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Hollywins: la santidad vence

By 28 de octubre de 2021760

Juan Luis Selma

Sacerdote

Todos sabemos lo bonitos que son los árboles centenarios: una encina, un pino frondoso, un bosque crecido. Si de pronto un incendio o la avaricia del hombre lo arrasa nos encontramos con un paisaje desolador. También nuestras tradiciones nos embellecen, son las raíces que sostienen nuestra sociedad. Una de esas preciosas costumbres es la fiesta de Todos los Santos.

La Iglesia recuerda a todos los que nos han precedido y han seguido las huellas de Cristo, los que han recorrido el camino de la Vida y ahora, purificados por la sangre del Cordero, están en la presencia de Dios. Es la fiesta de los vencedores, de los santos anónimos, de los moradores del Cielo.

Un día para recordar su ejemplo, su cariño, su esfuerzo por hacer el bien y perdonar. Sus vidas nos estimulan, nos hacen ver lo bonita que es la santidad: “es el rostro más bello de la Iglesia: es redescubrirse en comunión con Dios, en la plenitud de su vida y de su amor…la santidad es un don que se ofrece a todos, nadie está excluido, por eso constituye el carácter distintivo de todo cristiano” dice el Papa Francisco.

Hollywins es un modo de celebrar la vida frente a la cultura de la muerte. Es el juego de la santidad: “Él juega en toda la redondez de la tierra” dice el libro de los Proverbios. Por eso podemos imitar a nuestros santos, acudir a su intercesión, iniciar a los niños en este precioso juego disfrazándose de sus santos preferidos para encomendarse a ellos y seguir sus ejemplos.