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«VIERNES DE DOLORES»

By 3 de abril de 2023829

«Que Ella nos mire con corazón de madre siempre»

El obispo de Córdoba preside la misa del Viernes de Dolores en la iglesia conventual de San Jacinto, ante la Señora de Córdoba

El Viernes de Dolores es el día en el que Córdoba inicia su Semana Santa, un viernes que es pórtico de la Pasión del Señor y un día en el que todo se concentra en una gran devoción, la que los cordobeses profesan a la Virgen de los Dolores.

Desde primera hora de la mañana, la plaza de Capuchinos se encuentra cada año repleta de fieles. Todos se encaminan hacia la iglesia conventual de San Jacinto, la casa servita donde reside la Señora de Córdoba y donde por la mañana, el obispo de Córdoba, como marca la tradición, presidió la santa misa. Todos querían postrarse ante su Madre, orarle, darle gracias o realizarle una petición. María es el pañuelo de un pueblo devoto y fiel a Ella, es la Madre de todos, como recordó monseñor Demetrio Fernández en su homilía. “María es Madre de verdad, no es una maternidad rebajada sino directa”, manifestó el prelado aludiendo al significado de la palabra “Madre” que, como indicó, “no siempre es bien empleada, más aún cuando en la actualidad se permite que una madre mate a su hijo en su seno materno”.

El obispo de Córdoba incidió en las miles de personas que encuentran en María ese amor maternal, esa fuerza que se necesita cuando algo falla, porque “María es Madre más que nunca y a Ella le pedimos que nos proteja, que proteja a los que viven en la residencia de San Jacinto, a las Hermanas de la Consolación que cuidan a los residentes”. Al hilo de esto, subrayó la importancia de cuidar a los enfermos y ancianos, pidiendo que se extremen los cuidados y cariños hacia ellos.

Asimismo, el prelado insistió en la necesidad de revisar nuestro interior, porque “estos días santos son días de recapacitar interiormente y ver a dónde se dirigen nuestros pasos”. “La Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo es el punto de la fe cristiana”, recordó al tiempo que explicó el significado de la religión cristiana que, según el pastor de la Diócesis, “no es la religión del sufrimiento, puesto que este viene por nuestra condición cristiana y pecadora, sino la religión del amor”. “La vida cristiana no es placentera, sino un camino de amor en el que hay que asumir las dificultades que lleve consigo pero con amor, de la mano y del corazón de María. Por eso, pedimos que Ella nos mire con corazón de madre siempre”, afirmó.

El pastor de la Diócesis instó a todos los fieles a poner a punto el alma con una buena confesión: “Dispongámonos a vivir la Semana Santa con el alma limpia, que este Viernes de Dolores nos sirva para preparar nuestro corazón y seguir el camino de Jesús”.

Con esta celebración comenzaba la Semana Grande en la ciudad, unos días intensos en los que celebramos la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo.

El Obispo en Capuchinos

Aprovechando su visita a Capuchinos, monseñor Demetrio Fernández acudió a saludar a la Virgen de la Paz y Esperanza, deteniéndose a escuchar la Escolanía de voces blancas de la Divina Pastora que como cada año, deleitaron a la Virgen con sus cantos. Además, visitó a los titulares de la Hermandad de la Sangre.