La historia de las cofradías de Córdoba escribe una nueva página centrada en la corporación del Miércoles Santo. Una página donde la titular de la misma, María Santísima de la Paz y Esperanza es la protagonista tras haber sido coronada canónicamente por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, en el templo principal de la Diócesis.
Ante unas naves repletas de fieles, monseñor Demetrio Fernández coronó, el sábado 15 de octubre, a una de las imágenes de mayor devoción en la ciudad, la “Reina de la Paz”, haciendo realidad un sueño para muchos de sus devotos y convirtiendo a la Virgen en la cuarta dolorosa coronada de Córdoba, tras Nuestra Señora de los Dolores, Nuestra Señora de las Angustias y Nuestra Señora del Rosario en sus Misterios Dolorosos.
El Obispo calificó esta celebración como un momento que quedará grabado en la historia de la Hermandad y de la ciudad de Córdoba, “el día en que María Santísima de la Paz y Esperanza fue coronada canónicamente en nombre de la autoridad máxima de la Iglesia, el Papa Francisco”.
Culminó su homilía recordando que “María Santísima no se queda en el homenaje, en las flores, la música y demás, que son cosas que se agradece porque es fruto del amor, sino que nuestra Madre siempre tiene en su cabeza a sus hijos más necesitados” y, en este sentido, agradeció el compromiso de la hermandad con la comunidad “Rescatados de María”. “Un acto de amor y devoción a la Virgen debe incluir siempre un acto de amor a los más pobres, una expresión de caridad visible porque a la Virgen le gusta que nos acordemos de sus hijos más necesitados”, ha expresado.