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El catequista es un compañero en la vida cristiana

“La gran aventura de conocer, amar y seguir a Dios” es el título de un precioso libro, todo un manual de catequesis para los más pequeños, que es obra de dos mujeres cristianas catequistas vinculadas al Movimiento de Cursillos de Cristiandad.

Es un libro distinto donde se busca dar respuesta a las preguntas que cualquier niño plantea. Tiene la virtud de ordenar las enseñanzas de Jesús y adaptarlas a su comprensión. Tiene mucho de pedagógico y también esconde un tesoro, la explicación de las grandes devociones cordobesas, desde San Rafael hasta la Virgen de la Fuensanta, desde San Acisclo y Santa Victoria hasta la gran devoción cordobesa al Sagrado Corazón de Jesús. Amalia Toledano y Maribel Hens son las autoras de esta preciosa aportación.

¿Cómo y por qué surge esta idea de acometer la redacción del libro?

Amalia: en un principio era un proyecto de apoyo a los catequistas para explicar las devociones que tenemos en Córdoba. Cuando uno empieza a trabajar el Señor nos va iluminando y había una gran inquietud de explicarles a los niños la historia de salvación de Dios, del plan que Dios tiene para cada uno de nosotros. Por esa inquietud surge el proyecto.

Aparcamos un poco las catequesis de apoyo y nos embarcamos en este proyecto, que consultamos con el sacerdote Ángel Roldán, que nos animó.

¿Vuestra experiencia como catequistas ha sido decisiva?

Maribel: claro, no solo con niños, también con adultos, veíamos esa herencia que había y vimos que había que empezar por los más pequeños. En catequesis detectábamos que no se sabían el Padrenuestro, no sabían santiguarse, no tenían interés, era un mero trámite para hacer la primera comunión. No tenían conciencia de lo que iban a recibir. Todo ello nos llevó a querer profundizar para que ellos se enamoren desde el principio.

¿Este libro pretende comprobar cuál es el interés del niño y darle una respuesta muy concreta?

Amalia: la idea era ordenar la historia de la salvación. Nosotros en catequesis lo primero que hacemos es presentar la figura de Jesucristo y a partir de ahí vamos avanzando. Más adelante ves que tienes que explicar lo que había antes de Jesucristo, ahí había una laguna que a mí como catequista me resultaba muy difícil explicarle a los niños quienes era los profetas. Lo que queríamos era explicarle esa preciosa historia que Dios tiene para cada uno de nosotros desde el principio.

La dificultad que nos encontramos es que hace años los niños sabía el Padrenuestro, sabían santiguarse, pero ahora hay muchos niños que no saben nada de eso y es muy complicado explicarle quién es Jesucristo si no han oído hablar de Él. Mi inquietud era explicar a los niños quien es Dios y por qué nos quiere tanto. Somos un proyecto de amor de Dios que quiere acercar a los niños a su figura desde el principio hasta nuestros días.

Por eso hemos querido también acercarlos al fervor religioso que nosotros tenemos en Córdoba. Que un niño sepa por qué se le tiene tanta devoción a San Rafael, a San Pelagio, o a San Acisclo y Santa Victoria. Ángel Roldán nos animó, hemos trabajado codo con codo y ha sido una gracia que hemos disfrutado muchísimo.

Las catequistas son las primeras personas que ven a los niños cuando sus padres los llevan a la parroquia para hacer la primera comunión ¿cómo se produce cada año este encuentro con los chiquillos?

Ángel: los catequistas son los que transmiten la fe de una manera casi principal a nuestros niños desde que se acercan a la parroquia hasta siempre, son ellos los protagonistas de la transmisión de la fe. Los lugares clásicos son familia, parroquia, escuela, en este caso estamos hablando de la catequesis como lugar privilegiado para la transmisión de la fe, que es donde se enmarca este gran trabajo.

¿Con la ayuda de las catequistas se planifica el curso, es un proceso que dura todo el año?

Ángel: más bien yo diría que dura toda la vida. Es el proyecto del plan de salvación con nosotros, que empieza en el bautismo y termina en el cielo. Ahí es donde se enmarca muy bien este manual porque entiende al catequista como un acompañante, no como un maestro de una doctrina o un modelo de moral, que también, sino como un compañero de la vida cristiana que nos lleva hasta el cielo. Es un camino para toda la vida y ahí está la novedad de este manual, que al catequista se le considera un acompañante.

¿Con los niños hay que hacer una labor pedagógica y de acompañamiento, de cariño y de acogida importante para el que hay que estar dotado?

Amalia: ser catequista es un don. Para mí ha sido muy importante, me encanta acompañar a los niños. El enamoramiento que yo tengo hacia los más pequeños me llevó a querer explicarle de manera sencilla y ayudar al catequista en esta labor, que no tenga que buscar recursos fuera y que encuentre la historia de la salvación del hombre en este libro.

¿Cómo reaccionan los niños a esta invitación de seguir a Jesucristo?

Maribel: con inocencia, yo he tenido niños que querían continuar pero como en su casa no lo recibían se quedaban a medias a lo que ellos reaccionaban con tristeza. Me han llegado a pedir que los recogiera para llevarlos a misa. Reaccionan con mucha hambre, tienen necesidad de conocer a Jesús pero la continuidad no es igual en todos sitios. Este trabajo no es un libro sino un itinerario para acompañar al niño y también a los padres.

¿Qué distribución va a tener este itinerario?

Amalia: lo vamos a editar y a enviar a imprenta y la idea es presentarlo en las parroquias a los catequistas y sacerdotes, que serán los que marquen el ritmo. Además se podrá encontrar en la librería diocesana.