a Pentecostés, se suceden una serie de fiestas que complementan el año litúrgico. Este domingo, la solemnidad de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Jesucristo constituye la plenitud de la revelación de Dios. Él se presenta en el escenario de la historia humana, hablándonos de Dios como su Padre, habla de sí mismo como el Hijo amado y nos anuncia el Espíritu Santo, que ha de venir como consolador y abogado. Así lo recibe la Iglesia, así lo vive en su liturgia de alabanza y acción de gracias, así lo proclama en el anuncio del Evangelio a todas las gentes. El Dios de Jesucristo no es un personaje solitario, lejano, inaccesible.

Dios ha abierto sus entrañas de misericordia, volcándose sobre cada uno de nosotros, nos ha abierto su corazón. Y no podíamos imaginar cuánto amor nos tiene Dios Padre, que nos ha enviado a su Hijo único para rescatarnos del poder de la muerte y llevarnos al cielo, y a través de su Hijo nos ha enviado el Espíritu Santo, su amor personal, para que nos enseñe a amar. Entrar en relación con Jesucristo es entrar en la órbita de un amor que nos envuelve y nos lleva a plenitud, un amor que nos sana y nos restaura, un amor que nos impulsa y nos llena de alegría vital.

Dios tiene el plan de hacernos sus íntimos, de que entremos en su diálogo de amor para enviarnos a ser testigos de ese amor a todos los hombres, nuestros hermanos. Dios nos ha abierto su corazón para que disfrutemos de su amistad y nos hagamos partícipes de sus dones. Cuando el gran teólogo santo Tomás se pregunta para qué se nos ha revelado el misterio de la Trinidad, responde: -Para que lo disfrutemos.

La fiesta de la Santísima Trinidad es fiesta para disfrutar de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que ha puesto su morada en nuestra alma. “Si alguno me ama, guardará mi palabrea, mi Padre lo amara y vendremos a él y haremos morada en él” (Jn 14, 23). Es lo que llama el catecismo la inhabitación de las Personas divinas en el alma del justo. Ya no hay soledad para el que vive con las Personas divinas, está siempre acompañado, dialoga con ellos, acude a su continua protección, se siente acompañado siempre, incluso en el momentos de mayor aislamiento. El cristiano en gracia de Dios tiene huéspedes en su alma, y debe vivir para atenderlos y acogerlos en su corazón.

La vida contemplativa nos recuerda a todos en la Iglesia esta dimensión esencial de la vida cristiana: el conocimiento amoroso de Dios, el trato asiduo por la oración y la contemplación de Dios, el entrar en su corazón y compartir sus amores.

Si Dios no es un círculo cerrado, sino un corazón abierto para incluir a todos los hombres, el corazón de un contemplativo no es un corazón aislado del mundo y de los dolores de la humanidad. El lema de la Jornada Pro-orantibus de este año nos dice: “Cerca de Dios y del dolor humano”. Los contemplativos están más cerca de Dios, porque han sido llamados para vivir cerca, pero al mismo tiempo, entrando en el corazón de Dios, están más cerca de la humanidad, porque comparten los amores de Dios y el sufrimiento de Cristo crucificado, movido por el amor.

Concretamente en este tiempo de pandemia, los contemplativos llevan traspasado el corazón con los sufrimientos de tantos hermanos que sufren la pandemia, como ellos mismos la están padeciendo. Estar cerca de Dios no aleja de los hombres, y menos aún de los dolores de la humanidad. Estar cerca de Dios hace estar más cerca de los hombres y de sus angustias y esperanzas. Como decía santa Teresita del Niño Jesús: “En el corazón de mi madre la Iglesia, yo seré el amor”. Los contemplativos son el amor que bombea a toda la Iglesia el amor para sanar los corazones doloridos.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

CENTRO DE MAGISTERIO "SAGRADO CORAZÓN"

La formación personalizada del maestro del FUTURO

Casi seis décadas de experiencia

Desde su fundación en el año 1.964, el Centro de Magisterio “Sagrado Corazón” de Córdoba es uno de los más antiguos de la provincia de Córdoba, junto a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba. En casi seis décadas de funcionamiento han egresado 8.080 alumnos. En el presente curso están matriculados 703 alumnos.

Master Oficial de Neuropedagogía

El Centro de Magisterio ofrece también el Máster en “Neuropedagía, creatividad y gestión de la capacidad y el talento. Aplicaciones educativas” que pretende proporcionar al alumnado una formación avanzada, en los dos perfiles que oferta, investigador y profesional, en la temática específica del Máster.

Seguir leyendo

VIVIR LA LITURGIA

La normativa litúrgica sobre el altar y las reliquias

JAVIER SÁNCHEZ MARTÍNEZ
Miembro de la Delegación diocesana de Liturgia

Es bueno conservar la tradición litúrgica de depositar reliquias de mártires (o de otros santos) al pie de un nuevo altar cuando se consagra:

“Toda la dignidad del altar le viene de ser la mesa del Señor. Por eso los cuerpos de los mártires no honran el altar, sino que éste dignifica el sepulcro de los mártires. Porque, para honrar los cuerpos de los mártires y de otros santos y para significar que el sacrificio de los miembros tuvo principio en el sacrificio de la Cabeza, conviene edificar el altar sobre sus sepulcros o colocar sus reliquias debajo de los altares… Porque, aunque todos los santos son llamados, con razón, testigos de Cristo, sin embargo el testimonio de la sangre tiene una fuerza especial que sólo las reliquias de los mártires colocadas bajo el altar expresan en toda su integridad” (Ritual consagración del altar, n. 5).

Litúrgicamente, se quiere reproducir la visión del Apocalipsis: “Vi debajo del altar las almas de los inmolados a causa de la palabra del Dios y del testimonio que mantuvieron” (Ap 6,9). Por ello, siguiendo la normativa litúrgica, ni las reliquias se incrustarán sobre la mesa, ni mucho menos sobre el altar se expondrán los relicarios o imágenes.

La disciplina actual recomienda que al consagrar un nuevo altar se depositen reliquias de mártires o de santos, de tamaño conveniente y que conste su autenticidad (cf. OGMR 302):

“Es oportuno conservar la tradición de la liturgia romana de colocar reliquias de mártires y de otros santos debajo del altar. Pero se tendrá en cuenta lo siguiente:

  • a) Las reliquias deben evidenciar, por su tamaño, que se trata de partes de un cuerpo humano. Se evitará, por tanto, colocar partículas pequeñas.
  • b) Debe averiguarse, con la mayor diligencia, la autenticidad de dichas reliquias. Es preferible dedicar el altar sin reliquias que colocar reliquias dudosas.
  • c) El cofre con las reliquias no se colocará ni sobre al altar, ni dentro de la mesa del mismo, sino debajo de la mesa, teniendo en cuenta la forma del altar” (RDIA, nº 10).

Es recomendable entonces que el altar esté edificado sobre el sepulcro de los mártires o reliquias de otros santos en su base. “Justamente -predica san Agustín- descansan las almas de los justos debajo del altar, ya que sobre él es ofrecido el cuerpo del Señor” (Serm. 107).

¿Sabías que...

durante la plegaria eucarística no debe cantarse nada ni sonar música?

La plegaria eucarística, que transcurre desde el diálogo del prefacio hasta el Amén de la doxología, es el centro y culmen. La recita solo el sacerdote. Como nos recuerda  Redemptionis Sacramentum (n 53), “mientras el sacerdote celebrante pronuncia la Plegaria Eucarística, «no se realizarán otras oraciones o cantos, y estarán en silencio el órgano y los otros instrumentos musicales», salvo las aclamaciones del pueblo”.

LIBRERÍA DIOCESANA

De los vicios y de las virtudes

Papa Francisco • Marco Pozza
Romana Editorial

En este libro el Papa Francisco “De los vicios y de las virtudes” reflexiona acerca de las siete virtudes, teologales y cardinales, frente a los siete pecados capitales o vicios, a través de un diálogo con don Marco Pozza, teólogo y capellán de la cárcel de Padua. Como dice el Papa Francisco, “reflexionar sobre los vicios y las virtudes es reflexionar acerca de la lucha y la belleza de la vida de cada día”.

En sus 224 páginas, el Papa Francisco analiza y comenta la contraposición entre el vicio y la virtud en la vida con el trasfondo de la obra de Giotto en la Capilla degli Scrovegni de Padua, en la que representa la senda de la historia de la salvación en los frescos de las paredes con las imágenes de la vida de Jesús y María y del Juicio final. En la parte de abajo, Giotto pintó las cuatro virtudes cardinales y las tres virtudes teologales a la derecha del Juicio de Cristo, y los siete vicios que son el contrapeso de las virtudes a la izquierda. Y es precisamente a estas dobles contraposiciones entre injusticia-justicia, inconstancia-fortaleza, ira-templanza, estupidez-prudencia, infidelidad-fe, envidia-caridad, desesperación-esperanza a las que esta última conversación entre el Papa Francisco y don Marco Pozza está dedicada.

En suma, en este libro las palabras del Papa Francisco, con su original estilo, nos muestran la vía que nos ayuda a repensar el difícil y necesario discernimiento entre el bien y el mal.

El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.

AL TRASLUZ

ANTONIO GIL. Sacerdote

“Cantan tu gloria, Cristo sacerdote”

“Cantan tu gloria, Cristo sacerdote, los cielos y la tierra: a ti que por amor te hiciste hombre y al Padre como víctima te ofrendas”, cantábamos en el Himno de Laudes, el pasado jueves, fiesta de Jesucristo, sumo y eterno sacerdote. Gran jornada para la reflexión. Me gustaría evocar unas palabras del cardenal Sarah, dirigidas a los sacerdotes: “Es esencial que el sacerdote tome plena conciencia de que, por encima de todo, es un hombre de Dios y un hombre de oración. No debe dejarse atrapar por el mundo, como si el tiempo consagrado a Cristo en una oración íntima y silenciosa fuese tiempo perdido”. Y el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, en una ordenación de cinco sacerdotes, les dijo estas palabras: “El Señor Jesús es quien os ha mirado con cariño, os ha mirado y os ha llamado para confiaros su propia misión, comprometiéndose a estar con vosotros siempre. Cada sacerdote, cada uno de vosotros, sois un gran regalo para la Iglesia y para el mundo”. Y el papa Francisco, también en una ordenación sacerdotal, decía: “Desempeñad con alegría y caridad sincera la obra sacerdotal de Cristo, con la intención de agradar únicamente a Dios y no a vosotros mismos”.

La silueta de Jesucristo, sumo y eterno sacerdote, nos invita siempre a sentirnos “maestros de la Palabra, ministros de los sacramentos y guías de la comunidad”, en esta hora tan difícil y de tantas encrucijadas como vive la sociedad. Por eso, más que nunca, nuestra misión sacerdotal es tan urgente, tan apasionante y tan necesaria.

DIEZ AÑOS DE MISIÓN EN PICOTA

PABLO JESÚS GONZÁLEZ

«La experiencia misionera estuvo rodeada de alegría»

Pablo Jesús González participó en la misión hace dos años y sueña con volver a vivir la experiencia

¿Cómo surgió la idea de realizar un tiempo de voluntariado en Picota?

Para intentar explicar los motivos que me llevaron a realizar una experiencia misionera (expresión que sería más acertada que “voluntariado”), tendría que hacer referencia a mis padres. En este sentido, la integración de mis padres en la Delegación de Misiones de Córdoba ha sido un claro reflejo a lo largo de mi vida, hasta el punto de llegar a participar en el grupo de formación misionera de jóvenes, que estaba coordinado por la Delegación de Misiones de Córdoba.

Esta íntima relación con la Misión, promovida principalmente a través de mis padres, hace despertar una cierta curiosidad por la posibilidad de realizar una experiencia misionera lo cual se consolida, primero, por el aprendizaje de qué significaba realmente esta experiencia (a diferencia de un voluntariado) y, segundo, por los testimonios y la alegría de aquellas personas que ya lo habían hecho.

¿Qué recuerdas de aquella experiencia misionera?

Casi dos años después de haber vivido aquella experiencia, mis recuerdos acerca de la misma siguen persistiendo con total claridad, así como las ganas de volver a vivirla. Los sentimientos, emociones y pensamientos que resurgen cuando pienso en aquella experiencia se clasifican en dos bloques: por un lado, la alegría que rodeó en todo momento aquella vivencia y, por otro lado, todas aquellas enseñanzas y lecciones que me transmitieron aquellas personas que formaron parte de mi experiencia en Picota (entre otros, los sacerdotes, las monjas de distintas congregaciones, mis compañeros de viaje y, sin duda, nuestros hermanos de Picota, que en todo momento nos acogieron con los brazos abiertos).

¿Qué te enseñó la gente que te encontraste allí?

Una cosa en común que encontraba en aquellas personas es el deseo de Dios que se reflejaba en dos aspectos muy importantes: cómo apreciaban y agradecían la presencia del sacerdote y el deseo de poder participar en la Eucaristía, que en algunos casos sólo era posible tres o cuatro veces al año. Esta actitud me hizo reconocer que estaba tan acostumbrado que no había valorado lo afortunado que era ante la posibilidad de poder asistir cada domingo a la celebración de la Eucaristía.

¿Cómo cambió tu vida al volver a tu vida cotidiana?

Esta experiencia misionera ha supuesto una nueva perspectiva en mi día a día. Como contaba anteriormente, ha conseguido que valore de otra manera ciertas cosas, otorgándole la relevancia que realmente tienen, principalmente, la importancia de la Eucaristía en mi vida. Todo ello se traduce en un sentimiento de alegría, la necesidad de compartir mi alegría, mi Fe, con la gente de mi alrededor.

¿Mantienes todavía vinculación con la misión diocesana?

Aunque no mantengo una vinculación diaria con la misión Diocesana de Picota, sí que estoy informado de las novedades que se desarrollan en la misma a través de las redes sociales, con la plena ilusión de que Dios vuelva a ponerla en mi vida.

NÚMERO 743 • 30 DE MAYO DE 2021

CENTRO DE MAGISTERIO "SAGRADO CORAZÓN"

La formación
personalizada del
maestro del futuro

VOZ DEL PASTOR | SANTÍSIMA TRINIDAD, JORNADA PRO-ORANTIBUS

APUNTES

Aplazadas las Colonias Vocacionales

El Seminario Menor ha anunciado que las Colonias Vocacionales previstas del 27
de junio al 2 de julio, han sido aplazadas. Serán del 30 de agosto al 4 de septiembre.

Pentecostés en La Carlota

El pasado sábado en la Parroquia de la Inmaculada Concepción de la Carlota se
celebró la Vigilia de pentecostés organizada por el grupo de jóvenes san Juan de Ávila y las hermanas Stella Matutina.

Alumnos de 3º y 4º de ESO recibieron el sacramento de la Confirmación el día 20 de mayo, en la Catedral, de manos del Obispo
La Asociación Familiar Club Alcorce veneró a la Santísima Virgen con el rezo del santo rosario.

VOZ DEL PASTOR

Santísima Trinidad, Jornada Pro-Orantibus

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

Concluida la cincuentena pascual, de Pascua a Pentecostés, se suceden una serie de fiestas que complementan el año litúrgico. Este domingo, la solemnidad de la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Jesucristo constituye la plenitud de la revelación de Dios. Él se presenta en el escenario de la historia humana, hablándonos de Dios como su Padre, habla de sí mismo como el Hijo amado y nos anuncia el Espíritu Santo, que ha de venir como consolador y abogado. Así lo recibe la Iglesia, así lo vive en su liturgia de alabanza y acción de gracias, así lo proclama en el anuncio del Evangelio a todas las gentes. El Dios de Jesucristo no es un personaje solitario, lejano, inaccesible.

Dios ha abierto sus entrañas de misericordia, volcándose sobre cada uno de nosotros, nos ha abierto su corazón. Y no podíamos imaginar cuánto amor nos tiene Dios Padre, que nos ha enviado a su Hijo único para rescatarnos del poder de la muerte y llevarnos al cielo, y a través de su Hijo nos ha enviado el Espíritu Santo, su amor personal, para que nos enseñe a amar. Entrar en relación con Jesucristo es entrar en la órbita de un amor que nos envuelve y nos lleva a plenitud, un amor que nos sana y nos restaura, un amor que nos impulsa y nos llena de alegría vital.

Dios tiene el plan de hacernos sus íntimos, de que entremos en su diálogo de amor para enviarnos a ser testigos de ese amor a todos los hombres, nuestros hermanos. Dios nos ha abierto su corazón para que disfrutemos de su amistad y nos hagamos partícipes de sus dones. Cuando el gran teólogo santo Tomás se pregunta para qué se nos ha revelado el misterio de la Trinidad, responde: -Para que lo disfrutemos.

La fiesta de la Santísima Trinidad es fiesta para disfrutar de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, que ha puesto su morada en nuestra alma. “Si alguno me ama, guardará mi palabrea, mi Padre lo amara y vendremos a él y haremos morada en él” (Jn 14, 23). Es lo que llama el catecismo la inhabitación de las Personas divinas en el alma del justo. Ya no hay soledad para el que vive con las Personas divinas, está siempre acompañado, dialoga con ellos, acude a su continua protección, se siente acompañado siempre, incluso en el momentos de mayor aislamiento. El cristiano en gracia de Dios tiene huéspedes en su alma, y debe vivir para atenderlos y acogerlos en su corazón.

La vida contemplativa nos recuerda a todos en la Iglesia esta dimensión esencial de la vida cristiana: el conocimiento amoroso de Dios, el trato asiduo por la oración y la contemplación de Dios, el entrar en su corazón y compartir sus amores.

Si Dios no es un círculo cerrado, sino un corazón abierto para incluir a todos los hombres, el corazón de un contemplativo no es un corazón aislado del mundo y de los dolores de la humanidad. El lema de la Jornada Pro-orantibus de este año nos dice: “Cerca de Dios y del dolor humano”. Los contemplativos están más cerca de Dios, porque han sido llamados para vivir cerca, pero al mismo tiempo, entrando en el corazón de Dios, están más cerca de la humanidad, porque comparten los amores de Dios y el sufrimiento de Cristo crucificado, movido por el amor.

Concretamente en este tiempo de pandemia, los contemplativos llevan traspasado el corazón con los sufrimientos de tantos hermanos que sufren la pandemia, como ellos mismos la están padeciendo. Estar cerca de Dios no aleja de los hombres, y menos aún de los dolores de la humanidad. Estar cerca de Dios hace estar más cerca de los hombres y de sus angustias y esperanzas. Como decía santa Teresita del Niño Jesús: “En el corazón de mi madre la Iglesia, yo seré el amor”. Los contemplativos son el amor que bombea a toda la Iglesia el amor para sanar los corazones doloridos.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

CENTRO DE MAGISTERIO "SAGRADO CORAZÓN"

La formación personalizada del maestro del FUTURO

Casi seis décadas de experiencia

Desde su fundación en el año 1.964, el Centro de Magisterio “Sagrado Corazón” de Córdoba es uno de los más antiguos de la provincia de Córdoba, junto a la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Córdoba. En casi seis décadas de funcionamiento han egresado 8.080 alumnos. En el presente curso están matriculados 703 alumnos.

Master Oficial de Neuropedagogía

El Centro de Magisterio ofrece también el Máster en “Neuropedagía, creatividad y gestión de la capacidad y el talento. Aplicaciones educativas” que pretende proporcionar al alumnado una formación avanzada, en los dos perfiles que oferta, investigador y profesional, en la temática específica del Máster.

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VIVIR LA LITURGIA

La normativa litúrgica sobre el altar y las reliquias

JAVIER SÁNCHEZ MARTÍNEZ
Miembro de la Delegación diocesana de Liturgia

Es bueno conservar la tradición litúrgica de depositar reliquias de mártires (o de otros santos) al pie de un nuevo altar cuando se consagra:

“Toda la dignidad del altar le viene de ser la mesa del Señor. Por eso los cuerpos de los mártires no honran el altar, sino que éste dignifica el sepulcro de los mártires. Porque, para honrar los cuerpos de los mártires y de otros santos y para significar que el sacrificio de los miembros tuvo principio en el sacrificio de la Cabeza, conviene edificar el altar sobre sus sepulcros o colocar sus reliquias debajo de los altares… Porque, aunque todos los santos son llamados, con razón, testigos de Cristo, sin embargo el testimonio de la sangre tiene una fuerza especial que sólo las reliquias de los mártires colocadas bajo el altar expresan en toda su integridad” (Ritual consagración del altar, n. 5).

Litúrgicamente, se quiere reproducir la visión del Apocalipsis: “Vi debajo del altar las almas de los inmolados a causa de la palabra del Dios y del testimonio que mantuvieron” (Ap 6,9). Por ello, siguiendo la normativa litúrgica, ni las reliquias se incrustarán sobre la mesa, ni mucho menos sobre el altar se expondrán los relicarios o imágenes.

La disciplina actual recomienda que al consagrar un nuevo altar se depositen reliquias de mártires o de santos, de tamaño conveniente y que conste su autenticidad (cf. OGMR 302):

“Es oportuno conservar la tradición de la liturgia romana de colocar reliquias de mártires y de otros santos debajo del altar. Pero se tendrá en cuenta lo siguiente:

  • a) Las reliquias deben evidenciar, por su tamaño, que se trata de partes de un cuerpo humano. Se evitará, por tanto, colocar partículas pequeñas.
  • b) Debe averiguarse, con la mayor diligencia, la autenticidad de dichas reliquias. Es preferible dedicar el altar sin reliquias que colocar reliquias dudosas.
  • c) El cofre con las reliquias no se colocará ni sobre al altar, ni dentro de la mesa del mismo, sino debajo de la mesa, teniendo en cuenta la forma del altar” (RDIA, nº 10).

Es recomendable entonces que el altar esté edificado sobre el sepulcro de los mártires o reliquias de otros santos en su base. “Justamente -predica san Agustín- descansan las almas de los justos debajo del altar, ya que sobre él es ofrecido el cuerpo del Señor” (Serm. 107).

¿Sabías que...

durante la plegaria eucarística no debe cantarse nada ni sonar música?

La plegaria eucarística, que transcurre desde el diálogo del prefacio hasta el Amén de la doxología, es el centro y culmen. La recita solo el sacerdote. Como nos recuerda  Redemptionis Sacramentum (n 53), “mientras el sacerdote celebrante pronuncia la Plegaria Eucarística, «no se realizarán otras oraciones o cantos, y estarán en silencio el órgano y los otros instrumentos musicales», salvo las aclamaciones del pueblo”.

LIBRERÍA DIOCESANA

De los vicios y de las virtudes

Papa Francisco • Marco Pozza
Romana Editorial

En este libro el Papa Francisco “De los vicios y de las virtudes” reflexiona acerca de las siete virtudes, teologales y cardinales, frente a los siete pecados capitales o vicios, a través de un diálogo con don Marco Pozza, teólogo y capellán de la cárcel de Padua. Como dice el Papa Francisco, “reflexionar sobre los vicios y las virtudes es reflexionar acerca de la lucha y la belleza de la vida de cada día”.

En sus 224 páginas, el Papa Francisco analiza y comenta la contraposición entre el vicio y la virtud en la vida con el trasfondo de la obra de Giotto en la Capilla degli Scrovegni de Padua, en la que representa la senda de la historia de la salvación en los frescos de las paredes con las imágenes de la vida de Jesús y María y del Juicio final. En la parte de abajo, Giotto pintó las cuatro virtudes cardinales y las tres virtudes teologales a la derecha del Juicio de Cristo, y los siete vicios que son el contrapeso de las virtudes a la izquierda. Y es precisamente a estas dobles contraposiciones entre injusticia-justicia, inconstancia-fortaleza, ira-templanza, estupidez-prudencia, infidelidad-fe, envidia-caridad, desesperación-esperanza a las que esta última conversación entre el Papa Francisco y don Marco Pozza está dedicada.

En suma, en este libro las palabras del Papa Francisco, con su original estilo, nos muestran la vía que nos ayuda a repensar el difícil y necesario discernimiento entre el bien y el mal.

El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.

AL TRASLUZ

ANTONIO GIL. Sacerdote

“Cantan tu gloria, Cristo sacerdote”

“Cantan tu gloria, Cristo sacerdote, los cielos y la tierra: a ti que por amor te hiciste hombre y al Padre como víctima te ofrendas”, cantábamos en el Himno de Laudes, el pasado jueves, fiesta de Jesucristo, sumo y eterno sacerdote. Gran jornada para la reflexión. Me gustaría evocar unas palabras del cardenal Sarah, dirigidas a los sacerdotes: “Es esencial que el sacerdote tome plena conciencia de que, por encima de todo, es un hombre de Dios y un hombre de oración. No debe dejarse atrapar por el mundo, como si el tiempo consagrado a Cristo en una oración íntima y silenciosa fuese tiempo perdido”. Y el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez, en una ordenación de cinco sacerdotes, les dijo estas palabras: “El Señor Jesús es quien os ha mirado con cariño, os ha mirado y os ha llamado para confiaros su propia misión, comprometiéndose a estar con vosotros siempre. Cada sacerdote, cada uno de vosotros, sois un gran regalo para la Iglesia y para el mundo”. Y el papa Francisco, también en una ordenación sacerdotal, decía: “Desempeñad con alegría y caridad sincera la obra sacerdotal de Cristo, con la intención de agradar únicamente a Dios y no a vosotros mismos”.

La silueta de Jesucristo, sumo y eterno sacerdote, nos invita siempre a sentirnos “maestros de la Palabra, ministros de los sacramentos y guías de la comunidad”, en esta hora tan difícil y de tantas encrucijadas como vive la sociedad. Por eso, más que nunca, nuestra misión sacerdotal es tan urgente, tan apasionante y tan necesaria.

DIEZ AÑOS DE MISIÓN EN PICOTA

PABLO JESÚS GONZÁLEZ

«La experiencia misionera estuvo rodeada de alegría»

Pablo Jesús González participó en la misión hace dos años y sueña con volver a vivir la experiencia

¿Cómo surgió la idea de realizar un tiempo de voluntariado en Picota?

Para intentar explicar los motivos que me llevaron a realizar una experiencia misionera (expresión que sería más acertada que “voluntariado”), tendría que hacer referencia a mis padres. En este sentido, la integración de mis padres en la Delegación de Misiones de Córdoba ha sido un claro reflejo a lo largo de mi vida, hasta el punto de llegar a participar en el grupo de formación misionera de jóvenes, que estaba coordinado por la Delegación de Misiones de Córdoba.

Esta íntima relación con la Misión, promovida principalmente a través de mis padres, hace despertar una cierta curiosidad por la posibilidad de realizar una experiencia misionera lo cual se consolida, primero, por el aprendizaje de qué significaba realmente esta experiencia (a diferencia de un voluntariado) y, segundo, por los testimonios y la alegría de aquellas personas que ya lo habían hecho.

¿Qué recuerdas de aquella experiencia misionera?

Casi dos años después de haber vivido aquella experiencia, mis recuerdos acerca de la misma siguen persistiendo con total claridad, así como las ganas de volver a vivirla. Los sentimientos, emociones y pensamientos que resurgen cuando pienso en aquella experiencia se clasifican en dos bloques: por un lado, la alegría que rodeó en todo momento aquella vivencia y, por otro lado, todas aquellas enseñanzas y lecciones que me transmitieron aquellas personas que formaron parte de mi experiencia en Picota (entre otros, los sacerdotes, las monjas de distintas congregaciones, mis compañeros de viaje y, sin duda, nuestros hermanos de Picota, que en todo momento nos acogieron con los brazos abiertos).

¿Qué te enseñó la gente que te encontraste allí?

Una cosa en común que encontraba en aquellas personas es el deseo de Dios que se reflejaba en dos aspectos muy importantes: cómo apreciaban y agradecían la presencia del sacerdote y el deseo de poder participar en la Eucaristía, que en algunos casos sólo era posible tres o cuatro veces al año. Esta actitud me hizo reconocer que estaba tan acostumbrado que no había valorado lo afortunado que era ante la posibilidad de poder asistir cada domingo a la celebración de la Eucaristía.

¿Cómo cambió tu vida al volver a tu vida cotidiana?

Esta experiencia misionera ha supuesto una nueva perspectiva en mi día a día. Como contaba anteriormente, ha conseguido que valore de otra manera ciertas cosas, otorgándole la relevancia que realmente tienen, principalmente, la importancia de la Eucaristía en mi vida. Todo ello se traduce en un sentimiento de alegría, la necesidad de compartir mi alegría, mi Fe, con la gente de mi alrededor.

¿Mantienes todavía vinculación con la misión diocesana?

Aunque no mantengo una vinculación diaria con la misión Diocesana de Picota, sí que estoy informado de las novedades que se desarrollan en la misma a través de las redes sociales, con la plena ilusión de que Dios vuelva a ponerla en mi vida.