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«No se entiende la Córdoba cristiana sin la Fuensanta»

JOSÉ ANTONIO PÉREZ GUILLÉN

PROFESOR DE HISTORIA DEL ARTE

El profesor de historia del arte José Antonio Pérez Guillén es el encargado de inaugurar el ciclo cultural “Luz del Arcángel” que comienza este viernes, 3 de junio, con la conferencia y visita guiada “El caimán de la Fuensanta y el Santuario. Historia real y mitos”. Se trata de una invitación a conocer el origen de la devoción a la Virgen que define la religiosidad de Córdoba, una posibilidad de disfrutar del pasado para comprobar el espacio que el Santuario de la Fuensanta ocupa en el corazón de los cordobeses. La cita es a las 21:00h. Tras la conferencia, el patio del Santuario acogerá un recital de flamenco sacro

¿Cuál es el origen de la devoción a la Virgen de la Fuensanta en Córdoba?

Su aparición, según la tradición, acompañada de San Acisclo y de Santa Victoria, el 8 de septiembre de  1442 (también se baraja la fecha, menos probable, de 1420), a Gonzalo García, un pobre cardador del barrio de San Lorenzo, en el lugar donde actualmente se alza el Humilladero, o el Pocito, como es conocido popularmente. La Virgen le pidió que diera a beber del agua que brotaba de las raíces de un cabrahigo que allí crecía a su mujer, paralítica, y a su hija, demente, con la promesa de que se curarían. Así fue, recobraron la salud, la noticia corrió como la pólvora por Córdoba y fuera de ella, y a partir de entonces cada vez más devotos y enfermos acudían a beber de la que se empezó a llamar la Fuente Santa. Desde entonces, y hasta nuestros días, Ntra. Sra. de la Fuensanta ha concitado la devoción de los cordobeses.

¿Quién impulsa y por qué la construcción del Santuario?

El cabildo catedral. En primer lugar se levantó el Humilladero para dar culto a una copia de la imagen de la Virgen que se encontró, muy deteriorada, en 1448, en un hueco del citado cabrahigo, escondida allí para su salvaguarda ante la llegada de los musulmanes a España. El lugar donde se halló le fue revelado a un ermitaño de la Albaida que se había curado de una grave hidropesía tras beber del agua milagrosa. Así mismo, el Humilladero cumplía la función de proteger el manantial, que se rodeó con un brocal. Rápidamente, el espacio se declaró insuficiente para acoger a fieles y enfermos, por eso se levantó un primer templo, en torno a 1450-1454, que pronto quedó pequeño ante la llegada de tantos peregrinos, alzándose el actual un poco después, sobre 1450-1454. Pero el Santuario no era solo el Humilladero y la iglesia, también la hospedería para enfermos pobres, para cuya construcción y  mantenimiento hizo una importante donación la reina Doña María de Castilla, esposa de Alfonso V de Aragón, que visitó el Santuario en 1455, en agradecimiento por haberse curado, tras beber el agua, de la hidropesía que padecía. La hospedería funcionó durante mucho tiempo sufragándose sus gastos, junto con los del Santuario, con los fondos que iban a destinados a la llamada Hacienda de la Virgen: donaciones del cabildo catedral, de particulares, según sus posibilidades, de bienes inmuebles ofrendados a la Virgen, que se arrendaban, y de las llamadas barras de metal precioso, de oro y plata, que enviaban a tal fin cordobeses emigrados en Hispanoamérica.

¿Qué valor tiene este enclave para la historia cristiana de Córdoba?

Un valor esencial, no se entiende la Córdoba cristiana sin la Fuensanta. Fue la primera advocación que aglutinó la devoción de los cordobeses en torno a la Virgen. Había devociones muy arraigadas y sentidas en las parroquias de barrio, pero circunscritas a ellos. Luego vendría San Rafael, tan venerado en Córdoba, pero desde mucho antes y hasta hoy, es la Virgen, bajo esta advocación, la que integra la religiosidad de la Córdoba cristiana. Siempre, pero especialmente en momentos difíciles (epidemias, inundaciones, sequías, guerras, enfermedades), los cordobeses acudieron a ella buscando refugio y protección.

¿Por qué se generan en torno a la advocación mariana de la Fuensanta mitos y leyendas?¿Cuáles son los principales?

El ser humano necesita de la fantasía para hacer más llevadera una realidad que, a veces, es muy ingrata y dolorosa. Por eso tiende a endulzarla con leyendas, misterios e historias fantásticas. La religiosidad de hoy día no necesita de ellas, aunque sigamos fantaseando en otros terrenos, pero cuando era tan importante, como en siglos pasados, la fe se enaltecía o potenciaba con estas leyendas. En torno a la Fuensanta no hay tantos mitos y leyendas como se suele decir. Las principales son las que giran en torno al caimán disecado que cuelga en el patio del Santuario, y milagros enternecedores como el de la endemoniada que, tras ocho meses de infructuosos exorcismos, libró la Virgen del demonio tras ponerse a sus plantas; la mujer paralítica a la que sus tres hermanos arrojaron al Pocito para ahogarla, y que la Virgen hizo flotar subiendo el nivel del agua, además de curarla; o, en la misma línea, la del pequeño que cayó accidentalmente a él y Ntra. Sra. rescató cogiéndole de la mano. De otros milagros conocemos a sus protagonistas, caso del cordobés Tomás Sánchez de Ávila (1550-1610), curado de una disritmia en el lenguaje, que le impedía ingresar en la Compañía de Jesús; o el del insigne oftalmólogo, también cordobés, Benito Daza de Valdés (1591-1634), que en la dedicatoria de su obra El uso de anteojos, dejó constancia de la curación de su discapacidad física por la intercesión de la Virgen, cuando tenía seis años, dejando como exvoto en el Santuario sus pequeñas muletas.

¿Cuáles son los hitos principales de la visita guiada que realizará el 3 de junio a partir de las 21:00h?

Comenzaremos en el Humilladero, núcleo fundacional del Santuario, y espacio de gran interés artístico y arquitectónico, además de religioso. Continuaremos en el patio, donde nos detendremos para hablar del caimán y de la hospedería de pobres; subiremos al camarín para visitar los exvotos y la imagen de la Virgen, y por último haremos un recorrido por la iglesia.

¿Cuál es la verdadera historia del caimán de la Fuensanta?

Es una ofrenda, probablemente de finales del siglo XVI, de un indiano cordobés a la Fuensanta. Algo muy frecuente en la época. Caimanes, cocodrilos, llamados a veces lagartos grandes por desconocerse a estos depredadores en Europa, encontramos en lugares de devoción, tanto en Europa como en España, también como exvotos. De parecida procedencia son los del Colegio Seminario del Corpus Christi de Valencia, el de la iglesia de San Ginés de Madrid, o el de la ermita de Ntra. Sra. de Sonsoles de Ávila, por poner algunos ejemplos.

Por cierto que, según una noticia muy confusa, que habría que verificar y aclarar, aparecida en el diario cordobés La Voz, el caimán fue robado la noche del 14 al 15 de Julio de 1923, y devuelto a la mañana siguiente, sin que sepamos quiénes lo sustrajeron ni con qué finalidad.