El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, presidió la entrega de albas a los seminaristas el pasado martes, en la capilla del Seminario San Pelagio.
APUNTES
Siete parejas de novios participaron el pasado fin de semana en el Cursillo de preparación para el Sacramento del Matrimonio impartido en la parroquia de la Asunción de Priego de Córdoba, cuidando todas las medidas de seguridad y sanitarias.
Tras una década de aumento ininterrumpido de las visitas a la Mezquita-Catedral, el impacto de la crisis sanitaria se ha visto reflejado de una manera notable en el número de personas que accedieron al monumento durante el ejercicio 2020. Las celebraciones litúrgicas diarias siguen celebrándose ininterrumpidamente.
El día 25 de enero, se bendijo el Icono de la Madre de Dios de Fátima por el rito católico, de la mano del sacerdote Manuel González Muñana, y por el rito Ortodoxo, por el Padre Alexander Dolgov. Está ubicado en la parroquia de la Inmaculada y San Alberto Magno de la ciudad.
VOZ DEL PASTOR
“Contagia solidaridad para acabar con el Hambre”
Manos Unidas 2021
QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:
La Campaña de Manos Unidas dura todo el año, pero llega a su culmen en estos días de febrero, cuando se nos invita al ayuno voluntario. Hace más de 60 años un grupo de mujeres de Acción Católica se propusieron arrimar su granito de arena para aliviar el Hambre en el mundo, y han conseguido la proeza de despertar nuestra conciencia y remediar muchas situaciones a base de proyectos que llegan a millones de personas en todo el mundo. Mientras otros se han dedicado a eliminar bocas matando a niños en el seno de su madre, Manos Unidas ensancha la mesa para acoger a más personas, todavía caben más. Se trata de estrecharnos un poco para que quepan más en esta mesa común. Es el amor que genera vida el que cambia la historia, nunca el odio que genera muerte.
El pasado ejercicio 2019 Manos Unidas recaudó más de 43 millones de euros con los que atendieron a más de millón y medio de personas. Casi el 90% proviene de fondos privados. Si no existiera Manos Unidas tendríamos que inventarla. Manos Unidas es la ONG de la Iglesia Católica que, bajo la suprema autoridad de la jerarquía eclesiástica, pone en valor la acción de los laicos, y particularmente de las mujeres, en la promoción del amor y la justicia para el bien de los más pobres de la tierra. Manos Unidas es la ONG de mayor prestigio en España para la tarea de cooperación internacional.
En nuestra diócesis de Córdoba, y en la mayoría de las diócesis de España, es la colecta más voluminosa de todo el año. Quiere decir que Manos Unidas merece nuestra confianza, porque está respaldada por los Obispos, y quiere decir que la comunidad cristiana en España está muy sensibilizada para compartir sus bienes con los más pobres de la tierra. Es ocasión para reconocer agradecidos a todos los que trabajan en Manos Unidas en nuestra diócesis y en los servicios centrales de Madrid. La inmensa mayoría de ellos son voluntarios y por eso no restan un euro de lo que entregamos para los pobres. La transparencia es una de las claves de su éxito.
El lema de este año se refiere a la pandemia que nos trae a todos en jaque. Ciertamente hay una pandemia y una ola de contagios que generan muerte. Hay muchos muertos que vemos y hay muchísimos que no vemos. Pero al mismo tiempo esta pandemia está suscitando el esfuerzo de muchos para luchar contra ella, y va alcanzando sus victorias parciales hasta conseguir la victoria definitiva. Uno de los bienes que nos ha proporcionado la pandemia es el despertar una solidaridad que no habíamos conocido hasta ahora. En momentos graves, la persona humana saca de su corazón recursos que no había imaginado. En el fondo, Dios sabe sacar bienes de cualquier situación. Y en medio de esta catástrofe, brota una solidaridad que nos llena de esperanza.
“Contagia solidaridad para acabar con el hambre”, es el lema de este año. Se trata de contagiar a los demás la solidaridad que ha brotado en tu corazón. Esa solidaridad tiene un índice mayor de contagio que el virus que nos amenaza. Instalados en nuestra comodidad y nuestro bienestar, no nos damos cuenta de que la inmensa mayoría de los habitantes del planeta no gozan de este bienestar. El virus ha venido a despertarnos de ese engaño. Nos descubre que somos vulnerables, que no lo tenemos todo por tener más bienestar. Más aún, que no por tener más bienestar seremos más felices. Sólo el amor puede llenar nuestro corazón. Y ya que no despertamos a la solidaridad por nuestra reflexión, se despierte por la premura de la pandemia que nos amenaza. No hay mal que por bien no venga.
Muchos hombres y mujeres hoy sobreviven en medio de múltiples carencias y pobrezas. Y no olvidemos que la pobreza más grande es la de no tener a Dios y carecer de los medios que la Iglesia ofrece para nuestra santificación. Ayudemos a remediar la pobreza material e iremos creando así las condiciones para el anuncio del Evangelio.
Recibid mi afecto y mi bendición:
+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
EDUCAMOS ENTRE TODOS
Rosa María Quero Pérez. Animadora Laudato si´ del Movimiento Católico Mundial por el Clima
EDUCAR PARA UNA ECOLOGÍA INTEGRAL
APOSTAR POR OTRO ESTILO DE VIDA
Un recorrido sistemático por la encíclica Laudato si´ nos conduce a la idea de “conversión ecológica”, que desde el prisma de la fe es dejarnos interpelar por “el encuentro con Jesucristo en las relaciones con el mundo que nos rodea” (LS 217) y donde el creyente “no entiende su superioridad como… dominio irresponsable, sino como una capacidad diferente del hombre, que a su vez impone una gran responsabilidad…” (LS 220).
Este dinamismo de cambio se lleva a cabo a través de una conversión comunitaria en la que aspirar a un mundo mejor supone cambios profundos en los estilos de vida y en los modelos de producción y consumo.
Para implicar a la comunidad y que en nuestras vidas podamos encarnar el mensaje de Laudato si´ propongo una serie de acciones cotidianas que podrían ir desde no dejarnos influenciar por los mercados que crean mecanismos consumistas para colocar sus productos, desmontar el mito de la modernidad basado en el progreso sin limite, la competencia, el consumismo, el mercado sin reglas… y educar creando hábitos, no imponiendo normas.
El desafío educativo que nos surge a la luz de esta encíclica consiste en tratar el tema de la ecologia de forma transversal en todos los aspectos del ser humano y de la sociedad. Los ámbitos de actuación son la escuela, la familia, los medios de comunicación, la catequesis y los grupos parroquiales entre otros, aunque hay que destacar que la familia es el lugar de la formación integral y la maduración personal, de manera que empezamos con pequeños hábitos y construimos una cultura de la vida compartida y de respeto a lo que nos rodea.
En definitiva, el resultado de esta “metanoia” nos conduce al gran desafío, que supondrá un largo proceso de regeneración, que pasa por cambiar nuestros hábitos y apostar por otro estilo de vida donde los creyentes seamos capaces de admitir humildemente la necesidad de esta conversión y promover la «educación ecológica”, con pequeñas acciones cotidianas (cf. LS 213). Para los cristianos esto se consigue con una “espiritualidad ecológica”, es decir, crecer con austeridad y tener capacidad para gozar con poco, se trata de tener una actitud contemplativa en la que el retorno a la simplicidad nos permita valorar lo pequeño y caer en la cuenta de que menos es más. (cf. LS 216). Esta es la auténtica ecología cristiana, donde además, tienen cabida las iniciativas medioambientales del ecologismo secular.
Enseñanza de valor Universal
San Juan de Ávila en el calendario romano general
TEMA DE LA SEMANA
En el presbiterio de Córdoba vivió inserto San Juan de Ávila y por Andalucía anunció la verdad fundamental del Amor de Dios para todos. En esta tierra fundó la Universidad de Baeza y recorrió caminos anunciando a Cristo para vivir en Montilla los últimos 15 años de su vida. Su rúbrica indeleble sigue instándonos al amor como enseñanza universal: “Sepan todos que nuestro Dios es Amor”. Hoy esa huella profunda para el presbiterio y en el pueblo al que predicó en misiones populares recibe la inclusión en la memoria de la Iglesia Universal.
Con el decreto pontificio se incluye a San Juan de Ávila en el calendario romano general, que rige las celebraciones litúrgicas en toda la Iglesia. Por tanto, a partir de ahora se celebrará en todo el mundo como memoria libre. En el calendario particular de España, es celebrado desde hace tiempo como memoria obligatoria. Y en Córdoba como fiesta.
VIVIR LA LITURGIA
Las inclinaciones como forma de participación
JAVIER SÁNCHEZ MARTÍNEZ
Miembro de la Delegación diocesana de Liturgia
La variedad de gestos corporales permite expresar en cada momento el afecto y la devoción celebrando la liturgia y ayudan a interiorizar.
La inclinación en la liturgia es adoración y reconocimiento de Dios, es saludo reverente, es humildad y docilidad. Bien hechas las distintas inclinaciones, provocan un clima espiritual, subrayan la sacralidad de la liturgia; omitirlas o hacerlas precipitadamente o reducirlas (sólo inclinar levemente la cabeza para todo), empobrece el aspecto ritual y espiritual de la liturgia.
Todos se inclinan profundamente en el Credo a las palabras “Y por obra del Espíritu” hasta “y se hizo hombre” (IGMR 137).
Si por causas justificadas –estrechez del lugar, o por enfermedad- están de pie en la consagración, harán inclinación profunda cuando el sacerdote adora cada especie con la genuflexión (IGMR 43).
En el momento de acercarse a comulgar, todos deben expresar la adoración al Señor, con una inclinación profunda (mientras comulga quien va delante) y después acercarse al ministro (IGMR 160).
Por último, en la oración super populum (cada día de Cuaresma) y en la bendición solemne con el triple “Amén”, el diácono (o el sacerdote si no hay diácono) advierte “Inclinaos para recibir la bendición” (IGMR 186) y todos participan inclinándose para la bendición final.
Asimismo, cuantos pasan por delante del altar hacen inclinación profunda, también durante la Misa los lectores y acólitos al pasar, aunque esté el Sagrario.
Hay dos tipos de inclinaciones: la inclinación de cabeza y la inclinación profunda (de cintura). El Misal prescribe:
- a) La inclinación de cabeza se hace cuando se nombran al mismo tiempo las tres Divinas Personas, y al nombre de Jesús, de la bienaventurada Virgen María y del Santo en cuyo honor se celebra la Misa.
- b) La inclinación de cuerpo, o inclinación profunda, se hace: al altar, en las oraciones Purifica mi corazón y Acepta, Señor, nuestro corazón contrito; en el Símbolo, a las palabras y por obra del Espíritu Santo o que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo; en el Canon Romano, a las palabras Te pedimos humildemente. El diácono hace la misma inclinación cuando pide la bendición antes de la proclamación el Evangelio. El sacerdote, además, se inclina un poco cuando, en la consagración, pronuncia las palabras del Señor” (IGMR 275).
También se hace inclinación profunda antes y después de incensar (al sacerdote, a los fieles, a la cruz).
¿Sabías que...
Se hace o no se hace genuflexión al Sagrario durante la Misa si está en el presbiterio?
Como indica la Ordenación General del Misal Romano en su número 274, durante la Misa no se hace genuflexión al sagrario si está en el presbiterio, pero sí cuando se pasa delante del Santísimo expuesto: “Si el sagrario con el Santísimo Sacramento está en el presbiterio, el sacerdote, el diácono y los demás ministros hacen genuflexión cuando llegan al altar y se retiran de él, pero no durante la celebración de la Misa”.
José de Nazaret
EL HOMBRE DE CONFIANZA
Bernard Martelet
Editorial Palabra • Cuadernos Palabra
Bernard Martelet es la autora del libro “José de Nazaret: El hombre de confianza”, un tributo a la figura de san José que puede ayudar al lector a conocerlo más en el Año Jubilar dedicado a él.
José de Nazaret, un hombre joven de espíritu fuerte, sencillo, fue el hombre en quien Dios depositó su confianza, dejando en sus manos de trabajador modesto el cuidado de Jesús y de María. José aceptó sus responsabilidades con la docilidad de un buen instrumento, poniendo en ello la cabeza y el corazón.
En la convivencia diaria con José, Jesús aprendió lo que todos los hijos aprenden de sus padres, desde los primeros balbuceos y los primeros pasos.
Con esta sinopsis se presenta esta obra de Cuadernos Palabra, ya disponible en la Librería Diocesana.
El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.
AL TRASLUZ
ANTONIO GIL. Sacerdote
Decálogo de la clase de Medios
Esta semana hemos tenido el examen final de la asignatura «Introducción a los Medios de Comunicación Social, en el Instituto Superior de Ciencias Religiosas Victoria Díez». Guardando las normas sanitarias, a causa de la pandemia, casi todas las clases han sido «on line». Me gustaría dos recuerdos entrañables: : El primero, la revista en papel y «on line» para enviarla tambien por Internet, elaborada por los alumnos y alumnas de la clase de Medios, que lleva por titulo de cabecera «Hesedh», palabra hebrea de una gran trascendencia, dirigida por el alumno Francisco Fernández Pérula. Ha sido, sin duda, una magnifico trabajo de «prácticas» de toda la clase, adentrándose así, en el apasionante ámbito del periodismo. Y el segundo recuerdo, un «Decálogo final sobre los medios», que nos quede como síntesis y horizonte de nuestros afanes e ilusiones. He aquí, muy en síntesis, sus mensajes principales.
- El Concilio Vaticano II calificó a los Medios de Comunicación como «instrumentos maravillosos de la técnica», acogiéndolos y fomentándolos «con especial solicitud».
- El papa Pablo VI nos habló de la «gran influencia de los medios en la transformación de la mentalidades, de los conocimientos, de las organizaciones y de la misma sociedad». Y los calificó como «un nuevo poder».
- El papa Juan Pablo II proclamó a los medios como «el primer areópago del tiempo moderno, transformando la humanidad en una aldea global».
- El papa Francisco nos habla, al hilo de los medios, de potenciar «la cultura del encuentro», porque «la vida es el arte del encuentro».
- La misión de los medios consiste en «buscar la verdad, encontrar la verdad y contar la verdad».
- El Periodismo es la historia del presente: «Contar lo que pasa en la calle, penetrar en el alma de las gentes».
- Por eso, el papa Francisco, nos dice que se potencie «el periodismo de calle, desgastando las suelas de los zapatos».
- Cuidado con los proyectados «Ministerios de la verdad» o las «Leyes mordaza».
- La vocación periodística exige hoy una gran formación, una gran audacia y una gran visión trascendente de la vida, con especial sentido fraternal de la historia.
- Reflexión final: «Los Medios son los mejores aliados de la evangelización».
DIEZ AÑOS DE MISIÓN EN PICOTA
MIGUEL RUÍZ Y TRINI GÓMEZ
¿Cómo surgió la idea de realizar un tiempo de voluntariado en Picota?
El tema de la misión era algo que, desde mi juventud y adolescencia, se movía en mi interior. Tenía inquietud y un deseo enorme de intentar aportar mi granito de arena y dejar que el Señor me hablara (¡y vaya si me habló!) a través de los más necesitados. Hablándolo con mi por entonces párroco, D. Antonio Evans Martos, precisamente el Delegado de Misiones, me aconsejó que primero me siguiera formando, preparando y madurando ya que ese momento, estábamos seguros, llegaría. Y GRACIAS A DIOS, llegó. Y encima pude compartirlo y vivirlo con la que por aquel entonces era mi novia y hoy día, mi mujer, Trini. Un auténtico regalo que nos sigue sirviendo a día de hoy en nuestro matrimonio.
¿Qué recuerdas de aquella experiencia misionera?
Son muchos los recuerdos de ese “bendito mes”. Lo recuerdo todo como si hubiese pasado hace unos días (y ya hace más de ocho años). El grupo que fuimos desde Córdoba, éramos una familia desde el principio ya que los que “nos mandaban” a la misión eran la Virgen y su Hijo. Tanto los sacerdotes como los seglares, éramos una piña y teníamos claro que todo lo que pudieran ver en nosotros, debía ser testimonio de lo que brotaba de nuestro corazón. Otra cosa que también aprendimos fue el valor incalculable de los sacramentos y, no es que antes no los valoráramos, pero si es verdad que valora muchísimo más la facilidad para poder recibirlos, cuando ves lo difícil que es allí poder “acceder” a ellos.
“Nos vamos de misiones” o “nos vamos a llevarle a Dios a los demás”, son frases que podían resonar en mi cabeza y corazón, pero la realidad es que era Dios el que me/nos hacía un REGALO con cada persona, con su historia y su testimonio de vida, que nos ponía delante.
Hablar de Dios, de la Iglesia, de la Virgen en tu vida cotidiana, en nuestro “primer mundo” era algo que podía ser relativamente fácil. Se nos complicaba un poco más, cuando tienes que hablar de eso mismo, pero a personas con una realidad, cultura y vivencias distintas a las nuestras y, algunas muy duras y difíciles.
¿Qué te enseñó la gente que te encontraste allí?
Son tantas cosas… Si tuviera que resaltar alguna, sería lo que se fían y con-fían en la Providencia de Dios. La alegría que desprendían, la necesidad de Dios que tenían (haciendo caminatas de más de 3 horas para poder asistir a la Eucaristía), su generosidad, dándote absolutamente todo lo que tienen y la mayoría de las veces no tienen ni para ellos mismos…
¿Cómo cambió tu vida al volver a tu vida cotidiana?
La verdad que cuando vuelves a “tu realidad”, quieres prescindir de muchas cosas que te has dado cuenta no eran ni son tan necesarias. Debes ser consciente de en la realidad que vives y administrar tu vida en general de la manera más adecuada. Una de las cosas que valoramos una barbaridad Trini y yo es simplemente el tener una ducha. El hecho de que darle al grifo y que salga el agua “calentita”… ¡la realidad de muchísimas personas no es tan afortunada como la nuestra! A parte, seguimos cada día agradeciéndole a Dios por tanto bien con el que nos bendice.
¿Mantienes todavía vinculación con la misión diocesana?
¡Claro! Son muchos amigos los que han vivido la misma experiencia que nosotros y muchos sacerdotes amigos que han estado (y otros que siguen estando) dando su vida para dar testimonio del AMOR de Dios por sus hijos. ¡Qué haríamos sin nuestros sacerdotes…! Es increíble la labor y entrega que hacen por los demás y todo para gloria de Dios. ¡Qué importante son los sacerdotes en la Misión y en nuestra vida para seguir creciendo en nuestro matrimonio!