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MANOS UNIDAS CAMPAÑA 2023

Frenar la desigualdad está en tus manos

La ayuda de Manos Unidas Córdoba llega cada año a miles de personas de África, América y norte de India. Las vicarías territoriales de la diócesis de Córdoba asumen los proyectos en función de las necesidades a los que se asigna un presupuesto y un socio local, generalmente una diócesis o congregación religiosa, se pone al frente del desarrolla de las infraestructuras o servicios. A  partir de ahí, el incansable trabajo de los voluntarios hacen posible materializarlos en forma de escuelas de infantil y secundaria, seguridad hídrica y alimentaria para la población o salud para mujeres.  Los proyectos para los que Manos Unidas necesitará nuestra colaboración durante este año beneficiarán a 9980 personas de manera indirecta y representan una inversión de 360.433 euros. El reto es de todos.

Este domingo en la Catedral de Córdoba, durante la eucaristía presidida por el Obispo de Córdoba, se realizará el lanzamiento de la campaña de este año con el lema “Frenar la desigualdad está en tus manos”, una invocación a la acción que puede mejorar la vida de miles de personas. Una invitación al compromiso que se sitúa cerca de los cordobeses, parroquia a parroquia, a través de los voluntarios de Manos Unidas.

VICARÍA GUADALQUIVIR:
Etiopía-África este

Mejora del acceso a la educación infantil para niños vulnerables en Doiso.

IMPORTE: 90.810€.
AL FRENTE: Comunidad Capuchinos.
BENEFICIARIOS DIRECTOS: 200
INDIRECTOS: 2.000

DOISO, SOUTH OMO (JINKA/SODDO) Etiopía se encuentra en el «Cuerno de África» y ocupa 1.221.000 km2. En Doiso no existe ni una sola escuela infantil para menores de 6 años y los niños y niñas no tienen la oportunidad de recibir una enseñanza que les permita integrarse posteriormente en la educación primaria y aprovechar más su educación para progresar en la vida. Son los propios padres y madres de la zona los que se han puesto en contacto con la organización La Congregación Capuchina, quiere solicitar la creación de una escuela infantil ya que están ansiosos por mejorar su situación, sobre todo a través de su educación desde la primera infancia. Solicitan la colaboración de Manos Unidas para la construcción y el equipamiento de una escuela pre-escolar para 200 alumnos entre 3 a 6 años, dentro del recinto de la Iglesia Católica de Doiso, que consta de un bloque de tres aulas y un bloque para despacho y almacén. Asimismo, se construirá un bloque de letrinas con 8 estancias (4 para niñas/4 para niños) para cubrir las necesidades sanitarias de la escuela. Manos Unidas contribuirá con 89% del coste total del proyecto y el socio local con 11%, cubriendo parte del equipamiento, personal, formación inicial de profesores y gastos administrativos. El proyecto beneficiará directamente a los 200 alumnos de la escuela e indirectamente a toda la comunidad.

VICARÍA DE LA SIERRA
• Chad - África Central.

Acceso a la educación secundaria de jóvenes del medio rural del sur de Chad.

IMPORTE: 71.161€.
AL FRENTE: Diócesis católica de Sarh.
BENEFICIARIOS DIRECTOS: 280
INDIRECTOS: 1.680

El proyecto se sitúa en Danamadji, sur del Chad, un país enclavado en el centro norte de África con una población de 10.000 habitantes; la mayoría viven de una agricultura de subsistencia; también hay comerciantes, provenientes del norte del país; la población, en todo el país, es mayoritariamente joven. Chad está clasificado como uno de los países más pobres del mundo, que lo lleva a ocupar el puesto 187 de 189 países; el 61% de la población vive por debajo del nivel de pobreza. Uno de los principales problemas del país es la baja calidad de la educación, con una tasa de alfabetización del 22,31% entre los mayores de 15 años. Faltan profesores, que tienen, en general, un bajo nivel de preparación; faltan infraestructuras y materiales escolares; no hay un seguimiento pedagógico por parte de las inspecciones estatales de educación; hay gran absentismo entre maestros y profesores. La diócesis de Sarh, a la que pertenece Danamadji, tiene escuelas primarias parroquiales, donde el nivel educativo es alto gracias al control que la Dirección Diocesana de Enseñanza Católica (DIDEC) ejerce en la pedagogía y la disciplina de alumnos y maestros. Al ser un centro escolar diocesano, la Asociación de Padres de Familia ha solicitado a la DIDEC apoyo para mejorar las infraestructuras del centro, y así poder proporcionar un espacio y ambiente apropiado a las clases con el fin de elevar el nivel educativo y mejorar el rendimiento escolar. La DIDEC de Sarh, socio local de Manos Unidas, solicita su colaboración para llevar a cabo este proyecto que supone dotar al colegio-liceo Arcángel Rafael de las infraestructuras necesarias, lo cual se realizará en dos fases. En esta primera fase está prevista la construcción de un edificio de 4 aulas y dos bloques de letrinas, separados para chicos y chicas. Los beneficiarios son los 280 alumnos del centro escolar (48% chicas), además del profesorado y el personal administrativo del centro. La DIDEC contribuye con el 8,4% del coste total y la Asociación de Padres de Alumnos, representante de los beneficiarios, con el 1,6%, todo ello para la adquisición del equipamiento de las aulas; Manos Unidas aporta el 90% del total para la construcción.

Explicación del cartel de Campaña

La desigualdad se ha convertido en la mayor amenaza y el mayor desafío a nivel mundial. Para muchas personas, pensar en desigualdad y en hambre es pensar en un reto imposible, un problema sin solución ante el que no se puede hacer nada.

Desde Manos Unidas queremos dar un giro a esta idea para desterrarla de nuestra mente y dejar la solución en manos de cada uno de nosotros. Porque cuando hablamos de ayudar todos usamos un elemento común, las manos, un elemento muy poderoso y con mucha fuerza, tanto física como metafóricamente, que es símbolo principal y esencia de nuestra organización.

Por eso, la imagen elegida para acompañarnos en 2023 muestra unas manos en blanco y negro: fuertes, que transmiten ternura y nos invitan, al mismo tiempo, a tender las nuestras a nuestros hermanos más vulnerables y descartados.

Y es que, para hacer frente a la desigualdad, todas las manos suman, todas cuentan y todas son necesarias y pueden ayudar a acabar con esta lacra. Con el lema y la imagen de esta Campaña queremos hacer un llamamiento a la sociedad para luchar por la dignidad y promover un mundo donde todos valgamos lo mismo y nadie se quede atrás.

Queremos que la sociedad una sus manos a las nuestras para terminar con la desigualdad y el hambre. Porque el combate contra la desigualdad solo es posible desde le convicción de que el futuro de las desigualdades no es cosa de otros, sino que depende de cada uno de nosotros, y está en nuestras manos.

VICARÍA DE LA CAPITAL
• India - Asia

Organización comunitaria y mejora de la salud para mujeres en 46 aldeas de Pilibhit.

IMPORTE: 104.330€.
AL FRENTE: Servicio social diocesano de
Suchetna Bareilly.
BENEFICIARIOS DIRECTOS: 4.175
INDIRECTOS: 6.000

El proyecto se desarrollará en 46 aldeas de la Diócesis de Bareilly, al norte de la India, en el estado de Uttarakhand. Se dirige a mujeres, jóvenes adolescentes y niños con un nivel económico y de salud muy bajo. La pobreza de la mujer y su discriminación social es general en las aldeas. El empleo es estacional. No poseen tierras ni ingresos estables y su participación en la toma de decisiones es prácticamente nula. Tienen numerosos problemas de salud, especialmente en salud reproductiva. No hay un sistema público de salud que funcione adecuadamente y muy pocas mujeres embarazadas acuden a los centros de atención sanitaria para el parto. Hay falta de organización  comunitaria  y  no  tienen  acceso  a  las  ayudas  gubernamentales  por  falta  de información. La desigualdad de género, especialmente en educación, derechos de las niñas y discriminación de niños con habilidades diferentes, constituye, junto a todo lo anterior, la realidad que enfrentan los beneficiarios. Aunque se han producido tímidos cambios en algunas áreas como la educación, generación de ingresos o beneficios sociales, el desarrollo en salud personal y comunitaria se ve aún muy afectado por problemas sanitarios, psicológicos y de pobreza debidos a la pandemia.  El socio local, los Servicios Sociales de la Diócesis de Bareilly, lleva trabajando activamente en esta área desde hace 20 años. Coordina el desarrollo integral de 720 aldeas a través de 29 centros. Estos centros están gestionados por distintas Congregaciones, generalmente femeninas, llevando a cabo los Servicios Sociales una labor de coordinación y apoyo. El programa para el que solicitan la colaboración de Manos Unidas, se dirige a mejorar el nivel de salud, económico y social de 4.175 mujeres, jóvenes adolescentes y niños a través de acciones colectivas. El programa se llevará  a  cabo  desde  4  de  los  centros.  En  todos  ellos,  se realizan  actividades  en  las  aldeas destinadas a la promoción de la mujer mediante la formación de grupos de autoayuda, programas de salud comunitaria y de concienciación en contra de la violencia doméstica. Entre  las  actividades  previstas  están:  programas  de concienciación en salud en las 46 aldeas para 1.380 mujeres, 24 clínicas móviles y campamentos de salud en todas las aldeas para dar tratamiento y derivar a otros servicios

VICARÍA DE LA CAMPIÑA
• Paraguay - América.

Seguridad hídrica y alimentaria para comunidades indígenas del Bajo Chaco.

IMPORTE: 94.132€.
AL FRENTE: Tierraviva.
BENEFICIARIOS DIRECTOS: 134
INDIRECTOS: 300

Estos hechos están generando una fuerte reacción de varios sectores de la sociedad, incluyendo la Iglesia Católica, que está rechazando de manera explícita estos despojos. La comunidad indígena Payseyamexyempa’a del pueblo Enxet Sur en el Bajo Chaco, Departamento de Presidente Hayes, después de muchos años de litigio con el latifundio Quebrachales Puerto Colón, ha conseguido recuperar la propiedad de una parte de sus tierras, pero se encuentran en una situación de total aislamiento geográfico, ya que salir o entrar a la comunidad, deben pedir «permiso» a los hacendados que viven en su entorno, para que les dejen utilizar sus caminos «privados». Toda la comunidad se encuentra en situación de extrema pobreza, vulnerándose permanentemente sus derechos, a tal punto que en dos oportunidades se ha tenido que recurrir a amparos constitucionales para que este pueblo indígena sea asistido con comida y agua, siendo el último amparo el año 2020, sin que hasta el momento el Estado asuma su responsabilidad. Actualmente la comunidad no cuenta con escuela, ni con puesto de salud, tampoco tiene acceso al agua potable. En este difícil contexto del Chaco, desde hace muchos años trabaja Tierraviva, acompañando a este pueblo en la defensa de sus derechos. Conjuntamente con la comunidad Payseyamexyempa’a, se proponen trabajar mediante este proyecto de 12 meses de duración, para que 134 personas de dos poblados de la comunidad puedan acceder al agua de consumo como derecho humano, para ello se tendrán dos grandes reservorios de agua de lluvia (tajamares), dos sistemas de conducción del agua a las comunidades, y se instalaran 20 sistemas familiares de recolección del agua de lluvia, mediante el mejoramiento de los techos de las casas, ya que el déficit hídrico es alarmante en esta zona del Chaco, siendo la lluvia la única fuente de agua. Además de estas acciones de infraestructura, se llevará adelante un proceso de capacitación en oficios, para los jóvenes principalmente, y se trabajará en el fortalecimiento de la organización comunitaria para la incidencia política. Para que este sueño tan anhelado por la comunidad se haga realidad, solicitan el apoyo de Manos Unidas para poder cubrir los costes de construcción del sistema de agua, materiales, herramientas y parte del personal necesario (72%), mientras que el aporte local será en materiales locales, mano de obra, el resto del personal y funcionamiento (28%).

PROYECTOS CAMPAÑA 2023

PRESUPUESTO TOTAL:

360.433,00 €

ENTREVISTA A MARÍA ÁNGELES GARCÍA

«Gracias a Manos Unidas la sociedad se va trasformando»

María Ángeles García trabaja sin descanso por las niñas y mujeres de Mali. Médico de formación, ingresó en la Congregación de María Inmaculada, con a que había tomado contacto como residente mientras estudiaba. Su labor educativa la ha llevado a realizar material propio para la alfabetización y 800 niñas disfrutan de este recurso para vencer las limitaciones que la sociedad le impone. A través de Manos Unidas, sus proyectos se han concretado y esta colaboración le permite seguir soñando con Mali más justo para el futuro

Hemos celebrado esta semana la Jornada Mundial de la vida Consagrada, ¿cómo reconoció usted la llamada a la vocación?

Mientras estaba estudiando medicina, estuve alojada en una residencia de María Inmaculada. La vida de las monjas me intrigaba y entablé amistad con Hna. Josefina que me ayudó y me hizo cuestionarme muchas posturas ante la vida. Cuando terminé la carrera me planteé seriamente entrar en la congregación. Tuve muchos problemas con mi familia y estuve trabajando un año y medio, pero las dudas no me dejaban tranquila y no tenía paz. Hice un campamento vocacional y unos ejercicios espirituales y decidí entrar en la congregación. Si ese era mi camino, Dios me lo mostraría. Dentro encontré la paz. Soy feliz y le doy gracias a Dios por haberme elegido como instrumento para llevar el Evangelio a los demás.

Había estudiado medicina y cuenta con el título de acupuntura por la facultad de Shanghái, ¿cómo le ayuda esta formación a realizar su labor en Mali?

Cuando entré en la congregación pedí ir a misiones. Me dijeron que sí. Aquí en África tenemos un dispensario y yo pensaba que me mandarían ahí, pero cuando vine, la Congregación abrió una escuela de enfermeras y me dijeron que me necesitaban para poder abrirla. Así que por supuesto acepté. Mis estudios me han ayudado a poner en marcha esta escuela. Hemos pasado por muchos desafíos. Cuando llegué, no había libros, las alumnas copiaban lo les dictaba el profesor y como tenían un nivel muy bajo, copiaban mal y el problema se agravaba, así que decidimos hacer los libros. Hoy en día todas nuestras alumnas tienen libros y el nivel ha mejorado mucho. Y no solamente se han beneficiado las de nuestro centro, sino que otras escuelas también utilizan nuestros documentos.

¿Cómo es su vida allí?¿ cómo la perciben las personas con las que trabaja?

Mi vida es muy sencilla. Soy la directora de la escuela y también doy algunas clases. Soy feliz, me encanta la labor que hago aquí. Las personas con las que trabajo son estupendas y muy agradecidas. Ahora, antes de irme a España, las alumnas vienen en grupos para decirme que me echaran de menos, que vuelva pronto. Algunas dicen que se quieren venir conmigo.  Son gente extraordinaria.

¿Cuáles son las principales dificultades a las que se enfrenta cada día?

Hay mucha gente que viene a pedir ayuda para comer o para la leche de los niños, pero las mayores dificultades son cuando las lluvias no vienen bien y se pierden muchas cosechas. La gente pasa hambre. En esos momentos de tanta afluencia de personas pidiendo ayuda, exponemos el problema a Manos Unidas y siempre nos han ayudado para comprar el grano y distribuirlo entre los más necesitados.

¿Cómo es la vida de la mujer en África?¿Cuál es el rasgo de mayor desigualdad para ellas?

La vida de la mujer en África no es nada fácil. Es ella la que soporta el peso de la casa. Tiene que pilar el grano, hacer la comida, ir a por agua, trabaja en el campo y cuidar a los hijos. A muchas de las niñas las sacan de la escuela para que ayuden en los trabajos de la casa y cuiden de los hermanitos pequeños. La desigualdad entre el hombre y la mujer es muy marcada a muchos niveles. Si la familia tiene medios para que algún hijo estudie, se elige al varón. Si la familia está pasando por dificultades, casan a alguna hija para tener la dote. La mujer sufre y soporta muchos maltratos de parte de su marido.

¿En qué proyecto se encuentra trabajando como colaboradora de Manos Unidas?

Con Manos Unidas he trabajado muchísimo. Llevo en Ségou (Mali) 25 años, en la escuela que tenemos en esta ciudad. Empezamos con un grupito de chicas en una pequeña escuela (3 aulas) que nos construyó Manos Unidas. Enseguida la escuela se hizo pequeña ya que había cada vez más solicitudes. Cada vez que exponíamos el problema a Manos Unidas, la respuesta ha sido siempre de colaboración y ayuda para proporcionarnos todo lo necesario para poder dar una formación de calidad a las jóvenes.

Desde el principio, en nuestro centro, hemos optado por formar únicamente a niñas, chicas y mujeres. Actualmente se están formando unas 800 en las ramas de alfabetización (100), corte y confección (100), enfermería ( 240 ) y escuela de primaria y secundaria (360) en nueve cursos.

 

Desde lo más profundo de mi corazón y en nombre de toda la Congregación, de las alumnas de la escuela y de toda la comunidad educativa, quiero agradecer a Manos Unidas la ayuda que nos han prestado. Sin su ayuda no hubiese sido posible realizar lo que hemos hecho en este país. Gracias a vosotros, poco a poco, la sociedad se va transformando para ser más justa y solidaria promocionando sobre todo a los más necesitados y especialmente a las mujeres. GRACIAS.