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El Obispo oficia la misa en el centro penitenciario

La festividad de La Merced trajo consigo un Triduo “virtual” a la Virgen organizado por los voluntarios del Secretariado

La Pastoral Penitenciaria celebró como cada año la fiesta en honor a Nuestra Señora de la Merced con una serie de actos que este año se han visto modificados debido a la presencia del Covid-19.

El acto central fue la celebración eucarística presidida por el obispo de Córdoba, monseñor Demetrio Fernández, en el centro penitenciario donde el pastor de la Diócesis alentó a los internos a mantener viva su fe.

Junto al prelado, debido a las circunstancias actuales, únicamente pudieron estar los capellanes del Secretariado diocesano y un reducido grupo de internos con el objetivo de cumplir con las recomendaciones sanitarias establecidas.

Por su parte, a pesar de que este año no pudieron acceder al interior del centro, los voluntarios de la Pastoral Penitenciaria quisieron unirse en oración y llevaron a cabo un Triduo en honor a la Virgen de la Merced de manera “virtual” los días previos a su festividad. Asimismo, en el día de la fiesta de la Virgen, el voluntariado que conforma la Pastoral Penitenciaria llevó a cabo su reunión de comienzo de curso y celebró la eucaristía en la parroquia San Ignacio de Loyola.