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«Bienvenida, señora, a esta casa que es la Iglesia»

By 18 de febrero de 2022776

El obispo de Córdoba recibió a la Virgen de Araceli en el templo principal de la Diócesis tras procesionar por las calles de la ciudad

Entre una inmensa multitud de fieles, María Santísima de Araceli recorrió en la mañana del domingo, 13 de febrero, las calles de la ciudad hasta llegar al templo principal de la Diócesis, donde fue recibida por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, dejando estampas para el recuerdo de los lucentinos y todos sus devotos en una jornada histórica.

La Virgen de Araceli radiante con su bendito Niño tras la restauración a la que han sido sometidos durante más de cuatro meses en el taller Regespa, comenzó su desfile procesional desde la parroquia de San Francisco y San Eulogio al templo principal de la Diócesis llevada por su cuadrilla de santeros y acompañada por la Sociedad Didáctico Musical de Lucena.

Minutos antes de las once de la mañana, la Patrona del Campo Andaluz hizo su entrada al templo principal de la Diócesis vitoreada por quienes la rodeaban hasta llegar a la Puerta de las Palmas, donde la esperaba el Obispo para celebrar la santa misa.

Monseñor Demetrio Fernández dio la bienvenida a la imagen y a todos los presentes aclamando: “Sed bienvenida, señora, a esta casa que es la Iglesia, la comunidad de los hijos de Jesucristo. Los lucentinos y los aracelitanos damos hoy gracias a Dios por tener Madre”.

Seguidamente, comenzó la celebración de la eucaristía ante unas naves catedralicias repletas de fieles, a los que el Obispo recordó que “la Virgen mueve los corazones”, así como la confianza plena en Dios, pues “cuando Dios está ausente en el trabajo, en la vida social o en la vida pública, el hombre sale perdiendo”. Recordó, a su vez, que la vida cristiana es mirar a María, porque “al mirarla a Ella entendemos lo que Dios quiere de nosotros, en Ella está el espejo donde podemos mirarnos”.