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NÚMERO 717 • 22 DE NOVIEMBRE DE 2020

III ENCUENTRO FAMILIA PARROQUIA ESCUELA

¿Qué hay en el corazón de los adolescentes?

ENTREVISTA A RESPONSABLES DE LA «ESCUELA DE FAMILIAS» DE VILLAFRANCA

APUNTES

Confirmación de adultos en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Almodóvar del Río, el pasado 14 de noviembre.
Confirmación de grupo de adultos en la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen de Lucena.
Confirmaciones de 18 jóvenes y 6 adultos en la parroquia Santiago el Mayor de Belalcázar, el pasado 13 de noviembre.

Misa en directo desde la Catedral en 13TV

13TV retransmitirá este domingo, 22 de noviembre, la misa en directo desde la Santa Iglesia Catedral, a las doce, presidida por Mons. Demetrio Fernández. A la
celebración acudirán miembros de la Fundación Diocesana de Enseñanza “Santos Mártires de Córdoba”.

Retiro de jóvenes

El sábado 14, el grupo “Jóvenes San Juan de Ávila” de La Carlota organizó un retiro en la capilla de El Garabato.

Próxima tanda de ejercicios espirituales

Del 30 de noviembre al 7 de diciembre, tendrá lugar una nueva tanda de ejercicios espirituales en la casa de espiritualidad “San Antonio”, dirigidos por el Seminario “San Pelagio”. Los sacerdotes interesados en inscribirse deberán hacerlo en el teléfono 957 496474 (ext. 415).

VOZ DEL PASTOR

Jesucristo, juez universal de misericordia

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

Llegamos al último domingo del año litúrgico, fiesta solemne de Cristo Rey del universo. El evangelio de este domingo nos presenta a Jesucristo, que viene para juzgar a vivos y muertos. Sólo Dios puede juzgar al universo entero, y le ha dado a su Hijo el poder de juzgar a todas las naciones.

De esta manera el Reinado de Dios se hace presente en la persona de Jesucristo: “Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin” (Lc 1,32-33). En más de una ocasión durante su vida terrena quisieron aclamar a Jesús como rey, pero él se escabulló. Los había sacado de apuros, les había llenado el estómago, con él podían emanciparse del dominio romano, etc. Toda una serie de ventajas humanas, que podían malentender el Reinado de Dios en la persona de Cristo. Por eso, él se escabulle, no ha venido para ser rey de esa manera, no ha venido para ser un rey temporal. Él es el “rey eternal”, como san Ignacio lo califica en sus Ejercicios.

Solamente al final de su vida terrena acepta que le proclamen rey, acepta que se rían de él como “rey de los judíos” con una corona de espinas y una caña en la mano como cetro real.

Y ante Pilato declara abiertamente: “Tú lo has dicho, soy rey”. En ese momento ya no hay lugar a equívocos. Con un aspecto que no parecía hombre, condenado a muerte, deja que lo proclamen rey, porque aquí estamos ante el núcleo de su reinado. Jesucristo llega a su máxima expresión como rey en la Cruz, y así lo señalará el título “Jesús Nazareno, el rey de los judíos”, y en su resurrección, “Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre” (Flp 2,11).

Su reinado no será un reinado de poderío humano, de prepotencia aplastante, de dominio despótico. Su reinado es un reinado de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de justicia, de amor y de paz. Un reinado que se ejerce en el servicio y que lleva hasta dar la vida por los demás. Un reinado en el que serán sometidos los poderes del mal por una sobreabundancia de amor.

Este reinado lo ejerce Jesucristo en el juicio universal, como nos recuerda el evangelio de este domingo. Vendrá glorioso, rodeado de sus ángeles, para juzgar a todas las naciones. Su juicio separará los buenos de los malos, el trigo de la cizaña, para dar premio a los buenos y castigo a los malos.

No todo vale, y todo saldrá a la luz sin disimulo ni encubrimiento, sin mentiras ni tapujos. La única pregunta del examen final será el amor. En el atardecer de la vida te examinarán del amor, nos enseña san Juan de la Cruz. Y en ese examen de amor, saldrá a la luz todo lo bueno que hemos hecho y todo lo que hemos dejado de hacer.

“Lo que hicisteis a uno de estos mis humildes hermanos, a Mí me lo hicisteis” (Mt 25,40). Estamos ante el “gran protocolo” de la santidad, nos recuerda el Papa Francisco (GE 95), pues “quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve”, nos dice san Juan (1Jn 4,20).

En esta página del juicio final aparece Jesús como rey misericordioso, bajo cuya mirada hemos de recorrer nuestra vida presente. Nada hay oculto que no llegue a manifestarse. Y el motivo de nuestras acciones ha de ser el de agradar a Dios, que nos juzgará por su Hijo Jesucristo al final de nuestra existencia.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

EDUCAMOS ENTRE TODOS

ROSA MARÍA QUERO. Animadora Laudato Si´del MCMC

EDUCAR PARA UNA ECOLOGÍA INTEGRAL

¿Qué está pasando en nuestro mundo? El clamor de la tierra

La Tierra, nuestra casa común, clama por el uso irresponsable que hacemos de ella. En los dos últimos siglos, los seres humanos estamos destruyendo la diversidad biológica, fruto de la creación divina y este deterioro es causado por los cambios en el ritmo de vida.

El Papa Francisco en su encíclica Laudato Si´ nos invita a reflexionar acerca de las condiciones de vida de la sociedad actual y a poner en duda los modelos económicos de desarrollo, producción y consumo vigentes en los países desarrollados.

El Papa toma como modelo a San Francisco de Asís, que nos enseña a ser custodios de la casa común y propone una sana relación con lo creado, lo cual nos lleva a una conversión integral de la persona. Esto implica también reconocer los propios pecados y arrepentirse de corazón, cambiar desde dentro.

Contemplando la realidad del momento, en “las grietas que se observan en el planeta que habitamos” (LS 163), vemos las causas humanas de la degradación medioambiental que en conciencia debemos asumir, porque los propios poderes económicos justifican el sistema mundial consumista, en un planeta con recursos limitados.

Un pequeño recorrido por las cuestiones que nos provocan inquietud hará que caigamos en la cuenta de este hecho:

Por un lado, existen distintas formas de contaminación que en las aguas es causada por los pesticidas, en el aire por la inhalación de humos y en el suelo por la concentración de agrotóxicos. Por otro lado, se producen toneladas de residuos, muchos de ellos no biodegradables, domésticos, comerciales, de la construcción, clínicos, electrónicos y radiactivos que convierten al planeta en un basurero. Este hecho está ligado íntimamente a la cultura del descarte, que afecta tanto a los seres humanos como a las cosas. Y por último, la cuestión del agua, que implica el acceso, la calidad y la contaminación. El tener acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico y universal, porque determina la supervivencia de las personas.

Como consecuencia de esta situación, debemos responder a la pregunta que el Papa Francisco nos plantea: “¿qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? (LS 160).

Son las comunidades más pobres las primeras víctimas de la actual degradación ecológica, y ya no podemos permanecer indiferentes ante el “clamor de la tierra y el clamor de los pobres” (LS 49), cada vez más desesperados. Reconozcamos que la Iglesia no tiene que dar una respuesta definitiva, pero sí escuchar profundamente al territorio como lugar teológico, donde Dios sigue encarnado.

Veamos el tiempo propicio en el que nos movemos hoy en día, por un lado, en un tiempo “Kairos”, un tiempo de Dios que invita a la esperanza, al compromiso y por otro lado, en un tiempo “Cronos” que es el momento actual, de crisis, de dominio, que requiere una respuesta urgente.

Es por ello que ésta crisis, es una oportunidad única para transformarnos y crear una nueva forma de vivir, cambiar la mirada y analizar nuestra relación con los demás, lo cual nos lleva a darnos cuenta de que “no se trata de dos crisis separadas, una social y otra ambiental, sino una sola y compleja crisis socioambiental” (LS 139).

Rosa María Quero Pérez
Animadora Laudato Si´del MCMC

TEMA DE LA SEMANA

El tercer encuentro Familia-Parroquia-Escuela nos plantea en esta edición “El reto del verdadero amor”. Jóvenes y adolescentes tienen el anhelo de la verdad, la belleza y el bien y debemos saber acompañarlos en esta búsqueda.

Dilucidar las claves para educar y acompañar la dimensión afectivo- sexual significa responder al reto del amor verdadero ante una interrogante absoluta: ¿qué hay en el corazón de los adolescentes?

VIVIR LA LITURGIA

La mención del Obispo en la plegaria eucarística

JAVIER SÁNCHEZ MARTÍNEZ
Miembro de la Delegación diocesana de Liturgia

En la plegaria eucarística, el sacerdote siempre nombrará al Papa y al Obispo del lugar; con nombre propio, porque el ministerio lo ha asumido una persona concreta: “el papa Francisco, nuestro Obispo Demetrio…”, y no de forma genérica: “con el Papa, con nuestro obispo…”

¿Por qué se les nombra? Significa que esa Eucaristía que se celebra es legítima porque el sacerdote está en comunión con el Papa y con el Obispo, no es cismático. Y así cada pequeña comunidad local celebra la Santa Misa en comunión con el Papa y con el Obispo diocesano. Los sacerdotes, como colaboradores suyos, expresan su comunión y su dependencia de él en el ministerio al nombrarlo: han sido enviados por el Obispo a una comunidad concreta, son sus delegados y cooperadores.

Así pues, la mención explícita del Papa y del Obispo del lugar es un signo de comunión con ellos. No se trata tanto de que se rece aquí por ellos y sus intenciones, sino manifestar la comunión: ¡la eclesialidad! Rezar por ellos más bien habrá que hacerlo en las preces de la oración universal o en las de Vísperas.

Además se pueden añadir los nombres del obispo coadjutor o de los obispos auxiliares si los hubiere en la diócesis. Pero sería incorrecto añadir el nombre del Superior religioso, del Provincial o del Padre General por parte de los religiosos celebrando la santa Misa (tendrán jurisdicción sobre los religiosos, pero no sobre los fieles asistentes y tampoco son vínculos ministeriales de la Iglesia). Las realidades que se nombran son las grandes realidades sacramentales de la Iglesia: el Papa, centro de comunión de toda la Iglesia, y el Obispo diocesano, principio de la unidad de la Iglesia diocesana, nada más.

Explicaba S. Juan Pablo II:

“La comunión eclesial de la asamblea eucarística es comunión con el propio Obispo y con el Romano Pontífice. En efecto, el Obispo es el principio visible y el fundamento de la unidad en su Iglesia particular. Sería, por tanto, una gran incongruencia que el Sacramento por excelencia de la unidad de la Iglesia fuera celebrado sin una verdadera comunión con el Obispo. San Ignacio de Antioquía escribía: «se considere segura la Eucaristía que se realiza bajo el Obispo o quien él haya encargado»” (Ecclesia de Eucharistia, n. 39).

¿Sabías que...

el uso del órgano se modera en Adviento y Cuaresma?

Durante el tiempo de Adviento, el órgano y los demás instrumentos musicales se emplean con la moderación  propia de la naturaleza de este tiempo, sin anticipar el pleno gozo de la Natividad del Señor. Durante el tiempo de Cuaresma se permitirá el uso del órgano y de los demás instrumentos musicales únicamente para sostener el canto, sin tocar solo. Se exceptúan el domingo Laetare (IV de Cuaresma), las solemnidades y las fiestas (cf. OGMR 313).

LIBRERÍA DIOCESANA

Yo estoy contigo. La esperanza, la vida y el amor se abren camino

Carlos Amigo
Nueva Eva

Este libro, aunque habla de los tiempos difíciles que estamos atravesando, no es un libro sobre la pandemia de coronavirus, por más que no pueda dejar de estar presente como telón de fondo. El protagonismo no lo tiene un virus, sino Cristo y los hombres y mujeres que han sabido amar en tiempos de prueba y que siguen en los hospitales a pie de cama, en las parroquias a pie de altar, en sus casas a pie de tecla para enviar ayuda a quienes la necesitan. «El confinamiento y la falta de movilidad han sido una ocasión para preguntarnos por los valores más esenciales de la vida humana y también ha puesto a la luz la presencia de distintos modos de entender la vida, su bondad y dignidad, el sentido del sufrimiento, el modo de afrontar la muerte y, en definitiva, el sentido de la vida humana» (Monseñor Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares). «Sean cuales sean los motivos que nos llevan a sufrir desempleo, enfermedad, luto, fracaso…, debemos detectar tras ellos la existencia de una prueba de fe, de esperanza y de amor. Pero, ¿cómo podemos actuar? En el libro se recogen orientaciones de la mano de varios prelados como monseñor José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián; monseñor Carlos Amigo, cardenal arzobispo emérito de Sevilla o monseñor Ginés García Beltrán, obispo de Getafe.

El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.

AL TRASLUZ

ANTONIO GIL. Sacerdote

"Venid vosotros, benditos de mi Padre..."

Con la solemnidad de Jesucristo Rey del universo finaliza el Año Litúrgico de la Iglesia, celebrando y reviviendo los grandes misterios de nuestra fe. Esta festividad es reciente en la historia, instaurada por el Papa Pio XI en 1925. Jesús habló mucho del Reino de Dios, o del Reino de los cielos, como dice san Mateo. Cristo reina, no en los consejos de las naciones sino en los corazones de los hombres. No luchó para crear un reino humano, sino para transformar, respetando la libertad, los corazones de aquellos que quisieron seguirle. En el evangelio de este año, el Señor nos ofrece las «preguntas y respuestas» del examen final de nuestra vida: Lo decisivo es la actitud de amor compasivo que se ha tenido o la indiferencia que se ha mostrado hacia el sufrimiento de los «hermanos» de Jesús, y especialmente de los «más pequeños», que se encuentran en estado de necesidad. La lista es impactante: «Hambrientos, desnudos, enfermos…».

«Hambrientos»: «La comunidad cristiana, nos dice el Papa Francisco, está llamada a involucrarse en esta experiencia de compartir, con la conciencia de que no le está permitido delegarla a otros. Y para apoyar a los pobres es fundamental vivir la pobreza evangélica en primera persona».

«Desnudos»: La pobreza material se mueve siempre en la hora de las urgencias. No puede esperar. «Estamos llamados a descubrir a Cristo en los «desnudos de sus derechos, desnudos de lo más necesario», porque, para la Iglesia, subraya también el Papa Francisco, «la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica».

«Enfermos»: La pandemia ha desenmascarado nuestra vulnerabilidad, dejando al descubierto falsas y superfluas seguridades. Todos necesitamos ser «curados». La fiesta de Cristo Rey nos interpela con fuerza, porque es ahora cuando estamos decidiendo nuestra vida. Es ahora cuando «damos de comer, cuando hospedamos, cuando vestimos y visitamos a Cristo vivo, entre nosotros». Y escuchamos su llamada rebosante de esperanza: «Venid vosotros, benditos de mi Padre…».

FAMILIA DE FAMILIAS

FAMILIA ARIZA NOTARIO

«En nuestra parroquia nos sentimos en casa»

José María Mayoral y Paola Mendiburu, padres de una niña, pertenecen a la parroquia de San Nicolás

¿Cuáles son los pilares de vuestra convivencia familiar?

Es muy importante poner a Dios en medio de nuestra relación ya que con Él todo es más fácil. Luchamos por corresponder al amor de Dios y ayudarnos el uno al otro para llegar a la meta del cielo. A diario intentamos ir a misa, hacer oración y rezar el Rosario. Frecuentemente acudimos al sacramento de la confesión para descargar nuestras miserias. Todo esto nos ayuda a sentirnos hijos de Dios y recibir la gracia para afrontar las dificultades que van surgiendo en la vida.

¿Qué resulta más complicado en la educación de los hijos en este momento social?

De momento nuestra niña tiene dos años y, por ahora, gracias a Dios, no estamos teniendo complicaciones que no sean propias de su edad pero nos preocupa mucho su educación y nos gustaría formarnos para afrontar cada etapa.

Sabemos que vivimos en una sociedad relativista en la que tienen mucho peso el sentimentalismo, el propio criterio y la búsqueda del placer rápido y constante.

Creemos que lo más complicado es formar el criterio de los hijos para que tengan la capacidad de elegir buenos referentes que les ayuden a crecer como personas y no se dejen arrastrar por dudosos influencers que se encontrarán en sus ambientes, en las redes sociales o en los medios de comunicación.

¿Qué instrumentos tiene la familia de hoy para manifestarse cristiana?

Hoy en día existen muchos instrumentos para manifestarnos como familia cristiana.

Si de verdad dejamos trabajar a Dios en nosotros a través de la oración y la participación en los sacramentos habrá un algo que nos diferencie del resto y que llamará la atención. Este testimonio se notará en nuestros ambientes y también en cómo nos comportamos virtualmente en WhatsApp y en las demás redes sociales. En las redes sociales la familia de hoy tiene un gran instrumento para manifestarse cristiana.

La transmisión de la fe a los hijos es un reto para todos, ¿cómo lo hacéis vosotros?

Sin duda, la transmisión de la fe es de lo que más nos preocupa. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no tenemos que preocuparnos de los frutos sino por sembrar con nuestro sencillo ejemplo. Lo único que está en nuestra mano es rezar para que tengan un encuentro personal con Cristo, luchar por dar buen ejemplo y dejar lo demás en manos de Dios.

¿Cuál es vuestra aportación familiar a la Iglesia Diocesana?

Siendo honestos nuestra aportación familiar a la Iglesia Diocesana actualmente es muy limitada. Ahora nos toca estar enfocados en la crianza de nuestra hija y de los que vengan, si Dios quiere. Es tiempo de sostener a la Diócesis con nuestras oraciones, donaciones y dando testimonio como familia cristiana.

Fecha y lugar del matrimonio

15 julio 2017 en la Parroquia del Salvador y Santo Domingo de Silos (La Compañía)

Número de hijos y edades

Una hija de dos años llamada Victoria.

Un momento de vuestra historia familiar

Es difícil elegir uno. Lo que ha marcado nuestra historia familiar es nuestro noviazgo en Londres donde cada mañana nos veíamos en la Catedral de Westminster, nuestra boda, el nacimiento de Victoria y las despedidas de seres queridos.

Una actividad que comparte la familia en su tiempo libre

Antes del inicio de la pandemia nos encantaba hacer viajes en familia.

Qué cosas no dejáis de hacer juntos cada día

Ambos tenemos la posibilidad de teletrabajar por lo que prácticamente todo lo hacemos juntos, pero a la vez somos muy independientes.

Qué lugar ocupan los abuelos en casa

Victoria tiene tres abuelos en la tierra y un abuelo en el cielo y ocupan un lugar primordial en casa. Sin su amor, su ejemplo y su generosidad nada sería igual.

¿Rezáis por algún sacerdote?

En Misa y en el Rosario rezamos por el Papa Francisco, el Obispo Don Demetrio y el Prelado del Opus Dei Don Fernando. Además de eso, tenemos presente rezar por la santidad de nuestros sacerdotes y seminaristas y pedimos de una manera especial por Don Fernando Cruz Conde, Don Pablo Lora, Don Juan Moreno y Don Antonio Evans.

NÚMERO 717 • 22 DE NOVIEMBRE DE 2020

III ENCUENTRO FAMILIA PARROQUIA ESCUELA

¿Qué hay en el corazón de los adolescentes?

ENTREVISTA A RESPONSABLES DE LA «ESCUELA DE FAMILIAS» DE VILLAFRANCA

APUNTES

Confirmación de adultos en la parroquia de la Inmaculada Concepción de Almodóvar del Río, el pasado 14 de noviembre.
Confirmación de grupo de adultos en la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen de Lucena.
Confirmaciones de 18 jóvenes y 6 adultos en la parroquia Santiago el Mayor de Belalcázar, el pasado 13 de noviembre.

Misa en directo desde la Catedral en 13TV

13TV retransmitirá este domingo, 22 de noviembre, la misa en directo desde la Santa Iglesia Catedral, a las doce, presidida por Mons. Demetrio Fernández. A la
celebración acudirán miembros de la Fundación Diocesana de Enseñanza “Santos Mártires de Córdoba”.

Retiro de jóvenes

El sábado 14, el grupo “Jóvenes San Juan de Ávila” de La Carlota organizó un retiro en la capilla de El Garabato.

Próxima tanda de ejercicios espirituales

Del 30 de noviembre al 7 de diciembre, tendrá lugar una nueva tanda de ejercicios espirituales en la casa de espiritualidad “San Antonio”, dirigidos por el Seminario “San Pelagio”. Los sacerdotes interesados en inscribirse deberán hacerlo en el teléfono 957 496474 (ext. 415).

VOZ DEL PASTOR

Jesucristo, juez universal de misericordia

QUERIDOS HERMANOS Y HERMANAS:

Llegamos al último domingo del año litúrgico, fiesta solemne de Cristo Rey del universo. El evangelio de este domingo nos presenta a Jesucristo, que viene para juzgar a vivos y muertos. Sólo Dios puede juzgar al universo entero, y le ha dado a su Hijo el poder de juzgar a todas las naciones.

De esta manera el Reinado de Dios se hace presente en la persona de Jesucristo: “Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin” (Lc 1,32-33). En más de una ocasión durante su vida terrena quisieron aclamar a Jesús como rey, pero él se escabulló. Los había sacado de apuros, les había llenado el estómago, con él podían emanciparse del dominio romano, etc. Toda una serie de ventajas humanas, que podían malentender el Reinado de Dios en la persona de Cristo. Por eso, él se escabulle, no ha venido para ser rey de esa manera, no ha venido para ser un rey temporal. Él es el “rey eternal”, como san Ignacio lo califica en sus Ejercicios.

Solamente al final de su vida terrena acepta que le proclamen rey, acepta que se rían de él como “rey de los judíos” con una corona de espinas y una caña en la mano como cetro real.

Y ante Pilato declara abiertamente: “Tú lo has dicho, soy rey”. En ese momento ya no hay lugar a equívocos. Con un aspecto que no parecía hombre, condenado a muerte, deja que lo proclamen rey, porque aquí estamos ante el núcleo de su reinado. Jesucristo llega a su máxima expresión como rey en la Cruz, y así lo señalará el título “Jesús Nazareno, el rey de los judíos”, y en su resurrección, “Jesucristo es Señor para gloria de Dios Padre” (Flp 2,11).

Su reinado no será un reinado de poderío humano, de prepotencia aplastante, de dominio despótico. Su reinado es un reinado de verdad y de vida, de santidad y de gracia, de justicia, de amor y de paz. Un reinado que se ejerce en el servicio y que lleva hasta dar la vida por los demás. Un reinado en el que serán sometidos los poderes del mal por una sobreabundancia de amor.

Este reinado lo ejerce Jesucristo en el juicio universal, como nos recuerda el evangelio de este domingo. Vendrá glorioso, rodeado de sus ángeles, para juzgar a todas las naciones. Su juicio separará los buenos de los malos, el trigo de la cizaña, para dar premio a los buenos y castigo a los malos.

No todo vale, y todo saldrá a la luz sin disimulo ni encubrimiento, sin mentiras ni tapujos. La única pregunta del examen final será el amor. En el atardecer de la vida te examinarán del amor, nos enseña san Juan de la Cruz. Y en ese examen de amor, saldrá a la luz todo lo bueno que hemos hecho y todo lo que hemos dejado de hacer.

“Lo que hicisteis a uno de estos mis humildes hermanos, a Mí me lo hicisteis” (Mt 25,40). Estamos ante el “gran protocolo” de la santidad, nos recuerda el Papa Francisco (GE 95), pues “quien no ama a su hermano a quien ve, no puede amar a Dios a quien no ve”, nos dice san Juan (1Jn 4,20).

En esta página del juicio final aparece Jesús como rey misericordioso, bajo cuya mirada hemos de recorrer nuestra vida presente. Nada hay oculto que no llegue a manifestarse. Y el motivo de nuestras acciones ha de ser el de agradar a Dios, que nos juzgará por su Hijo Jesucristo al final de nuestra existencia.

Recibid mi afecto y mi bendición:

+ Demetrio Fernández, obispo de Córdoba

EDUCAMOS ENTRE TODOS

ROSA MARÍA QUERO. Animadora Laudato Si´del MCMC

EDUCAR PARA UNA ECOLOGÍA INTEGRAL

¿Qué está pasando en nuestro mundo? El clamor de la tierra

La Tierra, nuestra casa común, clama por el uso irresponsable que hacemos de ella. En los dos últimos siglos, los seres humanos estamos destruyendo la diversidad biológica, fruto de la creación divina y este deterioro es causado por los cambios en el ritmo de vida.

El Papa Francisco en su encíclica Laudato Si´ nos invita a reflexionar acerca de las condiciones de vida de la sociedad actual y a poner en duda los modelos económicos de desarrollo, producción y consumo vigentes en los países desarrollados.

El Papa toma como modelo a San Francisco de Asís, que nos enseña a ser custodios de la casa común y propone una sana relación con lo creado, lo cual nos lleva a una conversión integral de la persona. Esto implica también reconocer los propios pecados y arrepentirse de corazón, cambiar desde dentro.

Contemplando la realidad del momento, en “las grietas que se observan en el planeta que habitamos” (LS 163), vemos las causas humanas de la degradación medioambiental que en conciencia debemos asumir, porque los propios poderes económicos justifican el sistema mundial consumista, en un planeta con recursos limitados.

Un pequeño recorrido por las cuestiones que nos provocan inquietud hará que caigamos en la cuenta de este hecho:

Por un lado, existen distintas formas de contaminación que en las aguas es causada por los pesticidas, en el aire por la inhalación de humos y en el suelo por la concentración de agrotóxicos. Por otro lado, se producen toneladas de residuos, muchos de ellos no biodegradables, domésticos, comerciales, de la construcción, clínicos, electrónicos y radiactivos que convierten al planeta en un basurero. Este hecho está ligado íntimamente a la cultura del descarte, que afecta tanto a los seres humanos como a las cosas. Y por último, la cuestión del agua, que implica el acceso, la calidad y la contaminación. El tener acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico y universal, porque determina la supervivencia de las personas.

Como consecuencia de esta situación, debemos responder a la pregunta que el Papa Francisco nos plantea: “¿qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo? (LS 160).

Son las comunidades más pobres las primeras víctimas de la actual degradación ecológica, y ya no podemos permanecer indiferentes ante el “clamor de la tierra y el clamor de los pobres” (LS 49), cada vez más desesperados. Reconozcamos que la Iglesia no tiene que dar una respuesta definitiva, pero sí escuchar profundamente al territorio como lugar teológico, donde Dios sigue encarnado.

Veamos el tiempo propicio en el que nos movemos hoy en día, por un lado, en un tiempo “Kairos”, un tiempo de Dios que invita a la esperanza, al compromiso y por otro lado, en un tiempo “Cronos” que es el momento actual, de crisis, de dominio, que requiere una respuesta urgente.

Es por ello que ésta crisis, es una oportunidad única para transformarnos y crear una nueva forma de vivir, cambiar la mirada y analizar nuestra relación con los demás, lo cual nos lleva a darnos cuenta de que “no se trata de dos crisis separadas, una social y otra ambiental, sino una sola y compleja crisis socioambiental” (LS 139).

Rosa María Quero Pérez
Animadora Laudato Si´del MCMC

TEMA DE LA SEMANA

El tercer encuentro Familia-Parroquia-Escuela nos plantea en esta edición “El reto del verdadero amor”. Jóvenes y adolescentes tienen el anhelo de la verdad, la belleza y el bien y debemos saber acompañarlos en esta búsqueda.

Dilucidar las claves para educar y acompañar la dimensión afectivo- sexual significa responder al reto del amor verdadero ante una interrogante absoluta: ¿qué hay en el corazón de los adolescentes?

VIVIR LA LITURGIA

La mención del Obispo en la plegaria eucarística

JAVIER SÁNCHEZ MARTÍNEZ
Miembro de la Delegación diocesana de Liturgia

En la plegaria eucarística, el sacerdote siempre nombrará al Papa y al Obispo del lugar; con nombre propio, porque el ministerio lo ha asumido una persona concreta: “el papa Francisco, nuestro Obispo Demetrio…”, y no de forma genérica: “con el Papa, con nuestro obispo…”

¿Por qué se les nombra? Significa que esa Eucaristía que se celebra es legítima porque el sacerdote está en comunión con el Papa y con el Obispo, no es cismático. Y así cada pequeña comunidad local celebra la Santa Misa en comunión con el Papa y con el Obispo diocesano. Los sacerdotes, como colaboradores suyos, expresan su comunión y su dependencia de él en el ministerio al nombrarlo: han sido enviados por el Obispo a una comunidad concreta, son sus delegados y cooperadores.

Así pues, la mención explícita del Papa y del Obispo del lugar es un signo de comunión con ellos. No se trata tanto de que se rece aquí por ellos y sus intenciones, sino manifestar la comunión: ¡la eclesialidad! Rezar por ellos más bien habrá que hacerlo en las preces de la oración universal o en las de Vísperas.

Además se pueden añadir los nombres del obispo coadjutor o de los obispos auxiliares si los hubiere en la diócesis. Pero sería incorrecto añadir el nombre del Superior religioso, del Provincial o del Padre General por parte de los religiosos celebrando la santa Misa (tendrán jurisdicción sobre los religiosos, pero no sobre los fieles asistentes y tampoco son vínculos ministeriales de la Iglesia). Las realidades que se nombran son las grandes realidades sacramentales de la Iglesia: el Papa, centro de comunión de toda la Iglesia, y el Obispo diocesano, principio de la unidad de la Iglesia diocesana, nada más.

Explicaba S. Juan Pablo II:

“La comunión eclesial de la asamblea eucarística es comunión con el propio Obispo y con el Romano Pontífice. En efecto, el Obispo es el principio visible y el fundamento de la unidad en su Iglesia particular. Sería, por tanto, una gran incongruencia que el Sacramento por excelencia de la unidad de la Iglesia fuera celebrado sin una verdadera comunión con el Obispo. San Ignacio de Antioquía escribía: «se considere segura la Eucaristía que se realiza bajo el Obispo o quien él haya encargado»” (Ecclesia de Eucharistia, n. 39).

¿Sabías que...

el uso del órgano se modera en Adviento y Cuaresma?

Durante el tiempo de Adviento, el órgano y los demás instrumentos musicales se emplean con la moderación  propia de la naturaleza de este tiempo, sin anticipar el pleno gozo de la Natividad del Señor. Durante el tiempo de Cuaresma se permitirá el uso del órgano y de los demás instrumentos musicales únicamente para sostener el canto, sin tocar solo. Se exceptúan el domingo Laetare (IV de Cuaresma), las solemnidades y las fiestas (cf. OGMR 313).

LIBRERÍA DIOCESANA

Yo estoy contigo. La esperanza, la vida y el amor se abren camino

Carlos Amigo
Nueva Eva

Este libro, aunque habla de los tiempos difíciles que estamos atravesando, no es un libro sobre la pandemia de coronavirus, por más que no pueda dejar de estar presente como telón de fondo. El protagonismo no lo tiene un virus, sino Cristo y los hombres y mujeres que han sabido amar en tiempos de prueba y que siguen en los hospitales a pie de cama, en las parroquias a pie de altar, en sus casas a pie de tecla para enviar ayuda a quienes la necesitan. «El confinamiento y la falta de movilidad han sido una ocasión para preguntarnos por los valores más esenciales de la vida humana y también ha puesto a la luz la presencia de distintos modos de entender la vida, su bondad y dignidad, el sentido del sufrimiento, el modo de afrontar la muerte y, en definitiva, el sentido de la vida humana» (Monseñor Reig Pla, Obispo de Alcalá de Henares). «Sean cuales sean los motivos que nos llevan a sufrir desempleo, enfermedad, luto, fracaso…, debemos detectar tras ellos la existencia de una prueba de fe, de esperanza y de amor. Pero, ¿cómo podemos actuar? En el libro se recogen orientaciones de la mano de varios prelados como monseñor José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián; monseñor Carlos Amigo, cardenal arzobispo emérito de Sevilla o monseñor Ginés García Beltrán, obispo de Getafe.

El libro está disponible en la Librería Diocesana. Puede realizar su pedido a través del correo electrónico libreria@diocesisdecordoba.es o a través de WhatsApp 655 156 557.

AL TRASLUZ

ANTONIO GIL. Sacerdote

"Venid vosotros, benditos de mi Padre..."

Con la solemnidad de Jesucristo Rey del universo finaliza el Año Litúrgico de la Iglesia, celebrando y reviviendo los grandes misterios de nuestra fe. Esta festividad es reciente en la historia, instaurada por el Papa Pio XI en 1925. Jesús habló mucho del Reino de Dios, o del Reino de los cielos, como dice san Mateo. Cristo reina, no en los consejos de las naciones sino en los corazones de los hombres. No luchó para crear un reino humano, sino para transformar, respetando la libertad, los corazones de aquellos que quisieron seguirle. En el evangelio de este año, el Señor nos ofrece las «preguntas y respuestas» del examen final de nuestra vida: Lo decisivo es la actitud de amor compasivo que se ha tenido o la indiferencia que se ha mostrado hacia el sufrimiento de los «hermanos» de Jesús, y especialmente de los «más pequeños», que se encuentran en estado de necesidad. La lista es impactante: «Hambrientos, desnudos, enfermos…».

«Hambrientos»: «La comunidad cristiana, nos dice el Papa Francisco, está llamada a involucrarse en esta experiencia de compartir, con la conciencia de que no le está permitido delegarla a otros. Y para apoyar a los pobres es fundamental vivir la pobreza evangélica en primera persona».

«Desnudos»: La pobreza material se mueve siempre en la hora de las urgencias. No puede esperar. «Estamos llamados a descubrir a Cristo en los «desnudos de sus derechos, desnudos de lo más necesario», porque, para la Iglesia, subraya también el Papa Francisco, «la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica».

«Enfermos»: La pandemia ha desenmascarado nuestra vulnerabilidad, dejando al descubierto falsas y superfluas seguridades. Todos necesitamos ser «curados». La fiesta de Cristo Rey nos interpela con fuerza, porque es ahora cuando estamos decidiendo nuestra vida. Es ahora cuando «damos de comer, cuando hospedamos, cuando vestimos y visitamos a Cristo vivo, entre nosotros». Y escuchamos su llamada rebosante de esperanza: «Venid vosotros, benditos de mi Padre…».

FAMILIA DE FAMILIAS

FAMILIA ARIZA NOTARIO

«En nuestra parroquia nos sentimos en casa»

José María Mayoral y Paola Mendiburu, padres de una niña, pertenecen a la parroquia de San Nicolás

¿Cuáles son los pilares de vuestra convivencia familiar?

Es muy importante poner a Dios en medio de nuestra relación ya que con Él todo es más fácil. Luchamos por corresponder al amor de Dios y ayudarnos el uno al otro para llegar a la meta del cielo. A diario intentamos ir a misa, hacer oración y rezar el Rosario. Frecuentemente acudimos al sacramento de la confesión para descargar nuestras miserias. Todo esto nos ayuda a sentirnos hijos de Dios y recibir la gracia para afrontar las dificultades que van surgiendo en la vida.

¿Qué resulta más complicado en la educación de los hijos en este momento social?

De momento nuestra niña tiene dos años y, por ahora, gracias a Dios, no estamos teniendo complicaciones que no sean propias de su edad pero nos preocupa mucho su educación y nos gustaría formarnos para afrontar cada etapa.

Sabemos que vivimos en una sociedad relativista en la que tienen mucho peso el sentimentalismo, el propio criterio y la búsqueda del placer rápido y constante.

Creemos que lo más complicado es formar el criterio de los hijos para que tengan la capacidad de elegir buenos referentes que les ayuden a crecer como personas y no se dejen arrastrar por dudosos influencers que se encontrarán en sus ambientes, en las redes sociales o en los medios de comunicación.

¿Qué instrumentos tiene la familia de hoy para manifestarse cristiana?

Hoy en día existen muchos instrumentos para manifestarnos como familia cristiana.

Si de verdad dejamos trabajar a Dios en nosotros a través de la oración y la participación en los sacramentos habrá un algo que nos diferencie del resto y que llamará la atención. Este testimonio se notará en nuestros ambientes y también en cómo nos comportamos virtualmente en WhatsApp y en las demás redes sociales. En las redes sociales la familia de hoy tiene un gran instrumento para manifestarse cristiana.

La transmisión de la fe a los hijos es un reto para todos, ¿cómo lo hacéis vosotros?

Sin duda, la transmisión de la fe es de lo que más nos preocupa. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no tenemos que preocuparnos de los frutos sino por sembrar con nuestro sencillo ejemplo. Lo único que está en nuestra mano es rezar para que tengan un encuentro personal con Cristo, luchar por dar buen ejemplo y dejar lo demás en manos de Dios.

¿Cuál es vuestra aportación familiar a la Iglesia Diocesana?

Siendo honestos nuestra aportación familiar a la Iglesia Diocesana actualmente es muy limitada. Ahora nos toca estar enfocados en la crianza de nuestra hija y de los que vengan, si Dios quiere. Es tiempo de sostener a la Diócesis con nuestras oraciones, donaciones y dando testimonio como familia cristiana.

Fecha y lugar del matrimonio

15 julio 2017 en la Parroquia del Salvador y Santo Domingo de Silos (La Compañía)

Número de hijos y edades

Una hija de dos años llamada Victoria.

Un momento de vuestra historia familiar

Es difícil elegir uno. Lo que ha marcado nuestra historia familiar es nuestro noviazgo en Londres donde cada mañana nos veíamos en la Catedral de Westminster, nuestra boda, el nacimiento de Victoria y las despedidas de seres queridos.

Una actividad que comparte la familia en su tiempo libre

Antes del inicio de la pandemia nos encantaba hacer viajes en familia.

Qué cosas no dejáis de hacer juntos cada día

Ambos tenemos la posibilidad de teletrabajar por lo que prácticamente todo lo hacemos juntos, pero a la vez somos muy independientes.

Qué lugar ocupan los abuelos en casa

Victoria tiene tres abuelos en la tierra y un abuelo en el cielo y ocupan un lugar primordial en casa. Sin su amor, su ejemplo y su generosidad nada sería igual.

¿Rezáis por algún sacerdote?

En Misa y en el Rosario rezamos por el Papa Francisco, el Obispo Don Demetrio y el Prelado del Opus Dei Don Fernando. Además de eso, tenemos presente rezar por la santidad de nuestros sacerdotes y seminaristas y pedimos de una manera especial por Don Fernando Cruz Conde, Don Pablo Lora, Don Juan Moreno y Don Antonio Evans.