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El día que el Cardenal Amigo fue cursillista en Córdoba

El Cardenal Arzobispo emérito de Sevilla acudió en los albores de los 80 al cursillo de Cristiandad celebrado en Córdoba. No se supo su identidad hasta la eucaristía de clausura

La muerte de monseñor Carlos Amigo Vallejo ha recuperado para la memoria del Movimiento de Cursillos de Cristiandad de Córdoba un episodio especial: el de la asistencia de Fray Carlos Amigo Vallejo, siendo arzobispo de Tánger al cursillo de cristiandad sin que se conociera su identidad.

Corría el año 1979 cuando entre los participantes en el Cursillo de Cristiandad figuraba el padre Vallejo, un sacerdote alto y amable dispuesto a vivir la experiencia de un incipiente movimiento católico que se abría paso en la diócesis. Al tercer día del cursillo, un sacerdote franciscano lo identificó como arzobispo de Tánger pero ambos convinieron que lo prudente sería guardar silencio hasta el final, ya que Fray Carlos Amigo Vallejo tenía interés pastoral y personal por conocer el desarrollo del cursillo y contemplaba la posibilidad de exportar aquella experiencia a la archidiócesis donde ejercía de pastor.

El compromiso de los dos hermanos franciscanos se mantuvo y no fue hasta la eucaristía de clausura cuando se conoció su verdadera identidad: era el arzobispo de Tánger, antes de ser nombrado arzobispo de Sevilla en 1982.

Desde aquel momento, el Cardenal fallecido el día 27 de abril, ha sido una referencia para el Movimiento de Cursillos de Córdoba y han sido muchas las ocasiones en que su presencia ha marcado encuentros y vivencias de los cursillistas de Córdoba. Descanse en Paz Fray Carlos Amigo Vallejo, Cardenal Arzobispo emérito de Sevilla.

El Obispo acude a la despedida del Cardenal Carlos Amigo

Monseñor Demetrio Fernández quiso acudir a la Catedral de Sevilla donde en la mañana del pasado 30 de abril tuvo lugar la misa exequial y fue enterrado el Cardenal en la capilla de San Pablo, junto a la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla.