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NÚMERO 724 • 10 DE ENERO DE 2021

INFANCIA MISIONERA 2021

Nuestra vida es una misión.
Dios nos llama para salvar

ANA MARÍA JURADO | NUEVA RELIGIOSA CONCEPCIONISTA EN HINOJOSA DEL DUQUE

APUNTES

El Cabildo colabora con la Fundación Prolibertas

La institución capitular ha suscrito un convenio de colaboración con la Fundación Prolibertas con el objeto de contribuir al programa de ayuda básica para personas en situación de exclusión social. De este modo, la colaboración del Cabildo, 25.000 euros, irá destinada al sostenimiento del comedor social “San Juan Bautista de la Concepción” y del centro de día “Casa Libertad”.

Canal Sur retransmitirá la misa desde Aguilar de la Frontera

El Obispo presidirá el próximo domingo, 17 de enero, primer domingo de la Novena del Niño Jesús de Praga, la eucaristía que retransmitirá en directo Canal Sur Televisión. La imagen se venera normalmente en la iglesia del Convento de las Carmelitas Descalzas, pero para tal ocasión será trasladada a la parroquia del Soterraño.

Obras en la ermita del Santo Cristo de las Injurias

Comienzan las obras de la ermita de Hinojosa del Duque por las que se reforzará la cimentación y se subsanarán desperfectos causados por las deficiencias que presentaba las bases de este enclave.

EL OBISPO CELEBRÓ EN LA PARROQUIA DE SANTA LUISA DE MARILLAC LA EUCARISTÍA EL DÍA DE EPIFANÍA DEL SEÑOR

VOZ DEL PASTOR

Tú eres mi hijo amado, en ti me complazco

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

“Hoy la estrella condujo a los magos al pesebre; hoy, el agua se convirtió en vino en las bodas de Caná; hoy, Cristo fue bautizado por Juan en el Jordán, para salvarnos”. Así reza la antífona de II vísperas del día de la epifanía, que resume muy bien qué celebramos en la fiesta de la epifanía del Señor.

A simple vista, la fiesta del 6 de enero puede quedar camuflada por la envoltura de los regalos. Quién no ha pedido algo a los Reyes. Y, si no lo ha pedido, a quién le molesta que los Reyes le traigan algún detalle, y más todavía si nos traen aquello que deseábamos y no nos atrevíamos a pedir. Todo esto es bueno, y no hay por qué eliminarlo. Bendita fiesta de los Reyes Magos que a todos nos llena de ilusión, desde los más pequeños hasta los más mayores.

Pero, repito, sería quedarnos en el envoltorio, si sólo atendemos a los regalos materiales, que esta fiesta trae consigo. La liturgia de epifanía es de un contenido profundo, que hemos de profundizar al celebrarla. La fiesta de la epifanía no se reduce a un solo acontecimiento. Está integrada por aquellos momentos en que Jesucristo se da a conocer y es reconocido.

En primer lugar, se refiere a la visita de los Magos de Oriente, que se han puesto en marcha ante alguna señal del firmamento, la célebre estrella de Belén, y que, a pesar de las dificultades, les ha llevado hasta el niño. “Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra”. Tres actitudes a subrayar: los Magos son buscadores de la verdad. A través de las señales que la misma creación les ofrecía, escudriñaron los elementos y en coherencia con su búsqueda se dispusieron para recibir la revelación plena, que siempre es un regalo del cielo. Cuando llegan ante Jesús, se postran y lo adoran, porque cuando uno descubre la verdad y la descubre en Dios, en Jesucristo, su ser entero se rinde y se postra en adoración. Qué alegría experimenta el corazón humano cuando se encuentra con la verdad, cuando se encuentra con Dios. El encuentro con Jesucristo genera este gozo indescriptible. Y, por último, ofrecen regalos. Si de Dios viene el don de la fe y de su gracia, el hombre se postra en adoración y le hace entrega de lo que tiene, de lo que es. El regalo es una manera de corresponder al amor recibido gratuitamente.

En segundo lugar, las bodas de Caná. Aquellos novios habían puesto en común y al servicio de los invitados todo lo que tenían, significado en el vino. Pero ese vino se acaba. Las alegrías humanas, aun siendo buenas, son efímeras. Y ahí se manifiesta Jesús, la alegría de su presencia, la eficacia de su gracia. A instancia de María su madre, Jesús hizo su primer milagro, convirtiendo el agua en vino generoso. De esta manera, contemplamos en esta escena la autorrevelación de Jesús en las bodas de Caná (2º misterio luminoso del rosario): él viene como el esposo de las nuevas bodas de Dios con la humanidad, en las que nunca faltará el vino de su gracia y la invitación a entrar en relación con él como el verdadero esposo, que sacia el corazón humano sediento de amor.

Y en tercer lugar, el bautismo del Jordán. Jesús se ha abajado hasta lo más hondo del mundo, incluso geográficamente, para tocar toda situación humana alejada de Dios por el pecado y santificarla con su gracia. Por esos, entrando en el agua, ha dotado al agua del poder del Espíritu Santo, que lo envuelve a él con el amor del Padre.

Fue como un plató significativo: en medio de los pecadores, como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, cargándolo sobre sus hombros, y abriéndose el cielo de par en par para presentárnoslo el Padre eterno: “Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco”. Jesús, el amado del Padre, el amado de todo el que viene a este mundo, el amado de mi alma.

Otras manifestaciones van a apareciendo a lo largo del Evangelio. Y quizá de las más importantes sea el llamamiento a los primeros discípulos para seguirle. Se repite en la vida de cada persona: Señor, ¿qué quieres de mí? Cuando la persona, iluminada por Jesucristo, encuentra su vocación, entiende por qué camino quiere el Señor conducirlo, el corazón se llena de inmensa alegría, es una verdadera epifanía del Señor en la vida personal de cada uno.

Que Dios reparta a todos la alegría en la epifanía de Jesucristo, en la manifestación del Señor.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

EDUCAMOS ENTRE TODOS

ANTONIO A. GARRIDO SALCEDO. Coordinador para España del Movimiento Católico Mundial por el Clima

EDUCAR PARA UNA ECOLOGÍA INTEGRAL

No más lamentos, sino acción

El gran peligro del cristiano es predicar y no practicar, creer, pero no vivir de acurdo con lo que se cree. Estas palabras de un franciscano y Doctor de la Iglesia, como es San Antonio de Padua, deben hacernos reflexionar sobre muchas de las implicaciones que nuestras creencias deben tener en nuestra vida diaria.

La Encíclica Laudato Si´ no pretende caer en la banalidad, siendo papel mojado. A lo largo de sus páginas se renueva continuamente un llamamiento a la acción y a la implicación de cada uno de nosotros.

Debemos huir por tanto de los lamentos alarmistas de un ecologismo vacuo, y comprender cuál es nuestra misión como miembros de una misma familia que comparte una Casa Común, teniendo como referente los valores del Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia en una Ecología Integral.

No se puede recorrer este camino de forma superficial, con meras acciones simbólicas ni con continuos debates que redundan en la misma idea. En el V capítulo de la Encíclica, junto con otros documentos publicados por el Vaticano, se despliega ante nosotros una gran variedad de propuestas e iniciativas a las que todos podemos sumarnos; ya sea desde la familia, los centros educativos, parroquias o en el trabajo.

Durante este nuevo año que comenzamos, tendremos la oportunidad de reflexionar y actuar en fechas tan señaladas como la Semana Laudato Si´ en mayo, o el Tiempo de la Creación durante el mes de septiembre. Que sepamos con nuestras acciones, sean grandes o pequeñas, dar verdadero testimonio de nuestra Fe.

INFANCIA MISIONERA 2021

Nuestra vida es una misión.
Dios nos llama para salvar

TEMA DE LA SEMANA

Las Obras Misionales Pontificias (OMP) celebra en el presente mes de enero la Infancia Misionera 2021 con el nombre “Con Jesús a Nazaret, ¡somos familia!”, como una forma de ayudar a los pequeños a descubrir a Jesús y conocer que desde su hogar pueden ser misioneros.

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AD GENTES

ANTONIO EVANS. Delegado diocesano de Misiones

INFANCIA MISIONERA

Con Jesús a Egipto ¡EN MARCHA!

El segundo año del itinerario de formación misionera de los niños se centraba contemplar a Jesús Niño refugiado en Egipto mostrando cómo el sentido de su vida, su misión, va a consistir en liberar, educar y capacitar al nuevo Israel

El Evangelio nos muestra a la Sagrada Familia refugiada en Egipto, viviendo en carne propia el sufrimiento y la injusticia que afligen a los más débiles. Desde el principio, Jesús conoce la oposición y la persecución, y también

desde estos primeros momentos manifiesta cómo Dios opta por los pequeños, asume su suerte para asumir su causa, y deja claro que el sentido de su vida es liberar de toda esclavitud… Esta es la gran esperanza que nos mueve a quienes somos enviados a transmitir en el mundo el amor de Dios, como hacen los misioneros.

La Sagrada Familia se ve obligada a ponerse en camino, como tantos migrantes, refugiados, desplazados forzosos de nuestros días. Jesús hubo de asumir esa salida de modo físico, abandonando su cultura, su lengua, sus tradiciones, sus seguridades… Junto con María y José tuvo que huir y refugiarse en Egipto. Allí la Sagrada Familia tendrá que aprender a convivir con gente distinta, pero comprenderá, sobre todo, que Jesús ha venido a compartir la vida con todos los hombres, sin mirar raza, color, lengua, cultura o tradición, y hacer posible un pueblo en libertad y dignidad.

Por eso, la Infancia Misionera busca enseñar a los niños que para ser cristiano hay que aprender a convivir con personas muy diversas que no hablan nuestra lengua, de otros países, con dificultades para integrarse en nuestros ambientes, que ni siquiera participan de nuestra fe. Convivir con ellos y compartir lo que somos, lo que tenemos, lo que vivimos, no solo les ayudará en esa integración: a nosotros nos enseñará a ser más comprensivos, a escuchar, a mirar con ojos limpios. Nos ayudará a tener un corazón más grande, más generoso y universal, ¡un corazón más católico! Así lo vivió Jesús al integrarse en la cultura egipcia, y esto contribuyó, sin duda, a que aquellos a quienes fue cono

VIVIR LA LITURGIA

Elementos tradicionales del culto a los mártires
(Liturgia y mártires – II)

JAVIER SÁNCHEZ MARTÍNEZ
Miembro de la Delegación diocesana de Liturgia

El siglo II comenzó a ver el florecimiento del culto a los mártires; los datos son aún más explícitos y frecuentes a partir de la mitad del siglo III, durante el cual se extiende, se consolida y se fijan sus formas litúrgicas.

Es común encontrar los siguientes elementos:

  • se distingue perfectamente del culto dirigido a Cristo, a quien se adora. El culto a los mártires es un homenaje de afecto a los discípulos que amaron a Cristo más que a su propia vida;
  • recoger el cuerpo del mártir y darle honrosa sepultura; en ocasiones con auténtico júbilo litúrgico: antorchas, cirios y cantos;
  • en el aniversario del “dies natalis”, los fieles se reunían en el sepulcro, por ser el día de su nacimiento al cielo;
  • en muchos casos, se celebraba allí mismo la Eucaristía; se trata probablemente de la primera motivación adoptada para celebrarla en un día distinto del domingo;
  • la memoria del mártir era recordada por toda la comunidad local con su obispo al frente cada año, no como la de cualquier otro difunto, que es recordado de forma más privada, sólo por su familia y cercanos, para encomendarlo a Dios;
  • las “memorias” de los mártires incluían el lugar y el aniversario del martirio, así como también su tumba, edificando una capilla.
  • Especialmente en África, la “memoria” incluía las reliquias de los santos, que en ocasiones se llevaban a los enfermos (cf. S. Agustín, De Civ. Dei, XXII, 8).
  • Las memorias son conservadas con honor: se encienden lámparas y se busca ser enterrados cerca de las tumbas de los mártires.
  • A partir del siglo IV, se lee el relato de su pasión, en el marco del Oficio divino o de la Misa en rito hispano, y se incorpora su nombre a la plegaria litúrgica.

La memoria del mártir alentaba a los cristianos y los preparaba por si ellos, a su vez, debían afrontar una nueva persecución y el martirio. En este contexto nacen obras patrísticas como las “Exhortaciones al martirio” (Orígenes, S. Cipriano), “A los mártires” (Tertuliano), así como sus alabanzas: “Panegírico a los mártires” (S. Basilio), Cartas y Sermones como los de S. Cipriano o S. Agustín; sin olvidar las obras de nuestro S. Eulogio de Córdoba.

El culto al mártir impulsa el testimonio de vida y santidad de los cristianos en el mundo.

En las celebraciones sacramentales, todos estarán de pie en el rito sacramental (consentimiento matrimonial, imposición de manos, unción del altar, etc.) y durante la plegaria solemne (plegaria de ordenación, dedicación de iglesias, etc.).

¿Sabías que...

al final de la Misa sólo besa el altar el sacerdote que ha presidido?

Al final de la Misa, antes de retirarse, los sacerdotes que han concelebrado hacen una profunda inclinación al altar. El sacerdote que ha presidido, acompañado por el diácono si hubiese, lo venera besándolo (Cf. OGMR 251).

LIBRERÍA DIOCESANA

El Evangelio en 120 postales

Antonio Gil Moreno
Ediciones Paulinas

El sacerdote Antonio Gil ha publicado este nuevo libro en el hace una lectura periodística de la Buena Noticia

“El Evangelio en 120 postales” refleja una serie de momentos en la vida de Jesús de Nazaret, palabras que salen de sus labios, situaciones que vive, discípulos que escoge, preguntas que hace, personajes con los que trata, enseñanzas que prodiga, caminos que traza a sus discípulos… Y todo ello, con el aire de una postal, con un lenguaje sencillo, estilo claro y enseñanzas prácticas.

Este libro pretende que conozcamos mejor a Jesucristo, que nos encontremos con Él, que le escuchemos atentamente y que le hablemos amigablemente. Solo hace falta que apaguemos un momento los ruidos exteriores y nos adentremos en el silencio de nuestro corazón, el mejor atril para la lectura del Evangelio.

El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.

AL TRASLUZ

ANTONIO GIL. Sacerdote

Diez consejos del Obispo para el nuevo año 2021

El Año Nuevo 2021 ha comenzado su singladura con la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, «la que conservaba cuidadosamente todas las consas en su corazón». Se alza ante nosotros su silueta como Santa María del silencio, de la interioridad, de la hondura, de saber buscar pacientemente a Dios en los hechos de la vida. María, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Madre nuestra, la que comprendió lo que Dios le decía, pero fue capaz de preguntar y de guardar meditando en su corazón los acontecimientos de su vida. Y así podemos invocarla: «Santa María del conservar las cosas en el corazón».

En nuestra Agenda, podemos tomar nota de diez consejos que nos ofrece nuestro obispo, don Demetrio, en su Carta pastoral del inicio del curso.

  1. «¡No tengáis miedo! Abrid de par en par las puertas a Cristo».
  2.  Sabemos que Dios conduce los hilos de la historia y sabe lo que mejor nos conviene en cada momento.
  3. Dios sigue llamándonos a vivir su vida divina y a restaurar el orden destruido.
  4. Es preciso una «conversion permanente» a nivel personal e institucional.
  5. Todo fiel laico, para cumplir su misión laical, debe estar en el mundo santificándolo.
  6. La formación permanente de los sacerdotes en todas sus dimensiones, -humana, espiritual, intelectual y pastoral-, es una necesidad para «reavivar el carisma de Dios que está en nosotros», en expresión paulina.
  7. No lo olvidemos nunca: «Los tesoros de la Iglesia no son sus catedrales, sino los pobres», nos ha dicho el papa Francisco.
  8. Cuidemos la «pastoral ordinaria», donde se va edificando, dia tras día, la vida de la Iglesia.
  9. En medio de la tormenta de la pandemia: «Serenidad y prudencia, superando el miedo obsesivo de lo que nos va a pasar».
  10. Invoquemos al Señor en nuestra tribulación y Él se apiadará de nosotros».

DIEZ AÑOS DE MISIÓN EN PICOTA

LOURDES E ISAAC

«Aprendimos el deseo profundo de buscar a Dios»

Lourdes e Isaac son un joven matrimonio a los que le cambió la vida al participar en la misión

¿Cómo surgió la idea de realizar un tiempo de voluntariado en Picota?

Lourdes: Yo venía de una época de cambios en mi vida y tenía ganas de hacer algo diferente, importante, que pudiera marcar, y empezamos a escuchar hablar de Picota y como dice Isaac, sin pensárnoslo mucho nos aventuramos en ir.

Isaac: Pues se empezaba a oír y me llamó tremendamente la atención. Nos lo propusimos y allí que nos fuimos.

¿Qué recuerdas de aquella experiencia misionera?

Lourdes: Muchísimas, pero la primera que me viene a la cabeza es la hora de oración que dedicábamos todos juntos por la mañanas, rezábamos laudes y luego reflexión personal, allí descubrí la oración personal, y la Iglesia Universal que desde todos los rincones del mundo reza las mimas oraciones, unidos en un mismo Señor.

Isaac: Recuerdo muchísimas cosas, momentos muy concretos que marcaron mi vida, tuve un percance con una caída y no pude hacer unos días todo lo que me hubiese gustado hacer, pero como me encontré con Cristo en la oración de la intimidad en aquella parte del mundo.

¿Qué te enseñó la gente que te encontraste allí?

Lourdes: Su deseo profundo de buscar a Dios. Era muy fácil hablar del Señor con ellos, a diferencia de lo que nos pasa en nuestro país. Tienen una gran sed de Dios y de confianza en que Él es su mejor apoyo.

Isaac: Pues su forma de vivir me sorprendió muchísimo, vivir de la providencia, la confianza en Dios, su esfuerzo por ser buenos cristianos, como vivían la Eucaristía.

¿Cómo cambió tu vida al volver a tu vida cotidiana?

Lourdes: La vuelta fue dura, en un principio la vuelta a esta realidad me produjo aversión, los problemas de este mundo y los problemas que mi entorno me reflejaba me parecían de lo más banal. Gracias a Dios, nuestro cura nos ayudó mucho con este tema. Pero hay que volver a la realidad en la que vivimos, y por desgracia muchas cosas se diluyen con el paso del tiempo, pero esa pasión por la oración, el relativizar lo material, el valorar la suerte de la realidad de nuestra Iglesia Diocesana gracias a Dios persiste.

Isaac: Pues no sabría medir cuantos giros dio mi vida, en algunos aspectos fue y sigue siendo radical, 180º. El justo y muchas veces escaso valor que tienen para mí las cosas materiales, valorar mi Iglesia diocesana, sacerdotes, hermanos laicos, la oportunidad de acceder a los sacramentos, mi oración personal, el deseo de ir al otro…

¿Mantienes todavía vinculación con la misión diocesana?

Lourdes: No la mantengo activamente, pero si relaciones personales con algunos de los miembros que la integran y siguiendo siempre su actividad y la magnífica labor que realizan.

Isaac: Pues mantengo el contacto con muchos de los que fuimos allí, y mantengo el contacto con muchos de allí, las redes sociales ahora facilitan mucho mantener relaciones. También cualquier cosa que puedo ser de utilidad para la misión colaboro. Volveremos antes o después, pero volveremos.