El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, quiso compartir con ellos parte de este encuentro y presidió la eucaristía de acción de gracias con la que se cerraba un verano intenso.
Durante su homilía, el prelado agradeció a los monitores y coordinadores de Gaudium el trabajo que han llevado a cabo durante el verano y les recordó que “la vida cristiana es pasarlo bien con Dios y con los demás y eso es lo que hay que enseñarle a los niños y adolescentes”.
El Obispo pidió que “aprendamos a evangelizar jugando, pasándolo bien porque Jesucristo así lo quiere, hay que transmitir la fe con alegría”.
Gaudium se ha encargado de organizar gran parte de los campamentos que se han llevado a cabo este verano en la Diócesis con la ayuda de trescientos monitores que los han hecho posibles. Durante el mes de julio y agosto unos ochocientos jóvenes han compartido jornadas de diversión y convivencia y momentos de oración y de celebración en torno a la eucaristía.