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«Esta beatificación es una noticia de luz, esperanza y fortaleza para el mundo de hoy»

Entrevista a Lourdes Grosso García, M.Id

Directora de la Oficina de las Causas de los Santos
con motivo de la beatificación de los 127 mártires de la persecución religiosa en la Diócesis de Córdoba (1936-1939)

«Esta beatificación es una noticia de luz, esperanza y fortaleza para el mundo de hoy»

Lourdes Grosso García es la Directora de la Oficina de las Causas de los Santos que nace de los trabajos impulsados desde Roma en 1.997 a través de la Comisión “Nuevos Mártires” para la elaboración de las fichas de los Testigos de la Fe, que en España se traduce en 6.050 fichas de los mártires durante la persecución religiosa del siglo XX. Desde entonces, este organismo coordina las Causas de Beatificación y canonización de estos mártires españoles para colaborar con los postuladores y la Santa Sede. Han transcurrido 20 años y en la actualidad, la Oficina de las Causas de los Santos sigue al lado de los Obispos para apoyar “su compromiso de difundir la santidad es la exigencia más profunda de todo bautizado, el alma de la Iglesia y el aspecto primario de su misión” (Francisco, Discurso, 12-12-2019).

¿Cuál es la función y el cometido de la Oficina de las Causas de los Santos?

Todos recordaremos el Gran Jubileo del año 2000, convocado por San Juan Pablo II para celebrar los dos mil años del nacimiento de Jesús y abrir para la Iglesia una nueva etapa de su camino en el tercer milenio. El Papa quiso que toda la Iglesia se preparara con un itinerario marcado en su Carta Apostólica Tertio Millennio Adveniente (10 de noviembre del año 1994). Allí recuerda que la Iglesia del primer milenio nació de la sangre de los mártires y su testimonio ha llegado hasta nuestros días porque entonces, aun encontrando notables dificultades organizativas, fijaron en martirologios el testimonio de estos mártires.

Al término del segundo milenio, la Iglesia ha vuelto de nuevo a ser Iglesia de mártires, con frecuencia desconocidos y era necesario que, en la medida de lo posible no se perdieran sus testimonios. Al igual que el martirologio de los primeros siglos constituyó la base del culto de los santos, «el mayor homenaje que todas las Iglesias tributarán a Cristo en el umbral del tercer milenio –dice San Juan Pablo II–, será la demostración de la omnipotente presencia del Redentor mediante frutos de fe, esperanza y caridad en hombres y mujeres de tantas lenguas y razas, que han seguido a Cristo en las distintas formas de la vocación cristiana» (TMA 37). Para ello, encarga a la Sede Apostólica, con vista al Año 2000, actualizar los martirologios de la Iglesia universal, prestando gran atención a la santidad de quienes también en nuestro tiempo han vivido plenamente en la verdad de Cristo, teniendo presente que el objetivo prioritario del Jubileo es el fortalecimiento de la fe y del testimonio de los cristianos, suscitando en todos un verdadero anhelo de santidad, un fuerte deseo de conversión y de renovación personal (cf. TMA 42).

Desde Roma se inició un trabajo conjunto con todas las diócesis del mundo. En la Conferencia Episcopal Española también se entró en relación con la Comisión «Nuevos Mártires» para la elaboración de las fichas de los Testigos de la Fe. Se aportaron entonces 6.050 fichas de los mártires durante la persecución religiosa del siglo XX en España.

Dado su alto número y el similar contexto histórico, se vio entonces conveniente crear un organismo que coordinara las Causas de beatificación y canonización de estos mártires españoles, para facilitar el trabajo de los postuladores y de la Santa Sede.

Así, fruto de una serie de diálogos, iniciados en febrero de 1997, entre la Congregación de las Causas de los Santos de Roma y la Conferencia Episcopal Española, en el año 2001 se puso en marcha la Oficina para las Causas de los Santos, integrada en la Secretaría General de nuestra Conferencia Episcopal.

En estos veinte años se han unificado las Causas de martirio en Positiones comunes a una o varias diócesis, se han celebrado ceremonias de beatificación conjunta, se ha creado un fondo documental y bibliográfico sobre mártires y, en general, sobre la persecución religiosa en España. Desde entonces Se ha seguido completando el fichero inicial superándose las 10.000 fichas de testigos de la fe.

Todo ello en constante colaboración con las diócesis, para la formación de personas cualificadas en la teoría y en la práctica de las Causas de los Santos.

¿Cuál es el procedimiento de trabajo de la Oficina de las Causas de los Santos?

En la actualidad, a los 20 años de su creación, la Oficina se sitúa en el marco de Novo millennio ineunte, de Gaudete et exsultate, y en el contexto del 50º aniversario de la Congregación para las Causas de los Santos, con estos textos de referencia:

«La perspectiva en la que debe situarse el camino pastoral es el de la santidad […] La santidad es más que nunca una urgencia pastoral» (NMI 30).

«La santidad se mide por la estatura que Cristo alcanza en nosotros, por el grado como, con la fuerza del Espíritu Santo, modelamos toda nuestra vida según la suya» (Benedicto XVI, Audiencia, 13-4-2011).

«La santidad es la verdadera luz de la Iglesia: como tal, debe ser colocada en el candelabro para que pueda iluminar y guiar el camino hacia Dios de todo el pueblo redimido […] Estáis al lado especialmente de los obispos para apoyar su compromiso de difundir la conciencia de que la santidad es la exigencia más profunda de todo bautizado, el alma de la Iglesia y el aspecto primario de su misión» (Francisco, Discurso, 12-12-2019).

Desde este espíritu se propone continuar con su misión de coordinar las Causas de los mártires de la persecución religiosa en España y ampliar su servicio de colaboración con las Diócesis en las diversas tareas que requiere el proceso de reconocimiento de la santidad de quienes han seguido fielmente a Cristo, con el objetivo de promover la santidad en lo cotidiano y en todos los estados de vida en la Iglesia.

Como respuesta a la llamada universal a la santidad, el servicio de la Oficina consiste principalmente en la promoción de la pastoral de la santidad, colaborando con los obispos (y sus diócesis) en difundir la conciencia de que la santidad es la exigencia más profunda de todo bautizado, el alma de la Iglesia y el aspecto primario de su misión.

Asimismo, se continúa con la gestión del fondo documental que tiene dos secciones principales: las bases de datos sobre causas de martirio, de virtudes y de ofrecimiento de la vida y la sección bibliográfica.

Un tercer ámbito de acción, importantísimo, es la formación, que se lleva a cabo mediante encuentros de Responsables Diocesanos, jornadas, publicaciones y cursos. Precisamente en este año académico 2021-2022 se inicia un curso sobre Las Causas de los Santos. Perspectiva teológica, histórico-hagiográfica y jurídica, organizado por la Oficina para las Causas de los Santos en colaboración con la Facultad de Derecho Canónico de la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid y el patrocinio la Congregación de las Causas de los Santos de la Santa Sede, con la finalidad de capacitar a sacerdotes, consagrados y laicos para actuar en el proceso de canonización. Ha sido el punto de llegada de varios meses de trabajo entre estas entidades y la aprobación oficial para la puesta en marcha de una oferta académica que se ofrece por primera vez fuera de Roma.

Esta causa de beatificación cordobesa ha sido un proceso abierto durante 15 años, ¿qué características especiales tiene?

Es una cuestión a la que sin duda pueden responder con precisión quienes han intervenido en el proceso, especialmente el director del Secretariado Diocesano para las Causas de los Santos, D. Miguel Varona, y el postulador de la fase romana de esta causa de Beatificación, Fray Alfonso Ramírez, O.F.M.cap., que son quienes conocen el detalle y la dificultades de este largo recorrido.

Por mi parte puedo responder, en términos generales, que el agruparse un número elevado de mártires hace que el trabajo se multiplique en todos los pasos que hay que dar en la fase diocesana, desde los interrogatorios a los testigos hasta la recopilación de documentación y elaboración de los informes que se entregan a la Santa Sede. Dadas las circunstancias en que se produjeron estas muertes, no siempre es fácil recoger información suficiente de los mártires, especialmente los que no estuvieran desarrollando una función eclesial.

En la fase romana también es trabajo arduo y laborioso examinar con detalle esta documentación para asegurar que la muerte se produjo en las condiciones que la Iglesia declara martiriales, esto es, se muere a causa del odio a la fe, uniendo la propia ofrenda de la vida a la pasión de Cristo y con el signo del perdón al asesino.

El Catecismo de la Iglesia Católica dice que “El martirio es el supremo testimonio de la verdad de la fe; designa un testimonio que llega hasta la muerte. El mártir da testimonio de Cristo, muerto y resucitado, al cual está unido por la caridad. Da testimonio de la verdad de la fe y de la doctrina cristiana. Soporta la muerte mediante un acto de fortaleza” (CIC, 2473). Estos elementos son examinados minuciosamente en las causas de martirio y ello requiere dedicación y tiempo, por lo que no ha de extrañar que los procesos duren años.

En su opinión, ¿qué significado tiene para la Iglesia de hoy la beatificación de 127 mártires de la persecución religiosa española?

El hecho de que estos hermanos nuestros, familiares, conciudadanos, hombres y mujeres como nosotros, llegado el momento de la prueba, dejaron que les fuera arrebatada la vida por dar testimonio de su fe, y que lo hicieran como Cristo, perdonando, es una noticia de luz, esperanza y fortaleza para el mundo de hoy y de manera especial para la cuidad de Córdoba.

Ellos nos muestran que la Redención de Cristo es una realidad actual que alcanza al corazón de cada hombre, atravesando la niebla en la que nos quiere envolver con frecuencia la sociedad. Frente al egoísmo, los intereses particulares y la fugacidad de las cosas, los mártires nos enseñan que el amor es posible, por encima de cualquier circunstancia, hasta dar la vida.

Sobre ello reflexionaré en el tema que se me ha asignado en la mesa redonda del día 13 de octubre, El valor del testimonio y del martirio hoy, proponiendo algunas actitudes y signos que acompañan la vivencia martirial en lo cotidiano.