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La Semana de la Familia: un encuentro con nuestras necesidades a la luz del Evangelio

By 12 de marzo de 2021733

La XXV Semana de la Familia y la Vida en la diócesis de Córdoba tuvo lugar del 8 al 12 de marzo, en un formato presencial y online, desde el Palacio Episcopal. Acompañar a la familia, cuidados paliativos y la figura de san José fueron los asuntos que marcaron esta edición

La Delegación diocesana de Familia y Vida ha llevado a cabo un año más la celebración de la Semana de la Familia y la Vida en su vigésimo quinta edición, del 8 al 12 de marzo, con una novedad: las ponencias se han podido seguir tanto presencialmente en el salón de actos del Palacio Episcopal, como de manera online a través del canal de Youtube de la diócesis de Córdoba.

Tres intervenciones han conformado esta edición que lleva por lema “25 años con, y por la familia”. La primera de ellas, la llevó a cabo el arzobispo de Granada, monseñor Francisco Javier Martínez, con el título “Acompañar en la familia, acompañar a las familias”.

Para el arzobispo de Granada, el hecho de acompañar tiene siempre algo de “divino”. “Dios nos acompaña siempre, está en todos lados para acompañarnos y nosotros no podemos dar por supuesto que sabemos acompañar. Hay un aprendizaje en el término “acompañar”, que tiene un aspecto de divinidad, y tenemos que dejarnos enseñar y acompañar como Dios nos ama a nosotros”, explicó.

Centrándose en la parte de “acompañar a la familia, monseñor Francisco Javier Martínez resaltó que cada familia es “una constelación de relaciones únicas”, por lo que aseguró que no hay recetas para la vida en familia.

Respecto a la importancia del acompañamiento, el Arzobispo reseñó que la familia “es una forma de compañía” y que acompañarse el hombre y la mujer “es vivir el misterio de la redención de Cristo”. Según el prelado, esto supone entender que somos idénticos en la dignidad y en la vocación.

Además, aseguró que “la luz de la familia lo da la Iglesia y su vida en comunidad”.

Segunda ponencia

La segunda jornada se centró en el don de la vida y en un asunto que ha marcado la actualidad de los últimos meses como es la eutanasia.

El médico y presidente de la Sociedad Andaluza de Cuidados Paliativos, el doctor Fernando Gamboa Antiñolo, ofreció la conferencia “Cuidados paliativos, buena muerte y eutanasia”.

Fernando Gamboa tiene la certeza de que “el tratamiento del sufrimiento no es la muerte, sino que el sufrimiento forma parte de la vida y un deber que tenemos todos es cuidar del que sufre”, por ello centró su intervención en la diferencia que existe entre eutanasia, cuidados paliativos y suicidio asistido.

Sobre la eutanasia, este médico explicó que el significado es “el digno colofón de una buena vida” y se centró en cuatro aspectos: dignidad, sufrimiento, autonomía y calidad de vida. En este sentido, aclaró que la dignidad es independiente a la calidad de vida y que “las condiciones de vida indignas son las condiciones o comportamientos que las generan, no la vida del enfermo”, ya que nada ni nadie pueden quitársela. Asimismo, reconoció que aunque el sufrimiento es parte de la vida, “el cuidar a la persona que sufre es aún más importante”.

El ponente definió cuidados paliativos como la “asistencia integral, activa y continuada de los pacientes en situación terminal y sus familias, por un equipo interdisciplinar cuando la expectativa no es la curación”, para diferenciar esto de la eutanasia o el suicidio asistido.

Gamboa denunció que “hacen falta políticas públicas que defiendan la familia como lugar de acogida y acompañamiento y programas de desarrollo social con adecuados recursos sociosanitarios”.

Última jornada

Como cada año, la Delegación de Familia y Vida propuso un día para orar por las familias en todas las parroquias, como antesala al broche final de esta semana que lo puso el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, con la ponencia “San José, Custodio de los Corazones”, precisamente en el contexto del Año Jubilar dedicado al patrono de la Iglesia católica.

La figura de san José, según el pastor de la Diócesis, es “una referencia para los padres”, especialmente en el 150 aniversario de su proclamación como Patrono de la Iglesia Universal y en este Año Jubilar Josefino que el Papa Francisco ha proclamado hasta el día de la Inmaculada Concepción.

El prelado desgrana la figura de san José de una manera especial en la Iglesia, una figura que adquiere un gran protagonismo en la actualidad y que se tiene presente como el mismo Santo lo ha sabido hacer en el Evangelio, “en el silencio, en la discreción, en la eficacia, y sobre todo, en la ternura y el acompañamiento a Jesucristo y a la Iglesia”.

Monseñor Demetrio Fernández distingue varias líneas en su perfil. Por un lado, que san José “es un hombre de Dios, un hombre justo y un hombre santo”.

Por otro, que “es elegido y pone su vida entera al servicio de María y del Misterio de la Encarnación de Jesucristo”. Por tanto, recuerda que hay una relación muy especial de San José con Jesucristo, “del cual es verdadero Padre porque sin él, aunque no lo ha engendrado biológicamente, sin su acompañamiento y su acogida, no hubiera sido viable el Misterio de la Encarnación”.

Y en relación con María, San José “es protección, seguridad, acompañamiento”. Al hilo de esto, el Obispo invita a los fieles a contemplar esta relación virginal de José con su esposa María, así como ese papel que tiene en la familia de Nazaret y que cumple a la perfección.

En esta semana de la familia, en la que se cumplen 25 años de su celebración en Córdoba, san José no podía faltar, puesto que según el pastor de la Diócesis, es un año “para invocarle y tenerlo como referencia para que sirva a los padres y a todos los hombres, pues es un referente muy necesario en nuestra cultura contemporánea, en la que tanto necesitamos revalorizar la figura del padre”.