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“En el corazón de María está el sufrimiento de todos los cordobeses”

El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, presidió la misa del Viernes de Dolores en San Jacinto y bendijo la nueva peana de la Señora de Córdoba recién restaurada

La iglesia de San Jacinto abrió un año más sus puertas para acoger a todos los devotos de la Virgen de los Dolores siguiendo un exhaustivo control del aforo y de las medidas de seguridad.

El obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, fiel a su cita con la Señora de Córdoba, presidió la santa misa acompañado por el Vicario General, el Vicario de la Ciudad, el Delegado diocesano de Hermandades y el Capellán de la Iglesia Hospital de San Jacinto.

En su homilía, el pastor de la diócesis insistió en que el centro de nuestra vida es Jesucristo y que la religión cristiana “es la que mejor ha expresado el sentido del corazón humano”.

Refiriéndose a María, el Obispo puso de manifiesto la importancia de su figura.

“María está siempre con Jesús, junto a la cruz compartiendo los dolores de su hijo y cuando miramos la Virgen de los Dolores vemos en su corazón siete espadas atravesando de dolor esta mujer santa”, expresó.

En este pórtico de la Semana Santa de Córdoba, el Obispo instó a los fieles a seguir honrando a la Virgen de los Dolores, “a pedirle que prepare nuestro corazón para vivir esta Semana Santa con un corazón limpio”. “Que no decaiga el amor a Jesucristo, que nos unamos en el corazón de Cristo y en el corazón de María porque ahí están resumidos los sufrimientos de todos los cordobeses: los parados, los que sufren el virus, la ausencia de seres queridos…”, indicó el prelado.

Nueva peana

Asimismo, unos minutos antes de la celebración, monseñor Demetrio Fernández bendijo la peana recién restaurada de la Señora de Córdoba con el patrocinio de Caja Rural del Sur, a quien la Hermandad de la Virgen de los Dolores hizo entrega de un reconocimiento antes de comenzar la santa misa.