El Obispo administró a cuatro catecúmenos los sacramentos de iniciación cristiana en el Domingo de la Divina Misericordia
La Iglesia de Córdoba recibió el pasado domingo, Domingo de la Divina Misericordia, a cuatro nuevos catecúmenos que recibieron de manos del obispo de la Diócesis, monseñor Demetrio Fernández, el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, en la Santa Iglesia Catedral.
Acompañados por sus respectivos padrinos y familiares, estos jóvenes procedentes de distintas parroquias de la Diócesis acudieron al templo principal de la Diócesis para “palpar el rostro, la misericordia y la paz de Dios”, como explicó el Obispo a los catecúmenos. A ellos se dirigió instándoles a seguir los pasos de Jesús, “a acercarnos y poder ver que su amor es más grande que nuestro pecado y que sus heridas nos han curado”.
“Sois incorporados a esta comunidad. No os asusten vuestros pecados y mirad siempre la fe de la Iglesia”, aclamó el prelado al tiempo que explicó que aunque “a veces pensamos que esta comunidad de la Iglesia está compuesta por santos, no es verdad, esto solo sucederá cuando lleguemos al cielo”. “En esta comunidad terrena estamos todos y no os asusten los pecados de los demás ni los vuestros porque Jesucristo nos conoce y de antemano nos ofrece su misericordia; por lo que entrad en esta comunidad de los redimidos por el don del Espíritu Santo”, expresó el Obispo. “Habéis pasado a una fe viva que transforma vuestra vida”, aseguró.
Asimismo, al recibir los Sacramentos de Iniciación Cristiana, estos cuatro catecúmenos acogieron la grandeza del misterio de Dios y la felicitación del pastor de la Diócesis y de toda la Iglesia.